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Una caligrafía de 1.200 años reabre heridas entre China y Taiwán por culpa de Japón
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fue pintada en el año 759

Una caligrafía de 1.200 años reabre heridas entre China y Taiwán por culpa de Japón

Las autoridades de la isla han prestado una obra milenaria a un museo de Tokio, lo que ha hecho recordar en China las atrocidades cometidas por el ejército nipón en los años 30

Foto: 'Réquiem a mi sobrino', la obra milenaria de Yan Zhenqing (Foto: Museo Palacio Nacional Taiwán)
'Réquiem a mi sobrino', la obra milenaria de Yan Zhenqing (Foto: Museo Palacio Nacional Taiwán)

En 1937, Japón invadió China en la que fue considerada la segunda guerra chino-japonesa y el preludio de la Segunda Guerra Mundial. Son muchos los chinos que recuerdan aquel episodio de su historia y más específicamente la Masacre de Nanking, un episodio negro que Japón niega pero que según China dejó medio millón de muertos, miles de mujeres violadas y atrocidades como enterrar a personas vivas reflejadas en cientos de testimonios.

Ahora, casi un siglo después, aquellas heridas se reabren con un tercer protagonista: Taiwán. Esta isla de más de 23 millones de habitantes funciona como un país independiente desde que los nacionalistas chinos se exiliaran en ella en 1949 después de perder la guerra civil con los comunistas. Desde entonces, Taiwán fue una dictadura que se fue poco a poco abriendo a partir de los años 70 hasta las primeras elecciones libres que tuvieron lugar en 1996. A día de hoy sigue funcionando como un país independiente.

Sin embargo, China sigue pidiendo la reunificación de la isla con el resto del continente y no renuncia a formar una única nación. Por todo esto, el préstamo de una antigua caligrafía milenaria ha levantado ahora una gran polémica entre China y Taiwán, con Japón como invitado.

Un personaje histórico

En el año 759, Yan Zhenqing pintó ‘Réquiem a Mi Sobrino’, tras descubrir que el hijo de su hermano había fallecido. Zhenqing está considerado uno de los mejores calígrafos en la historia de China, como reconoce a la BBC el profesor Tong Kam Tang, de la Universidad China de Hong Kong: "Es un nombre muy conocido en China: todos los jóvenes aprenden sobre él cuando estudian arte chino”.

El problema radica en que ‘Réquiem a Mi Sobrino’ se encuentra en Taiwán desde los años 40, cuando los nacionalistas huyeron a la isla durante la guerra civil. Desde entonces ha estado expuesto en el Museo del Palacio Nacional y sólo salió de la isla en una ocasión, con motivo de una exposición en la Galería Nacional de Arte de Washington en 1997.

Ahora, las autoridades de Taiwán han decidido prestar la pintura a Japón para que forme parte de la exposición "Caligrafía incomparable: Yan Zhengqing y su legado". Y esa decisión no ha sentado nada bien a millones de chinos, que han expresado su rechazo a través de la red social weibo.

placeholder Así anuncia el Museo Nacional de Tokio la exposición sobre Yan Zhenqing (Foto: tnm.jp)
Así anuncia el Museo Nacional de Tokio la exposición sobre Yan Zhenqing (Foto: tnm.jp)

La mayoría recuerdan la guerra chino-japonesa y la Masacre de Nanking y no entienden que las autoridades de Taiwán cedan la pintura a Japón en vez de devolverla a las autoridades chinas. El gobierno de Pekín, por su parte, no se ha pronunciado formalmente, aunque ha aprovechado uno de sus medios de comunicación oficiosos, el Global Times, para expresar su preocupación por el riesgo de que se pueda estropear durante el traslado, a la vez que aprovecha para hacerse eco de las protestas en la red social china.

El uso de las redes sociales está muy controlado en este país asiático y los temas más escabrosos que afectan al régimen comunista son casi siempre censurados. Sin embargo, se aprovechan algunas corrientes de opinión alineadas con las tesis del gobierno para sacar ventaja de la situación. De momento, la obra permanecerá expuesta en el Museo Nacional de Tokio hasta el próximo 24 de febrero.

En 1937, Japón invadió China en la que fue considerada la segunda guerra chino-japonesa y el preludio de la Segunda Guerra Mundial. Son muchos los chinos que recuerdan aquel episodio de su historia y más específicamente la Masacre de Nanking, un episodio negro que Japón niega pero que según China dejó medio millón de muertos, miles de mujeres violadas y atrocidades como enterrar a personas vivas reflejadas en cientos de testimonios.

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