Ganan 2,5 millones a la lotería pero siguen buscando ofertas en los supermercados
Aseguran que cazar gangas es uno de los grandes placeres de su vida, por lo que siguen acudiendo a las mismas tiendas de antes de ser millonarios
Las personas somos como somos: tenemos nuestras ideas y nos comportamos de una determinada manera, dependiendo de nuestros gustos, aficiones y circunstancias personales. De hecho, es normal que pese a recibir noticias que nos pueden cambiar completamente la vida, como es ganar la lotería, solemos seguir comportándonos de la misma forma.
Un buen ejemplo de ello son Marie y Paul Kibler, una pareja inglesa que ganó 2.194.776 libras, casi 2,5 millones de euros al cambió, en la lotería nacional británica del año 2012. Sin embargo, su vida de millonarios sigue estando plagada de pequeños detalles iguales a lo que hacían antes de que les tocara la varita de la suerte.
Uno de esos detalles es que Marie y Paul, pese a que su cuenta corriente sigue teniendo muchos ceros, son fieles a sus costumbres en el supermercado: les encanta encontrar ofertas, por lo que siguen buscando las mejores gangas y frecuentando los mismos super a los que iban antes de ser millonarios: tener más dinero no les ha hecho cambiar de vida.
Con Rolex y el folleto de ofertas
Cuando Marie y Paul ganaron su premio tomaron varias decisiones: la primera fue pagar lo que les quedaba de hipoteca, algo normal entre los ganadores de grandes premios a los juegos de azar; y la siguiente tampoco debe extrañar a nadie: se compraron un Mercedes de lujo cada uno y un reloj Rolex para lucir en sus muñecas.
Esta pareja adora comprar en Poundland, una cadena de tiendas de descuento, y sigue haciéndolo a pesar de ser millonarios
Esta pareja británica también demostró que tiene un gran corazón. Su hija Anne fue diagnosticada de cáncer de ovarios cuando solo tenía 23 años y Marie y Paul han colaborado con varias ONGs aportando cantidades de dinero para la investigación y el cuidado de los enfermos. Además, hicieron algunos regalos a todos los voluntarios (más de 50) de los distintos centros de lucha contra el cáncer de su ciudad natal.
Rolex, Mercedes, donaciones a una ONG… Los Kibler podrían ser como cualquier otra pareja a la que le ha tocado la lotería… pero no. Ellos tienen algo que les hace tremendamente especiales y que sorprende a quienes no les conocen: son adictos a las ofertas, por lo que siguen buscando gangas en los supermercados pese a ser millonarios y no tener problemas económicos.
Marie ha explicado al Birmimghan Mail que adora comprar en Poundland, una famosa cadena de tiendas de descuento del Reino Unido. Sigue entrando en estas tiendas "2 ó 3 veces por semana. Siempre me ha encantado Poundland y siempre lo hará. Puede que haya ganado la lotería, pero una cosa nunca cambiará y es mi amor por una oferta".
"Seguimos teniendo los pies en la tierra"
La millonaria amante de las gangas no puede pasar sin comprar en Poundland "productos de tocador, baterías y artículos de limpieza". Reconoce que "antes de ganar la lotería, aún tendía cuidado con lo que gastaba allí, pero ahora puedo comprarla a granel. Esa es la diferencia, pero siempre compraré en Poundland". ¿Puede haber una clienta más satisfecha?
Marie Kibler explica que tanto ella como su marido, a pesar de haber ganado una ingente cantidad de dinero, "seguimos teniendo los pies en la tierra" y que así sería para siempre: "No creo que lo perdamos nunca. Cuando has sido cuidadoso con tu dinero, es difícil convertirte en una persona imprudente”. Así se explica su gusto por las ofertas.
Es más, la afortunada ganadora explica que “el dinero que ganamos... suena a mucho dinero, y lo es. Sin embargo, ambos hemos renunciado a nuestros trabajos y no tenemos ingresos, por lo que no podemos olvidarnos de todo y ser unos imprudentes". Marie trabajaba como secretaria médica, mientras Paul aguantó cuatro años más trabajando como jardinero, pero después se retiró.
Ambos renunciaron a sus trabajos, por lo que deben administrar su premio para que les dure toda la vida
En los siete años que han pasado desde que se convirtieron en millonarios han repartido mucho dinero entre ONGs y familiares, haciendo muchos regalos. Pero hay uno que les llena de un orgullo particular: comprar un desfibrilador para la escuela especial de su nieto. Marie, que hoy tiene 72 años, y Paul, que cumplirá 60 dentro de unos meses, usaron sus cumpleaños y el aniversario de su boda para confeccionar su combinación ganadora: hoy son dos personas sin problemas económicos, pero que no olvidan sus humildes orígenes.
Las personas somos como somos: tenemos nuestras ideas y nos comportamos de una determinada manera, dependiendo de nuestros gustos, aficiones y circunstancias personales. De hecho, es normal que pese a recibir noticias que nos pueden cambiar completamente la vida, como es ganar la lotería, solemos seguir comportándonos de la misma forma.