¿Quién asesora a Bernat Soria?

El Ministerio de Sanidad está enfermo. Enfermo de imagen. En la UVI, vamos. ¿De dónde vienen los que asesoran a los ministros de ese departamento? Elena Salgado salió de allí con una imagen trasquilada y Bernat Soria lleva camino de superar a su antecesora por muchos puntos, pese a llevar tan poco tiempo en el cargo.

Claro que Soria tampoco es un lumbreras a la hora de comunicar. Su comparecencia de estos días en televisión por el asunto del aceite de girasol sólo se puede calificar de patética, impresentable. Pocas veces el verbo y la actitud de un ministro han parecido tan insultantes para la inteligencia del ciudadano. Pocas veces un ministro de Sanidad ha exhibido tanta falta de rigor -y eso que Soria es científico-.

"Se acongojó y quiso sacar pecho", comenta un médico del sistema público. Durante varios días en España nadie supo con certeza si consumir o no aceite de girasol, después de ser testigos de los desatinos explicativos del ministro alicantino. Y qué decir de su comparecencia en una cadena de radio, donde Soria esgrimió el 'principio de precaución' para justificar sus incomprensibles explicaciones.

Usó tal principio a su antojo, como mejor le convino, como si los oyentes fuesen tontos de remate. Grandes días de gloria informativa, de espectáculo cutre, nos va a dar este hombre listo en lo suyo, la investigación con células madre, pero negado para la cosa pública. Porque no sólo provocó la confusión generalizada en la población. Tampoco dijo todo lo que tendríamos que saber los ciudadanos.

Resulta que los controles físicos aduaneros a los que se sometieron las partidas de aceite de girasol a granel de Ucrania se realizaron por escáner pero sin análisis químicos. Lo denuncia así la Asociación de Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda. Y si no se husmea en la química del aceite de girasol cómo demonios se puede saber si está o no adulterado. El lío es mayúsculo y la Agencia Tributaria, a través de su departamento de Aduanas, ha desmentido esta supuesta falta de control sobre las importaciones de aceite de girasol y otros productos de fuera de la UE.

A la sombra de la crisis, Bernat Soria, dice, va adoptar nuevas medidas para la detección temprana de productos de consumo inseguros. Un plan estratégico de seguridad alimentaria que servirá para impulsar las redes de alerta como sistema rápido de comunicación con las comunidades, la Comisión Europea y los ciudadanos.

El caso es que unas pocas horas antes de que se hicieran llegar a la opinión pública estas intenciones, el ministro pregonaba a los cuatro vientos que estamos cojonudos en seguridad y que por eso mismo detectaron el aceite fraudulento. ¿En qué quedamos?

O a este hombre le dan unas clases de comunicación aceleradas o la va a liar cada dos por tres. El vídeo de su intervención del pasado viernes en la tele deberían de regalarlo para disfrute de muchos. No tiene desperdicio. Es un Soria desconocido, sin ideas, vacilante, descolocado... En fin, una pena.

Ilustración de Julio Cebrián.