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Un torniquete inyectable que puede salvar vidas
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un avance en medicina remota

Un torniquete inyectable que puede salvar vidas

El fármaco tendrá innumerables usos médicos, como la reducción de hemorragias posparto o la asistencia a heridos en zonas remotas y lejos de hospitales

Foto: Tras una explosión, no se perciben heridas externas, pero sí una hemorragia interna. (Corbis)
Tras una explosión, no se perciben heridas externas, pero sí una hemorragia interna. (Corbis)

Empezó como una investigación orientada a evitar que los soldados se desangrasen en el campo de batalla antes de que pudieran trasladarlos a un hospital para operarlos de urgencia, pero su aplicación es tan amplia que evitará miles de muertes producidas por hemorragias internas.

Un equipo de investigación de la Universidad James Cook, en Australia, ha desarrollado un medicamento que inyectado es capaz de reducir el sangrado interno hasta en un 60%, pausando a su vez el ritmo cardiaco y espesando la sangre para que se forme un coágulo en la herida, un “torniquete farmacéutico”.

Conocido como ALM (adesolina, lidocaina y magnesio), este líquido estabilizante debe ser inoculado por vía intravenosa en el transcurso de una hora de haberse producido la herida. Según el doctor Geoffrey Dobson, responsable de la investigación, están trabajando para aumentar el tiempo que puede pasar un herido una vez inyectado el fármaco antes de que sea atendido -actualmente es de cuatro a seis horas-. "No se trata de un componente sintético como los que se usan para tapar un neumático desinflado, es un medicamento terapéutico que protege el cuerpo y previene que adelgace la sangre, permitiendo así que se forme un coágulo viable para reducir el sangrado", comentó el científico.

Múltiples usos médicos

Los investigadores, que trabajan conjuntamente con el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, han recalcado que conocer las dificultades con las que los militares se encuentran en terreno hostil les permite ser más precisos. “Los próximos conflictos y misiones se realizarán en áreas aisladas, que requieren 72 horas antes de ser evacuadas, así que necesitan que los heridos puedan resistir ese tiempo”, explica. Y añade que, aunque de momento el fármaco solo se ha probado en animales, “conseguimos reducir la pérdida de sangre a menos de la mitad. Creemos que se podrá trasladar a otros campos, como accidentes en granjas, en zonas rurales o áreas remotas, y podrá salvar vidas”.

El fármaco podría utilizarse en un futuro para frenar las hemorragias posparto, a causa de las cuales mueren 150.000 mujeres cada año

De hecho, según publica ABC News, cerca de 1.000 muertes ocurridas en las guerras de Afganistán e Irak podrían haberse evitado si se hubiese podido utilizar el fármarco. "Conozco muchos casos de personas que sufrieron una hemorragia interna a causa de una explosión y pasaron tendidos tres días, muriéndose, sin que se percibiera ninguna herida en su cuerpo", explica el paramédico Geoff Evans, quien añade que este tipo de heridas "hacen puré tus órganos y producen un mayor sangrado interno".

El doctor Dobson, asimismo, también está trabajando para que este medicamento pueda ser aplicado en otros casos, como en las hemorragias posparto, que provocan la muerte de unas 150.000 mujeres cada año.

Empezó como una investigación orientada a evitar que los soldados se desangrasen en el campo de batalla antes de que pudieran trasladarlos a un hospital para operarlos de urgencia, pero su aplicación es tan amplia que evitará miles de muertes producidas por hemorragias internas.

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