Acusado de tiroteo en Salamanca declara que su intención era sólo asustar

Salamanca, 25 feb (EFE).- El acusado de un tiroteo ocurrido en febrero de 2007 en Éjeme y otros dos pueblos de Salamanca, en el que resultaron heridas dos personas, Ignacio G.H., ha declarado hoy en el juicio que se ha iniciado en la Audiencia Provincial que sólo quería asustar a las personas que se burlaban de él.

Los hechos se produjeron cuando el acusado, de 71 años, disparó contra varias personas con una pistola, en unos casos, y con una escopeta de caza en otros porque le insultaban y se burlaban de él, según ha manifestado.

El origen del conflicto está en las obras que realizaba una comunidad de regantes y que atravesaban dos fincas de su propiedad, las cuales, según ha señalado en la vista oral, estaban produciendo "importantes destrozos", según ha señalado.

En el juicio, Ignacio G.H., que estuvo en prisión hasta diciembre de 2007, ha señalado que nunca fue su intención herir a nadie, pero que llegó un momento en el que no pudo aguantar la "burla continua" de los obreros que trabajaban en las obras del canal y de algunos vecinos.

Fue la mañana del 20 de febrero de 2007 cuando el acusado, natural de la localidad salmantina de Pedraza de Alba, se lió a tiros contra seis personas en los municipios de Éjeme, donde emprendió el tiroteo, Santa Teresa y Galisancho e hirió en el abdomen a una mujer de 54 años, M.P.J.C., y a un hombre de 74, I.G.C., al que le reventó un ojo.

Los testigos que han comparecido en el juicio han asegurado que Ignacio G.H. actuó sin mediar palabra y que fue directo a por el encargado de las obras, que se encontraba junto al resto de los obreros en la hora del bocadillo.

Así y tras pegar un primer tiro, el arma se encasquilló, momento en el que la cuadrilla aprovechó para salir corriendo, si bien el acusado volvió a disparar, aunque sin lograr alcanzar a nadie, aunque una bala rompió uno de los cristales de una furgoneta de la obra.

Después, se desplazó al casco urbano de Éjeme, llamó a la vivienda de I.G.C., al que al dispararle le hirió en un ojo, y a continuación se trasladó hasta el pueblo de Santa Teresa, donde alcanzó con un tiro de pistola en el abdomen a la mujer, hechos que en ambos casos han confirmado los afectados en su comparecencia ante la Audiencia.

El acusado fue detenido posteriormente por la Guardia Civil en la finca Los Narrillos, en el municipio de Anaya de Alba.

Los peritos de la Guardia Civil que han prestado declaración a través de vídeo conferencia han confirmado la presencia de restos de pólvora tanto en la chaqueta como en las manos, el rostro y el cabello del presunto autor de los disparos.

Ignacio G.H. se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 43 años de cárcel por cuatro delitos de asesinato y dos de lesiones, todos ellos en grado de tentativa, además de otro por tenencia ilícita de armas. EFE np/jcp/br