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Fue a una fiesta sexual que se anunciaba en la red y esto es lo que pasó
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Fue a una fiesta sexual que se anunciaba en la red y esto es lo que pasó

Sexo con desconocidos, orgías y de fondo la música de Carly Rae Jepsen. ¿Qué podría salir mal en una escena tan disparatada? Quizá más de lo que imaginamos

Foto: Ambientes sórdidos en Nueva York. (iStock)
Ambientes sórdidos en Nueva York. (iStock)

Nueva York, la ciudad que nunca duerme, es sin duda por las noches un lugar sórdido en el que podemos encontrar, si buscamos en los lugares adecuados, fiestas sexuales secretas (esto siempre aporta morbo), lujosas y carísimas. La exclusividad y el misterio hacen las delicias de los neoyorkinos. El placer es la máxima, pasarlo bien la única regla en salas oscuras donde deben susurrarse contraseñas para poder acceder.

¿Cómo serán? Esa fue la pregunta que se hizo Carina Hsieh, protagonista de esta historia. Su noche de sábado había comenzado como cualquier otra: había conocido a un chico por Tinder con el que parecía que llegaría a algo. Él, finalmente, decidió darle plantón. Podía elegir entre acostarse y cerrar los ojos, dejando pasar otra noche, o adentrarse en esos ambientes sórdidos en los que, cuentan las leyendas, aquellos que entran jamás quieren salir.

Como me aburría busqué "sex NY city today" en internet, y esto fue lo que encontré...

"Me decidí por una fiesta en Manhattan", explica en la revista masculina 'Men's Health'. "No es tan difícil encontrar una de ese tipo en esta ciudad. Simplemente me atreví a dar el paso y escribí 'sex party ny today' (fiesta sexual en Nueva York, hoy), el resto fue pan comido. Convencí a mi amiga Kelsey, que también estaba aburrida, y después decidí si ponerme pestañas postizas o no. Una noche cualquiera en la que no tenía aún muy claras mis intenciones".

Tras ello caminaron hasta un edificio anodino en el distrito financiero de Manhattan. Nada en él parecía indicar que en sus profundidades se estuviera desarrollando algo fuera de lo común. Pulsaron el octavo piso y, al llegar, dos chicas les preguntaron si era su primera vez ahí. Trataron de sonar seguras, como si todos los fines de semana pasaran por una experiencia parecida. "Está bien", señaló una de ellas. "Pasad".

Un mini gang bang

Las luces eran tenues y las habitaciones se encontraban separadas por cortinas con cuentas. Lo que más le sorprendió fue el hecho de que existía una sala para fumadores, donde una pareja hablaba tranquilamente, e incluso había una pequeña mesa donde se podían comer sándwiches. Aquello no era como habían imaginado. "Vámonos", explica Carina que le dijo a su amiga, después de que hubiera transcurrido un rato y sin que sucediera nada interesante. Se arrepentía de haberla arrastrado hasta ahí. Cuando iban a salir por la puerta, un chico las interceptó: "¿Queréis participar en un mini gang bang?".

'Gang Bang', además de una canción del músico asturiano Nacho Vegas, también se refiere a un tipo particular de orgía en la que una mujer mantiene relaciones sexuales con tres o más hombres por turnos o al mismo tiempo; esto puede llegar a incluir un número indefinido de participantes. El bukkake, por ejemplo, es un tipo de gang bang. "Me encanta todo lo mini", explica Carina. "Así que le pregunté si podíamos mirar y me dijo que por supuesto".

Un grupo de hombres se encontraban alrededor de una pareja mientras sonaba música de Carly Ray Jepsen, era surrealista

La imagen era surrealista. Una mujer de aspecto andrógino, arrodillada en una cama, se dejaba embestir por detrás. Disfrutaba, se lamía los labios y se tocaba los senos. Una televisión, a su lado, mostraba imágenes duras de una película porno. Un grupo de hombres, alrededor de la cama, rodeaban a la pareja. Algunos de ellos estaban completamente desnudos, otros se habían desabrochado un botón del pantalón y su miembro asomaba, mientras lo acariciaban. Carina jamás había visto algo así, y se colocó a un lado de la pared mientras observaba la escena.

Foto: Foto: iStock.

De repente, una música comenzó a sonar. "Me llamó mucho la atención porque me costó adivinar cuál era... ¡Carly Rae Jepsen! Era la canción 'I really like you'. Jamás se me había ocurrido una imagen que pudiera pegar menos con el momento. Aquello fue sin duda lo que me sacó de mi ensimismamiento. Todo era bastante surrealista, algunos hombres miraban la pantalla y la película porno que se proyectaba y otros a la pareja en la cama".

"Fue Kelsey la que me llamó. De repente oí su voz apremiándome. Fue entonces cuando comprendí que el momento había llegado a su fin. Decidimos salir de aquella fiesta y buscar un bar normal donde pudiéramos tomar una copa y hablar de lo sucedido. Al salir de nuevo a la calle tratamos de procesar todo lo que habíamos vivido".

Asegura que ella había acudido a la fiesta tratando de terminar con su timidez, sin embargo todo aquello la decepcionó. "Esperaba algo diferente, pero supongo que a veces las fiestas sexuales son solo eso. Un montón de tíos masturbándose delante de una pareja. Las decepciones pueden ser grandes en algunas ocasiones. Pero siempre es mejor arrepentirse de haberlo hecho, definitivamente".

Nueva York, la ciudad que nunca duerme, es sin duda por las noches un lugar sórdido en el que podemos encontrar, si buscamos en los lugares adecuados, fiestas sexuales secretas (esto siempre aporta morbo), lujosas y carísimas. La exclusividad y el misterio hacen las delicias de los neoyorkinos. El placer es la máxima, pasarlo bien la única regla en salas oscuras donde deben susurrarse contraseñas para poder acceder.

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