La dieta del dinero de seis meses con la que serás mucho más feliz

Si estás leyendo esto es más que probable que estés como la mayoría de nosotros: intentando sortear la cuesta de enero con dignidad y aplomo. De repente ves que en tu cuenta ha desaparecido algún cero a la derecha y maldices (una vez más) a la Navidad y a sus dichosas tradiciones que te dejan el bolsillo temblando. Bueno, no te estreses. Tenemos un plan: ponernos a dieta.

No, no estamos hablando de que dejes de comer para ahorrar, sino de la dieta del dinero, aquella que cambiará tu mentalidad para que dejes de gastar tanto y, por tanto, ahorres.

Este régimen tiene como objetivo revisar tu actitud hacia el gasto y el dinero. Y de este ha hablado la experta australiana Nikki Goldstein, quien reveló a 'Femail' por qué se está embarcando en una desintoxicación de compras desde este mes de enero.

Un 7% de los españoles compran de manera impulsiva. Catalanes y vascos son los que más, y los valencianos y canarios los que menos

Si crees que tus cuentas necesitan una ayuda, un empujón para que no se vengan abajo cada final de mes, sigue leyendo.

¿Eres un comprador emocional?

El problema de Nikki es el de la mayoría de nosotros. Compramos de forma emocional. Somos, en pocas palabras, víctimas del capitalismo. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos recibiendo decenas de estímulos para que adquiramos A o B. Nos crean necesidades, y caemos. Adquirir cosas materiales se ha vuelto un estímulo para muchas personas, igual que el alcohol y las drogas.

Todo ello se debe al aumento en los niveles de dos neurotransmisores implicados en el proceso de compra: la serotonina, que genera bienestar, y la dopamina, que nos produce sensación de recompensa. La influencia y actividad de ambos es mucho más pronunciada en las mujeres.

Esta actividad puede desencadenar en una adicción a las compras, denominada oniomanía o shoppingmanía,y lo padece aquel que es incapaz de controlar sus tendencias e impulsos que le llevan a adquirir continuamente cosas nuevas.

En España, según un estudio realizado por el Hospital de Bellvitge, un 7% de los españoles compran de manera impulsiva. Catalanes y vascos son los que más, y los valencianos y canarios los que menos.

Desde 2013, las compras online han crecido un 52%, siendo las mujeres los mayores consumidores a través de estas plataformas

Esto es, a grandes rasgos, lo que le ocurre (u ocurría, tras el inicio de la dieta) a Nikki: "Siempre he sido una compradora emocional, pero siento que las cosas se han descontrolado recientemente", dice.

"Me paso las noches navegando por tiendas web. Realmente no necesito nada nuevo, pero...", admite, y añade: "Cuando llegas a los treinta años, lo más probable es que tengas un armario lleno de ropa y cosas que se puedan utilizar más de una vez y para diferentes ocasiones". Al respecto, y desde 2013, las compras online han crecido un 52%, siendo las mujeres los mayores consumidores a través de estas plataformas.

Nikki es consciente de su 'problema', así que ha decidido comenzar la 'dieta del dinero' porque quiere encontrar la manera de enfocarse en "las cosas no materiales" de su vida y darse tiempo de pasar el altibajo emocional que desencadena la compra de cosas.

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Así es la dieta del dinero

Entonces, ¿cómo es realmente este régimen? Desde el 15 de enero de este año y hasta el 16 de julio, Nikki se ha propuesto no comprar nada excepto productos de primera necesidad. Como por ejemplo, en la sección de belleza, como base, limpiador, crema hidratante, rímel y laca.

También se permite comprar regalos para otras personas y terminar de decorar su apartamento, pòr lo que se plantea adquirir alguna silla, mesa o plantas. "Si necesito comprarme algo para mi trabajo, como tinta para la impresora, entonces también puedo", comenta. "Se trata de volver a encontrar el equilibrio en mi vida. Este es un experimento para percatarme y/o descubrir de dónde saco el placer a mi vida", añade.

¿Por qué deberíamos hacer esta dieta? La experta lo tiene claro: "En la era de Instagram, constantemente nos hacen alarde de esta idea de querer algo porque no somos lo suficientemente buenos. A menudo consideramos la realización como algo que proviene de un objeto y ese enfoque es peligroso, ya que un objeto material nunca cambiará la forma en que nos sentimos".

Durante su dieta de compras, Nikki asegura estar aprendiendo a sacarle provecho a las cosas pequeñas, ya sea disfrutando de un café con un amigo en casa o poniéndose al día con la familia en una caminata: "Ya siento como si me hubiera desprendido de un gran peso. Sé que cuando vaya a la ciudad mañana para una reunión no compraré. En su lugar, me enfocaré en a quién voy a ver y qué voy a hacer".