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El consumo de alimentos naturales se ha convertido en un lujo
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El consumo de alimentos naturales se ha convertido en un lujo

Los consumidores pagamos con gusto un poco más por la garantía de que la comida sea orgánica. Sin embargo, ¿cuánto es demasiado? Según publica The New

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El consumo de alimentos naturales se ha convertido en un lujo

Los consumidores pagamos con gusto un poco más por la garantía de que la comida sea orgánica. Sin embargo, ¿cuánto es demasiado? Según publica The New York Times, los precios por alimentos de origen orgánico (sin tratamiento con pesticidas, fertilizantes químicos o antibióticos) están subiendo en Estados Unidos al igual que se puede percibir en España. Por ejemplo, una barra de pan puede llegar a costar 4,50 dólares, medio kilo de pasta unos tres dólares y tres litros de leche hasta 7 dólares. Unos precios que pueden parecer ridículos.

Gary Hirshberg, consejero delegado de Stonyfield Farm, una cadena de productos orgánicos, considera que “se trata probablemente del momento más dinámico y volátil de los últimos 25 años” en el sector y, por tanto “es muy difícil predecir hacia dónde vamos”. Los precios están subiendo por las mismas razones que se aplican a otros productos: encarecimiento del petróleo, aumento de la demanda y escaso suministro de grano para las necesidades de los animales y de las panaderías. De hecho, la demanda de trigo, judías y maíz orgánicos es tan enorme que los agricultores están cobrando los precios de oído.

Pero las personas que tiene que comprar grano orgánico, desde las panaderías y fabricantes de pasta, hasta las granjas de pollos y vaquerías, dicen que están ahogados para mantener los leves márgenes de beneficios, incluso cuando el consumidor final está pagando más. El precio del animal que ha sido alimentado con productos naturales es tan alto que los dueños de las vaquerías han abandonado estos métodos y o bien están empujando a los minoristas a encarecer de forma agresiva los productos.

Perry Abbenante, coordinador de la Whole Foods Market, asegura que las ventas fueron fuertes y considera que es demasiado pronto para saber cómo van a reaccionar los consumidores si los precios continúan subiendo, particularmente en el caso de los productos lácteos: “Tenemos que ser muy cuidadosos para que los precios no se salgan del mercado”. Y es que el precio de los alimentos se ha incrementado en un 5% en el último año, pero algunos como los huevos han pegado un salto del 30% y la leche de un 13%, según el IPC norteamericano.

Eric Newman, vicepresidente de ventas de la cooperativa de agricultores Organic Valley, con la mayor cuota de mercado de venta de leche, estima que si tres litros y medio (medio galón) costaban 3,49 dólares de media en 2007 y siete litros (un galón) cuesta seis, espera que la media de los tres litros y medio no supere los cuatro dólares en los próximos meses, mientras que los 7 litros supere los siete.

La media de los precios de los huevos en el caso de los minoristas, organizados en la Eggland Best Organic, en 2007 varió entre 3,79 dólares y los 4,29 dólares. En lo que va de año, se ha pasado a una horquilla entre 4,59 y 4,99 dólares. Pese a que la comida orgánica es normalmente un 20% más cara que la convencional, el aumento parece a todas luces exagerado.

Los estadounidenses se gastaron 16,7 miles de millones de dólares en comida y bebida orgánica en 2006, un 126% más que en los cinco años anteriores, según la Organic Trade Association. Las ventas de estos productos constituyen el 2,8% del total de las ventas en alimentación de EEUU. Un país que había destinado 4,1 millones de acres (1,66 millones de hectáreas) de plantaciones orgánicas en 2005, el triple que en 1997 según el Ministerio de Agricultura. Pero los agricultores y compradores de grano argumentan que el incremento de superficie destinada a esta producción se ha ralentizado, cayendo hasta situarse por debajo del crecimiento de la demanda y ocasionando el aumento de precios.

Ken Cook, presidente de Environmental Working Group, una organización dedicada a la investigación del medio ambiente, entiende que los precios de la leche y grano convencionales estaban tan altos que rivalizaban con los precios que los agricultores y ganaderos de productos orgánicos cobran. Éstos normalmente ganan algún ‘bonus’ por incrementar su ganado y cultivos sin fertilizantes químicos, pesticidas o antibióticos.

Cook entiende que el precio del grano orgánico ha subido también porque cientos de agricultores y ganaderos se han apresurado en completar la transición a una producción orgánica el pasado año, porque las nuevas normas del Gobierno están teniendo efecto.

Sea como fuere, el proceso inflacionista en la alimentación orgánica es tal que la pérdida de poder adquisitivo de las familias, en época de crisis económica, las avoca a discriminar estos productos sanos en detrimento de los menos sanos por el hecho de que sean más baratos... y esto está pasando en Estados Unidos. ¿Lo veremos en España?

Los consumidores pagamos con gusto un poco más por la garantía de que la comida sea orgánica. Sin embargo, ¿cuánto es demasiado? Según publica The New York Times, los precios por alimentos de origen orgánico (sin tratamiento con pesticidas, fertilizantes químicos o antibióticos) están subiendo en Estados Unidos al igual que se puede percibir en España. Por ejemplo, una barra de pan puede llegar a costar 4,50 dólares, medio kilo de pasta unos tres dólares y tres litros de leche hasta 7 dólares. Unos precios que pueden parecer ridículos.