Segunda condena contra la Sanidad madrileña por infecciones hospitalarias: 11 muertes en el San Carlos

El pasado 3 de junio, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictaba la segunda sentencia condenatoria contra el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) por infecciones nosocomiales (producidas dentro del hospital) en lo que va de año. La primera tuvo lugar en mayo por la muerte de un bebé en el Hospital Doce de Octubre. En esta ocasión, la sentencia se refiere a la muerte de un hombre de 48 años de edad en el Hospital Clínico San Carlos por varias bacterias que también causaron el fallecimiento de otras diez personas en el primer semestre de 2002.

El SERMAS tendrá que pagar a la familia del paciente fenecido una indemnización de 150.000 euros más los intereses desde la fecha de la reclamación que ascienden a 30.000. En total, 180.000 euros porque el hospital “no adoptó todas las medidas de asepsia y limpieza exigibles en la asistencia prestada”, según informa la Asociación el Defensor del Paciente.

Este caso de infecciones nosocomiales con resultado de muerte se une al reciente escándalo desatado por las 18 muertes que ocasionó la bacteria Acinetobacter Baumanii en el Hospital Doce de Octubre y sobre las que planea la sospecha de que el centro hospitalario no tomó las medidas necesarias para controlar el brote. Una vez en la prensa, la Fiscalía de Madrid anunció ipso facto una investigación. Sin embargo, esa misma Fiscalía denegó investigar un caso similar en el Clínico San Carlos, ahora condenado.

Durante la estancia del paciente fallecido, A.F.G., a causa de una operación en el escroto, se identificaron diversas bacterias de origen nosocomial en su organismo tales como Stenotrophomona maltophilia, Serratia mascenses, Stafilococo Aureus Multirresistente, Candida Albicans y Stafilococo Epidermidis. Un terrible cóctel que le costó la vida el 19 de abril de 2002. La misma suerte corrieron otros diez enfermos de la UCI del Hospital Clínico San Carlos.

Una situación dantesca

La situación fue tan grave que la perito microbióloga designada por la Fiscalía madrileña calificó el caso de dantesco: “Llama la atención el alto número y proporción de muertes (100%) producidas en la UCI en el mes de abril frente al resto de meses del semestre. El espectáculo dantesco de este servicio no parece el más idóneo para el control de infecciones nosocomiales”. Por su parte, el coordinador de Urgencias del hospital justificó los hechos por la masificación de las Urgencias en los hospitales de la Comunidad de Madrid y el jefe del servicio de Medicina Preventiva reconoció que “el Servicio de Cuidados Críticos II carece de las condiciones de infraestructura necesarias para realizar aislamiento individual de los pacientes infecciosos que lo precisen”.

Por último, la sentencia deja claro que las muertes fueron evitables: “Tal situación pone de manifiesto un evidente exceso de infecciones hospitalarias en relación a las tasas inevitables que hay en todo Hospital, y que constituyó causa de alarma y de adopción de medidas de prevención por los propios servicios del Hospital Clínico San Carlos y que el paciente no estaba obligado a soportar al exceder de los parámetros que determinan la corrección de la actividad de los servicios sanitarios, acreditativa de que no se habían adoptado todas las medidas de asepsia exigibles, lo que obliga a apreciar la existencia de responsabilidad de la Administración”.