La reveladora guerra sin cuartel entre las reinas de la moda, Wintour y Shulman

'Vogue' es el referente en el mundo de la moda. La revista decide qué se va a llevar, cómo y cuándo. La edición más famosa y destacada es la estadounidense, que dirige la todopoderosa Anna Wintour (66) desde 1988. Un trabajo que compagina desde 2013 con su labor de directora artística de todas las publicaciones del grupo editorial Condé Nast. Wintour es la mandamás de la moda, la que 'corta el bacalao'. Por eso a nadie le conviene tenerla como enemiga. Todo el mundo le baila el agua. Todos menos Alexandra Shulman (58), editora jefe de la edición británica de 'Vogue'.

Las desavencias entre Wintour y Shulman son vox pópuli en la industria. Ahora estas diferencias han quedado reflejadas en el documental 'Absolutely Fashion: Inside British Vogue' emitido este jueves 8 en la BBC.

El origen de su enfrentamiento

La rivalidad entre ambas es patente. El mal rollo comenzó con el nombramiento de Shulman como directora de 'Vogue UK' en 1992, un puesto que anteriormente ocupaba Wintour. Se dice se comenta que esta última fue una de las que más se quejó del nombramiento, pues Shulman no tenía "clase" para trabajar en moda ni venía de ese mundo.

Ambas han tenido sonados enfrentamientos públicos. Uno de los últimos se produjo esta primavera. Todo empezó porque Shulman estaba cerrando el acuerdo de una portada con Rihanna, pero en mitad de las negociaciones se enteró de que la de Barbados también estaba pactando con la revista americana. La editora jefe de 'Vogue UK' se enfadó tanto que decidió adelantar la portada de la cantante un mes antes de que saliese en la versión americana. Aunque un portavoz de Condé Nast dijo que la actuación de la directora británica no fue personal y que se hizo para "preservar la exclusiva", la duda está en el aire.

La decisión de cambiar de portada se hizo en el último momento, pues ya se estaba imprimiendo otra con Kate Moss. El director creativo Jaime Perlman y todo el equipo explicaron a cámara lo que sucedió: "Me quedé sorprendido; nunca había visto un desastre tan enorme... ¡ya estábamos imprimiendo la portada de Kate! Tuvimos que parar la impresión y preparar la nueva portada en media hora. Mi departamento tuvo que rediseñar el contenido del magacín".

Shulman no tiene amigos en la moda

Ni en el imperio 'Vogue' ni en la industria de la moda: Shulman no cae bien. La londinense no tienen nada que ver con sus homólogas Franca Sozzani (Italia), Edwina McCann (Australia), Emmanuele Alt (Francia) y la todopoderosa Wintour (EE.UU.). Mientras todas las editoras jefe de la revistas cuidan sus 'looks' hasta el más mínimo detalle, son iconos de estilo y aparecen asiduamente en fiestas y en los medios de comunicación, ella prefiere mantenerse en un segundo plano.

Shulman se dedica al periodismo y a hacer que la revista vaya bien (algo que, por cierto, parece que ha conseguido en los 25 años que lleva al frente, pues las ventas han aumentado en un 20%). No se peina para acudir a los desfiles ni le gusta hablar de sí misma. Además, es una apasioanda de la literatura: ha escrito dos libros y es jurado en premios literarios.

Al contrario que sus colegas, Shulman no tiene ningún amigo diseñador. Tampoco madruga para jugar al tenis o para visitar a su peluquero particular. Shulman parece gritar al mundo que "la moda no lo es todo" y, mucho menos, para ella.

La londinense lleva años luchando contra los excesos de la industria y contra la relación no implícita entre moda y delgadez. Desde que Shulman dirige 'Vogue UK' nunca se ha publicado una artículo de dietas o de adelgazamiento, y en 2009 escribió una carta a los diseñadores más importantes en la que les reprochaba las prendas tan pequeñas de sus colecciones y lo delgadas que estaban sus modelos. Esta premisa la sigue ella misma en su revista, pues exige que los maniquíes de las fotografías tengan un peso y un aspecto saludables.

Shulman no solo es la rara avis de la moda por su personalidad, sino también por sus orígenes: es hija de un crítico teatral y de una periodista y autora de manuales de etiqueta. Vive en un barrio bohemio, Queen´s Park, con su hijo de 19 años, fruto de un matrimonio que acabó hace 17, y con su actual pareja, el escritor David Jenkins.

La editora jefe de 'Vogue UK' nunca ha querido que se hagan una imagen de ella por lo que lleva puesto. Defiende el normopeso y no tiene ningún aliado en la industria. Además, escribe libros. Todo ello le impide acceder al club de las todopoderosas, liderado por la inigualable Anna Wintour.