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"Me he acostado con más de 40": así son las fiestas sexuales
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"Me he acostado con más de 40": así son las fiestas sexuales

En la actualidad, Reino Unido está viviendo una gran ola de orgías multitudinarias. ¿Quiénes acuden a estas fiestas y por qué lo hacen?

Foto: Foto: iStock.
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Para muchas personas, las relaciones sexuales consentidas fuera del ámbito de la pareja están plenamente normalizadas. No solo eso, sino que ambas partes participan y se lo pasan en grande en fiestas sexuales de nunca acabar. Se dan cita en los lugares más indómitos, van todos a una y seguramente te sorprendería descubrir que tienen trabajos y vidas normales al margen de todo el sexo y el desenfreno del que gozan los fines de semana y en sus ratos libres.

"Hubo muchos gemidos, acompañados de un fuerte olor corporal y a enjuague bucal. Me sorprendió la poca gente que usaba condones", relata Suzannah, una mujer de 38 años británica que se ha servido de un seudónimo para narrar estas orgías de swingers, o lo que se conoce como "parejas liberales", a las que acude de forma regular con su novio. "Había una mujer muy guapa de pelo largo y oscuro sentada en un gran columpio de cuero colgado del techo mientras una fila de hombres esperaban para tener sexo con ella, uno por uno. Me sorprendió muchísimo el hecho de que una mujer fuera capaz de tener relaciones con más de 20 tíos en una sola noche".

Me he acostado con más de 40 hombres desde que mi chico y yo comenzamos a asistir a estas fiestas

Suzannah es auxiliar de enfermería y nunca olvidará el primer encuentro de sexo anónimo al que asistió, eso sí, acompañada. "Mi novio y yo acabamos viendo como mantenían relaciones en lo que llamaban 'salas de juego', compuestas de cinco camas gigantes en fila sobre las que había más de 25 personas teniendo sexo entre ellas y en grupo", como ella misma relata al rotativo británico 'The Sun'.

El país británico está viviendo actualmente una gran ola de sexo libre y sin ataduras. El caso de Suzannah solo es la punta de lanza de un movimiento que está llegando a la población adulta casada o unida en parejas de hecho. La primera vez que acudió fue porque su novio se lo propuso. Al principio no lo vio con buenos ojos, pero tras mucho insistir, decidió probar. Y ahora parece haberse convertido en su afición favorita.

Foto: 'Siempre tienen la idea preconcebida de que vamos a ser un 70-80% tíos y el resto chicas, pero no. Solemos ser fifty- fifty'. (iStock)

Los participantes se dan cita en hoteles de lujo y grandes casonas en medio del verde campo inglés. La entrada les costó a cada uno 20 libras (alrededor de 23 euros). Una vez dentro, había muchos televisores que retransmitían 'soft porn', mujeres bailando desnudas y parejas jugueteando en los jacuzzis, según informa el medio británico. Aunque se sintieron incómodos a la hora de intimar con desconocidos, pronto se desprendieron de ataduras y comenzaron a experimentar, en una suerte de sexo anónimo sin prejuicios ni remordimientos.

"No me gustan las grandes orgías", reconoce. "Me gusta el sexo con una pareja o los tríos, ya que si hay más gente todo se vuelve un poco confuso y desordenado. Pero al final te acostumbras, y seguramente haya tenido sexo con más de 40 hombres desde que mi chico y yo comenzamos a asistir a estas fiestas. Siempre me aseguro de que se usan preservativos y no veo a nadie fuera de los eventos. A veces, simplemente voy y me quedo observando sin interactuar con nadie. Ya solo eso me parece muy excitante".

Siempre te encuentras con gente nueva, me encanta la sensación de libertad que ofrece. El 'swing' ha aumentado mi confianza en Steve

El caso de Sara Jane Banahan es parecido. Tiene 34 años y lleva asistiendo a orgías desde hace seis años, al poco de conocer a su pareja, Steve. "Tuve una vida sexual bastante convencional durante años, pero todo cambió cuando Steve y yo nos conocimos y me dijo que le gustaría probarlo". Se lo tomó bien. "Monté una pequeña orgía sorpresa por su cumpleaños en un hotel de Londres. Tenía miedo, pero siempre he tenido la mente abierta, así que invité a cinco o seis personas que conocí online para que se unieran a nosotros. Al final, vinieron 35 y fue una gran noche".

Tanto en el caso de Suzannah como en el de Banahan se repite el mismo patrón: es el hombre quien convence a su pareja para que se acuesten con más personas, ella lo ve regular pero al final accede, y todo queda como un estupendo regalo que ella le hace a él porque le quiere. Es decir, en ningún caso aparecen chicos hablando sobre cómo les convencieron sus parejas para acudir a estas fiestas, son ellas las que tienen que tragar con ello y acabar disfrutando de la experiencia.

Foto: Imagen: Brian Atwood

Además, esa especie de sumisión que al final acaba siendo un placer de infinitas proporciones, también se convierte en un aliciente más para seguir juntos. Tanto es así, que ambas confiesan sentir más fortalecidas sus respectivas relaciones. "Siempre te encuentras con gente nueva, me encanta la sensación de libertad que ofrece, el swing ha aumentado mi confianza en Steve", afirma Banahan. "Evita que todo se vuelva aburrido. Gracias a estos encuentros conoces a personas de todos los ámbitos: médicos, abogados, oficinistas... Lo que todos tenemos en común es que somos de mente abierta".

La opinión de Steve también es positiva. Después de haberla convencido, su plan parece haber dado sus frutos. Ambos disfrutan de su relación en privado y del sexo en grupo. "Siempre he fantaseado con el mundo de las orgías y ver a Sarah jugar con otras mujeres", explica. "Estas fiestas me dan la oportunidad de cumplir todo tipo de fantasías, así como ver a otras personas cumplir las suyas, lo que me excita aún más. Soy muy voyeur, por eso lo disfruto al máximo".

Para muchas personas, las relaciones sexuales consentidas fuera del ámbito de la pareja están plenamente normalizadas. No solo eso, sino que ambas partes participan y se lo pasan en grande en fiestas sexuales de nunca acabar. Se dan cita en los lugares más indómitos, van todos a una y seguramente te sorprendería descubrir que tienen trabajos y vidas normales al margen de todo el sexo y el desenfreno del que gozan los fines de semana y en sus ratos libres.

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