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Los graves riesgos de sobreproteger a sus hijos
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Los graves riesgos de sobreproteger a sus hijos

Un estudio halla que los niños con progenitores que los ayudan, defienden y apoyan demasiado sufren posteriormente dificultades para controlar sus emociones

Foto: Padre e hijo. (iStock)
Padre e hijo. (iStock)

Le dices a tu hijo que debe ir a recoger un paquete a correos. El local está a tan solo 500 metros de casa pero a él le da miedo salir solo a la calle. Situaciones como esta se repiten en muchos hogares y son fruto, según los expertos, de la sobreprotección. La revista 'Slate' realizó una encuesta entre 6.000 lectores a los que preguntó qué cosas de las que hacían de pequeños permitían hacer hoy a sus vástagos. La conclusión fue demoledora: los niños actuales tienen mucha menos libertad que sus progenitores.

Así lo único que se consigue es que sean menos capaces de controlar sus emociones a medida que crecen, lo que aparentemente genera problemas en el colegio, según la investigación realizada en la Universidad de Minnesota Twin Cities. "Los padres que controlan en exceso a menudo tienen buenas intenciones y están tratando de apoyar a sus hijos, pero no lo hacen", asegura Nicole Perry, coautora del proyecto.

Foto: Consuela a tu hijo. (iStock)

Padres helicóptero

Son el tipo de padres que no pueden parar de "sobrevolar" a sus pequeños y acaban creando una generación incapaz de manejar sus trabajos y su propia vida. Piensan que están ayudando, pero en realidad empequeñen las posibilidades de tener éxito. En concreto, están echando por tierra sus probabilidades de encontrar un puesto de trabajo y mantenerlo.

El principal problema es que no quieren que sus niños sufran, por lo que intentan estar en cada golpe que la vida les da. Y eso es un error: estos niños sobreprotegidos nunca aprender a lidiar con la derrota, el fracaso o la depepción. No asumen la frustración y sin esta, se ven incapaces de asumir correctamente las tareas que se les encomienda en un su vida laboral.

Los jóvenes de hoy en día necesitan padres que les ayuden a convertirse en adultos, lo que implica no estar tan encima de ellos

No es que seas mal padre, es que tienes que darles alas. Deja de privarles de las consecuencias de sus actos. así pierden la oportunidad de aprender muchas lecciones de vida que aparecen tras cometer errores y que les ayudarán a potenciar su inteligencia emocional.

Fomenta sus habilidades

"Sin embargo, para desarrollar sus capacidades sensitivas y de comportamiento, los padres deben permitir que los niños experimenten una variedad de emociones y les dejen espacio para practicarlas y tratarlas independientemente además de guiarlos y ayudarlos cuando la tarea se vuelva demasiado grande", añade la experta.

En un estudio publicado en 'Developmental Psychology', Perry y sus compañeros suizos y estadonidenses describen cómo examinaron la crianza y el comportamiento de 422 niños de dos años invitando a la madre y al pequeño a un laboratorio y pidiéndoles que probaran una serie de juguetes durante cuatro minutos. Las sesiones se registraron y los investigadores evaluaron en qué medida la madre trató de hacerse cargo de la tarea.

A los cinco años, el equipo analizó la respuesta de los niños a una sesión de dulces y su capacidad para pensar cuidadosamente sobre un rompecabezas bajo la presión de un tiempo determinado. Cuando los niños tenían entre cinco y diez años, los investigadores pidieron a los profesores que calificaran problemas como la depresión, la ansiedad o la soledad, el rendimiento académico y sus puntos de vista sobre sus habilidades sociales. A los diez, los niños fueron interrogados sobre sus actitudes hacia la escuela y los profesores así como sobre los problemas emocionales.

Los padres helicóptero son del tipo que no pueden parar de "sobrevolar" a sus hijos y acaban creando una generación incapaz de manejar sus trabajos

El equipo descubrió que una vez que se tuvieron en cuenta factores como la edad, el comportamiento o y el nivel socioeconómico, la conducta más controladora de las madres se relacionó con los hijos que menos control tenían sobre sus propias emociones e impulsos.

Peores relaciones

Además, los niños de cinco años con un control más pobre de las emociones se relacionaban con peores habilidades sociales cuando llegaban a los diez, además estaban vinculados a un rendimiento académico más pobre incluso después de tomar en cuenta tales capacidades y también fueron vinculados a una mala actitud hacia la escuela. Sin embargo, el estudio solo analizó la conducta de las madres en un momento determinado y no tuvo en cuenta los cambios en la crianza o la salud física del niño.

Dieter Wolke, profesor de psicología del desarrollo y diferencias individuales en la Universidad de Warwick, señaló que los investigadores no observaron si las progenitoras tenían trastornos de ansiedad, a pesar de que el estudio fue respaldado por investigaciones previos que demostraron que la falta de autorregulación en los primeros años de la infancia está relacionado con problemas posteriores.

Se necesitan más investigaciones

"El problema aquí realmente es que si no aprenden a superarse y gestionar sus emociones, ¿cómo pueden solucionar un problema cuando salgan de la casa o cuando vayan a la universidad? En cierto modo, es una forma de abuso que les quita esta oportunidad a los niños", asegura. Pero la doctora Janet Goodall de la Universidad de Bath ha instado a la prudencia señalando que es difícil decir cuánto control parental es "demasiado" y qué factores culturales deben considerarse al observar el comportamiento de los padres en el entorno del niño.

Los niños actuales tienen mucha menos libertad que sus progenitores, según un estudio

"Si bien el estudio muestra una conexión entre lo que llaman control excesivo de los padres y los problemas posteriores, no dice que sea la causa de los problemas posteriores. Asegura que va de la mano de ello a pesar de que solo se observó a los progenitores durante seis minutos", comenta. Goodall añadió que los padres no deben sentirse culpables ni juzgados: "Lo que es realmente importante es que se preocupen por sus hijos y por lo que deben aprender".

Los jóvenes de hoy en día necesitan padres que les ayuden a convertirse en adultos, lo que implica dejar de estar tan encima y permitir que fomenten que hagan las cosas por ellos mismos. Descubir por su cuenta que saben superar las problemas.

Le dices a tu hijo que debe ir a recoger un paquete a correos. El local está a tan solo 500 metros de casa pero a él le da miedo salir solo a la calle. Situaciones como esta se repiten en muchos hogares y son fruto, según los expertos, de la sobreprotección. La revista 'Slate' realizó una encuesta entre 6.000 lectores a los que preguntó qué cosas de las que hacían de pequeños permitían hacer hoy a sus vástagos. La conclusión fue demoledora: los niños actuales tienen mucha menos libertad que sus progenitores.

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