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Más de 1.400 delfines del Atlántico muertos en la caza "más grande" de la historia de las islas Feroe
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una cacería 'tradicional'

Más de 1.400 delfines del Atlántico muertos en la caza "más grande" de la historia de las islas Feroe

La organización Sea Sheperd ha denunciado que en esta cacería de cetáceos se saltaron varias leyes de caza que hay que cumplir en el archipiélago y la carne de delfín se está desaprovechando

Foto: Habitantes de las islas Feroe dan caza a cientos de delfines. (Atlas)
Habitantes de las islas Feroe dan caza a cientos de delfines. (Atlas)

Las imágenes hablan por sí solas. Son miles los cetáceos, concretamente delfines de flancos blancos o del Atlántico de acuerdo con la especie que han reportado desde la organización internacional sin ánimo de lucro Sea Sheperd que lucha por la conservación marina de los océanos, los que se vieron arrastrados este domingo, 12 de septiembre, fuera de las aguas del Atlántico norte en la orilla de una playa del fiordo más grande de las islas Feroe, un archipiélago conformado por un conjunto de 18 islas que se integra en el Reino de Dinamarca, pero que se desmarca de su Gobierno por ser un territorio autónomo, también en lo que se refiere a su principal actividad económica, la pesca, en sintonía con lo que especifican en una página web sobre la historia de Dinamarca gestionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país.

Situadas a medio camino entre Escocia e Islandia en la parte noroeste del Atlántico, la caza de cetáceos es en estas islas una actividad común y toda una tradición "desde hace siglos, ya que los habitantes de las Feroe han consumido carne de los calderones comunes [una especie de ballena] y grasa de este animal desde que se asentaron en el archipiélago hace más de un milenio", se explica en la página de turismo de las islas Feroe. Hay registros de cacerías de esta especie desde, al menos, 1584 y se considera que esta actividad es "sostenible" con las cifras que aporta el Gobierno de las Feroe, en las que justifica que, de las cerca de 100.000 ballenas de esta especie que nadan en el entorno de las islas al año, solo se cazan entre 600 u 800 ejemplares.

Sin embargo, tal y como informan desde la Comisión de Mamíferos Marinos del Atlántico Norte en un documento que sirve de 'manual' para la caza de los calderones —que se lleva realizando desde hace "más de 1.100 años", de acuerdo con los datos que comparten desde esta entidad para la cooperación en conservación, manejo y estudio de cetáceos y otra fauna marina del Atlántico Norte—, además de este tipo de ballena hay otras especies que también son objeto de cacería en el archipiélago: los delfines nariz de botella ('Tursiops truncatus'), los delfines de hocico blanco ('Lagenorhynchus albirostris') y los delfines de flancos blancos o del Atlántico ('Lagenorhynchus acutus'). De ahí el que, según recoge BBC News, este domingo se diera caza a una manada de delfines de flancos blancos que se condujo con la ayuda de barcos a aguas poco profundas de la playa de Skalabotnur, en la isla de Eysturoy, donde se acabó con la vida de los animales cuchillo en mano en un tipo de cacería que se suele organizar a nivel comunitario y que se pone en marcha de forma "espontánea" cuando se localizan manadas de cetáceos.

Desde Sea Sheperd, que ha denunciado el hecho de que se dirigiera a una manada tan grande durante horas y recorriendo unos 45 kilómetros de mar abierto con lanchas y motos acuáticas hasta aguas poco profundas para poder cazarlos, se cree que esta es "la caza más grande de delfines o calderones en la historia de las islas Feroe", superando el número de 1.200 especímenes de cetáceos que se cazaron en 1940, en sintonía con las cifras que ha reportado el biólogo marino Bjarni Mikkelsen, tal y como hace eco asimismo BBC News. "Si bien Sea Sheperd ha estado luchando para detener el 'Grind' [como así se bautiza a este tipo de cazas según su término en inglés] desde principios de 1980, esta última masacre de delfines es tan brutal y se ha manejado tan mal que no es de extrañar que la caza esté siendo criticada en medios de comunicación de las islas Feroe e, incluso, por muchos balleneros y políticos", incide asimismo la organización en una nota informativa en la que denuncia lo ocurrido.

En la caza del domingo se habrían quebrantado varias leyes de las islas Feroe que regulan la actividad: "Primero, el encargado del 'Grind' de este distrito nunca fue informado y, por lo tanto, nunca autorizó la caza. En su lugar, fue el encargado de otro distrito quien dio el visto bueno sin la debida autoridad. En segundo lugar, muchos de los participantes de la caza no tenían licencia, requerida en las islas Feroe, ya que implica un entrenamiento específico sobre cómo matar rápidamente a los calderones y delfines. Sin embargo, las imágenes muestran que muchos de los delfines todavía estaban vivos y moviéndose incluso después de haber sido arrojados a la costa con el resto de su manada muerta".

Las fotos y vídeos que han hecho llegar residentes de las Feroe a la organización, pues este tipo de cacerías son impopulares entre parte de la población desde hace años, muestran también según recalca la denuncia de Sea Sheperd que "muchos de los delfines habían sido atropellados por lanchas a motor", siendo concretamente "fileteados por las hélices", por lo que habrían experimentado "una muerte lenta y dolorosa". "La mayoría de la gente está en estado de 'shock", indican desde BBC News citando declaraciones del presidente de la Asociación de Balleneros de las islas Feroe, Olavur Sjurdarberg. En una entrevista con BBC, el presidente ha explicado que la caza "fue un error" por estimarse en un primer momento que la manada de delfines era de tan solo 200 ejemplares.

La prensa local de Dinamarca también ha recogido críticas de ciudadanos de las Feroe por el hecho de que la carne de estos animales, que se suele repartir entre todos los participantes que intervienen en la cacería, se está desaprovechando por haber "más carne de delfín que la que se puede consumir", por lo que se ha denunciado asimismo que la mayoría de los delfines "serán tirados a la basura o enterrados en un hoyo en el suelo".

Las imágenes hablan por sí solas. Son miles los cetáceos, concretamente delfines de flancos blancos o del Atlántico de acuerdo con la especie que han reportado desde la organización internacional sin ánimo de lucro Sea Sheperd que lucha por la conservación marina de los océanos, los que se vieron arrastrados este domingo, 12 de septiembre, fuera de las aguas del Atlántico norte en la orilla de una playa del fiordo más grande de las islas Feroe, un archipiélago conformado por un conjunto de 18 islas que se integra en el Reino de Dinamarca, pero que se desmarca de su Gobierno por ser un territorio autónomo, también en lo que se refiere a su principal actividad económica, la pesca, en sintonía con lo que especifican en una página web sobre la historia de Dinamarca gestionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país.

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