El silencio de Sanidad dispara los rumores sobre el futuro del Instituto de Salud Carlos III

Por decreto y corre que te corre. Así es como el Gobierno quiere que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) pase de pertenecer al Ministerio de Sanidad y Consumo al recién creado Ministerio de Innovación. Un trasvase de poderes que no es tan sencillo porque el citado Instituto pertenece al Ministerio que conduce Bernat Soria por una Ley, la de Sanidad, que quiere modificarse por una norma de rango inferior, un decreto.

Además, no todo es mundo está tan convencido de esta medida porque Sanidad perdería uno de los elementos cohesionadores de las políticas sanitarias autonómicas, tarea harto difícil tras la transferencia de la competencia. Mientras, en la sede de Paseo del Prado no sueltan prenda, limitándose a que “hay que esperar hasta que haya un decreto publicado en el BOE, mientras tanto debemos ser prudentes” y todo ello “pese a ser conscientes” de todos los rumores que están circulando.

Los rumores y reticencias han salido a la luz por boca de algunos consejeros. Concretamente, según citaba Gaceta Médica, el Consejero de Castilla y León Francisco Javier Álvarez Guisáosla cree que el cambio de titularidad del ISCIII supone un problema serio para las autoridades sanitarias de las 17 comunidades autónomas, ya que no sólo se encarga de la investigación, sino de cuestiones como la vigilancia epidemiológica, las alertas microbiológicas o la sanidad exterior. Por su parte, Manuel Cervera, consejero de la Comunidad Valenciana, considera que la rapidez de la incorporación y aplicación de los avances científicos a la asistencia sanitaria se puede ver comprometida.

Cabe recordar que el ISCIII comprende el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), las Redes Temáticas de Investigación Corporativa (Retics), el Centro de Investigación de las Enfermedades Neurológicas (CIEN), las redes de Centros de Investigación Biomédica (Ciber). En estos centros, distintos grupos de investigadores tampoco han escondido su incertidumbre de que el resultado final les convenza.

Además, la Sociedad Española de Salud Pública y Atención Sanitaria (SESPAS) ha mostrado su miedo de que el cambio no suponga un “abandono de la investigación clínica en favor de la investigación básica”, según explicó la doctora en Ciencias Económicas y una de las editoras del informe SESPAS 2008, Beatriz González. A su juicio, la trasferencia de competencias se ha hecho “improvisadamente”, y advirtió que la investigación biomédica tiene una parte importante de investigación clínica, o como ella considera, “a pie de campo”, que no debe escorarse de su parte más básica, como puede ser la bioquímica o la genética.