Yolanda Díaz ordena a Podemos retirar la reforma del CGPJ para pacificar la coalición

Lo que parecía el enésimo conflicto entre los socios de la coalición se abortó en apenas unos minutos tras la rápida intervención de la nueva líder de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz. La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, que pretende inaugurar una nueva fase en las relaciones con el PSOE dejando las tensiones a un lado, al menos las que se consideren más accesorias y que no tengan relación con el programa pactado, dio su primer golpe de autoridad ordenando a los suyos retirar la propuesta de reforma del CGPJ. En línea con lo que había instado el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, a los dos grupos firmantes de la propuesta, PSOE y Unidas Podemos, pero frente a las reticencias que mostraron en un primer momento los morados.

Tras la decisión de Justicia de enterrar definitivamente la reforma del sistema de elección del poder judicial, el presidente del grupo confederal, Jaume Asens, trasladó a los medios de comunicación en rueda de prensa que no estaba de acuerdo con retirar la propuesta de ley si no se planteaban alternativas. "Si persiste la voluntad de bloqueo, tenemos que encontrar vías para solucionarlo. Nosotros estamos dispuestos a estudiar otros mecanismos alternativos, pero de momento no hay ninguno sobre la mesa y hasta que no lo tengamos no estamos de acuerdo en retirarla", argumentó desde el Congreso.

TE PUEDE INTERESAR

Podemos amenaza con mantener la reforma del CGPJ si no hay "alternativas al bloqueo"

Iván Gil

Instantes después, se matizaban estas palabras desde el grupo confederal, para evitar que se interpretasen como un nuevo pulso con los socialistas, y finalmente se daba cuenta de que Unidas Podemos retiraría la firma de la propuesta registrada junto a sus socios el pasado mes de octubre. Desde el entorno de Díaz, se insistía este miércoles en la intención de atender la petición de Justicia, aunque asociando el cambio de criterio a una "decisión colectiva".

La sustituta de Pablo Iglesias en el Gobierno pasaba así de las palabras a los hechos. De avanzar su intención de imprimir un estilo diferenciado al de su predecesor, alejado del conflicto, a cortar de raíz un choque con sus socios de gobierno. Un cambio del libro de estilo que busca pacificar unas relaciones con el PSOE que en los últimos meses se habían ido deteriorando cada vez más. Cambios visibles en las formas y que todavía están por determinar en el fondo, a la espera de sentarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el 4-M para reevaluar las prioridades programáticas y el calendario de medidas.

TE PUEDE INTERESAR

El comisario de Justicia pide que en el futuro el 50% del CGPJ sea escogido por los jueces

Nacho Alarcón. Bruselas

Después de amenazar con mantener la reforma si no se valoraban "alternativas al bloqueo", fuentes del grupo parlamentario de Unidas Podemos indicaban que en realidad la reforma ya estaba muerta, al haberse congelado y ni siquiera haber sido calificada. En esta misma línea, se añadía que por la falta de interés del PSOE para activarla, se había asumido "su retirada 'de facto". Con todo, se insistía en la idea de negociar "una alternativa para acabar con el bloqueo del CGPJ".

Una alternativa en caso de que el Gobierno no alcance un acuerdo con el PP para la renovación y que los morados habían comenzado a estudiar hace unos meses. Propuestas todas ellas basadas en la modificación del sistema de mayorías, pero con el denominador común de reforzar la legitimidad de una reforma polémica que acarreó varias advertencias de las autoridades europeas. Se planteó así combinar tanto la mayoría absoluta de 176 apoyos, en segunda votación, como la mayoría de grupos parlamentarios en el Congreso o, al menos, la mitad, para que pudiese salir adelante.

TE PUEDE INTERESAR

El Supremo desprecia la reforma del CGPJ y le ordena seguir haciendo nombramientos

Pedro del Rosal

Desde Unidas Podemos, asumen que el liderazgo de Díaz será radicalmente distinto al de Iglesias, más pragmático, pero igualmente firme en cuestiones materiales. De ello hace gala en las distintas entrevistas que ha concedido durante los últimos días, tratando de marcar estilo propio y posicionarse en contra del conflicto y a favor del diálogo.

De momento, ha comenzado ya a tomar el mando en las decisiones del día a día, al margen de que Pablo Iglesias mantenga la interlocución con Pedro Sánchez, de secretario general de Podemos a secretario general del PSOE. Los socios de la investidura asumen igualmente que la interlocución con los morados en asuntos relativos a sus áreas del Gobierno se hará con Yolanda Díaz. Todo ello a falta de redefinir organigramas, estrategia y forma de relacionarse con sus socios de gobierno para consumar la transición.