Una mujer en paro gana una casa jugando a la lotería: no podía haber mejor ganador
Participó en un juego de azar en el que se ponen en juego premios que van desde unos pocos dólares hasta coches y se llevó el premio gordo: una vivienda
Cuando se participa en un juego de azar se hace con la intención de llevarse el premio máximo. Todos aquellos jugadores de la lotería, habituales o no, esperan poder ganar un bote que les cambie la vida, que les permita acceder a lujos que hasta ahora les estaban vetados y poder llevar una existencia plácida que no les obligue a contar cada euro para llegar a fin de mes.
Pero no todos los sorteos son económicos: en el mundo encontramos todo tipo de rifas y juegos en los que se sortean los objetos más variados. En España, por ejemplo, hay sorteos que coinciden con la Navidad en los que se regalan casas en la playa, coches de lujo, lingotes de oro o hasta vueltas al mundo para el ganador y su acompañante.
En Canadá hemos conocido un caso que ha puesto de acuerdo tanto a la persona que ganó un sorteo como a aquellas que habían participado y se quedaron con las ganas: no había una ganadora mejor. Porque una mujer que estaba en el paro participó en el sorteo de una casa y ha sido la ganadora. No podía hacerle más falta el premio.
Una casa para ella sola
Ha sido en Windsor, en el sur de Canadá, justo en la frontera con Estados Unidos. Allí se ha celebrado el sorteo de la Brentwood Lottery, un famoso juego en el que lo que se sortea es una vivienda. Y la ganadora ha sido Darlene Formosa, una mujer de 56 años que llevaba demasiado tiempo en el paro y sin poder trabajar.
Llevaba varios años en paro y cada vez que miraba su cuenta corriente temblaba de miedo
Darlene ha reconocido al Windsor Star que cada vez que miraba su cuenta corriente se echaba a temblar: cada vez era más escasa y le preocupaba quedar en la indigencia dentro de pocos meses. Por eso participó en la lotería de Brentwood, con la esperanza de que le sonriera la suerte, pero en el fondo no se creía que eso pudiera pasar.
Por eso, cuando recibió la llamada de los responsables de la lotería, no se lo podía creer: "La llamada me dejó alucinada. Estaba sentada en el suelo llorando y no fui capaz de decirle a mi marido que había ganado". El premio no es pequeño: una vivienda valorada en 474.487 dólares canadienses, el equivalente a 327.000 euros al cambio.
Pero, si Darlene Formosa lo desea, puede elegir quedarse con una cantidad económica de 380.000 dólares canadienses, lo que supone algo más de 260.000 euros, pero ya libres de impuestos. Lo que está claro es que es una noticia que le cambiará la vida, sobre todo teniendo en cuenta su pasado reciente de mujer en paro de larga duración.
Un sorteo a la antigua
La lotería de Brentwood es muy famosa entre los habitantes de Windsor: los boletos en juego se introducen en un cilindro metálico, del que se van extrayendo uno a uno los ganadores a mano. Se comienza por los más pequeños y se va subiendo en el valor del dinero hasta que se llega a los últimos premios: tres coches y una casa nueva que es el objetivo de todos los jugadores.
En total se extraen 158 premios y el boleto de Darlene fue el último en salir, lo que significaba que era la agraciada con el premio gordo: "Nunca he estado tan agradecida en toda mi vida. Es una de esas palabras que he estado practicando durante un año, solo para estar agradecida por todo lo que me ha pasado". No es para menos, le ha cambiado la vida.
Darlene Formosa no sabía cuál era al número que jugaba y cuando recibió la llamada que le iba a comunicar el premio estuvo a punto de no descolgar. De hecho, reconoce que cuando el director de la lotería de Brentwood, Mark Lennox, le dijo que era la ganadora del sorteo, llegó a pensar que se trataba de una broma o que era una estafa. Pero entonces se dio cuenta de que era real.
Se extrajeron 158 premios, de menor a mayor, y el boleto de Darlene fue el último en salir: había ganado una casa
En total han participado 43.000 personas en el sorteo y se espera recaudar un millón de dólares que irán destinados a campañas con los más desfavorecidos. La mayoría del dinero irá destinado a acoger programas de ayuda a la vivienda y apoyo familiar para las personas que necesitan asistencia, por eso es un sorteo en el que los vecinos se vuelcan.
Cuando se participa en un juego de azar se hace con la intención de llevarse el premio máximo. Todos aquellos jugadores de la lotería, habituales o no, esperan poder ganar un bote que les cambie la vida, que les permita acceder a lujos que hasta ahora les estaban vetados y poder llevar una existencia plácida que no les obligue a contar cada euro para llegar a fin de mes.