Gana dos millones y medio a la lotería y solo piensa en el coche nuevo que se comprará

Lo que lleva a una persona a jugar a la lotería solo lo sabe cada uno de los jugadores. Los juegos de azar son el lugar en el que se juntan muchos sueños, pero solo unos pocos afortunados consiguen hacerlos realidad. Casas, coches y viajes son los deseos más repetidos entre los ganadores, aunque no son los únicos, ni mucho menos.

Hemos visto casos en el pasado como el de Colin Weird, un escocés amante del fútbol que decidió invertir una parte de su premio en comprar el Partick Thistle, el equipo de sus amores. La mala suerte quiso que cuando el equipo ya era suyo, no viviera para verlo llegar de nuevo a lo más alto del fútbol escocés: Colin Weird murió hace pocas semanas a los 71 años de edad.

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Pero lo cierto es que la mayoría de los mortales tenemos los mismos sueños: realizar viajes que siempre hemos soñado, vivir en una casa a la que no le falte ningún lujo, llevar a los hijos a los mejores colegios o poder cenar cada día en los mejores restaurantes del mundo. Por no hablar de coches, ya que esa es una liga aparte para los ganadores de la lotería.

Ganó dos millones y medio

En esa liga quiere jugar Jody Stimpson, un hombre de 52 años de edad y que vive en Glenn Falls, una pequeña ciudad de 15.000 habitantes del estado de Nueva York, en el noreste de Estados Unidos. Glenn se ha convertido en el primer millonario del juego 'Make My Year', un tipo de rasca y gana que ofrece la Lotería del estado de Nueva York.

Jody ganó su premio en la misma tienda en la que trabaja su hija y en la que, además, conoció a su pareja cuatro años atrás

Lo consiguió de una manera curiosa: Stimpson entró en una tienda en la que trabaja su hija a principios de enero. Compró varias cosas y, además, canjeó un rasca y gana que tenía en su bolsillo premiado días atrás. Le dieron 20 dólares por el premio y decidió comprar otros dos boletos con ese dinero. Salió de la tienda, se fue a su coche y comenzó a rascar el boleto.

Sentado tranquilamente en su vehículo, Jody Stimpson rascó varios números en uno de esos boletos hasta que descubrió que también estaba premiado. Pero en lugar de los 20 dólares que había ganado la última ocasión, esta vez el premioera muy especial: había ganado 2,5 millones de dólares, unos 2,2 millones de euros al cambio, aproximadamente.

Como suele pasar en estos casos, Stimpson no se lo creyó: "Pensé, esto no puede ser real. Estaba sentado en mi coche y me emocioné. No creía que realmente estuviera sucediendo". Jody reconoce que ha jugado a los boletos de rasca y gana durante mucho tiempo, pero nunca había ganado más que el reintegro. Por eso, este premio "fue una gran sorpresa".

Solo piensa en el coche

Stimpson recogió su premio junto a su novia, Tanya Scoville, con la que lleva saliendo cuatro años y a la que conoció, casualmente, en la misma tienda en la que compró el boleto ganador. Recuerda que al descubrir que era millonario fue rápidamente a casa y enseñó el rasca y gana a su pareja: "Me dijo, ¿es real? Y le dije sí, realmente ganamos el premio gordo".

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Pero Jody mantuvo la calma y siguió haciendo su vida como un día más: trabajaba entonces como ensamblador de productos en un hipermercado Walmart, pero tenía el día libre, así que después de abrazarse con su novia y de llorar de alegría, llevó a Tanya al hospital en el que trabaja como enfermera. Acto seguido, se fue a cobrar su billete premiado.

Una vez que certificaron que el billete era válido, llegó el momento en el que había que pensar en qué gastará el dinero: "Queremos llevar a los niños en un coche mejor porque en el que tenemos ahora no funciona la calefacción". La pareja vive junto a cuatro hijos y quieren tener un gran coche para poder visitar todos los parques nacionales del país con sus nuevas ganancias.

El premio, después de pagar impuestos, se ha reducido a 1,57 millones de dólares, suficiente para cambiar sus vidas por completo

Jody ha explicado a Sun News que está convencido de que las cosas suceden por alguna razón y quiere pensar que se merecía el premio. Su pareja, por su parte, lloraba al recordar que "he trabajado duro toda mi vida y durante muchos años crié a mis hijos como madre soltera. Fue realmente genial encontrarse con Jody, tenemos muchas cosas en común y no lo cambiaría por nada en el mundo".

Ahora tienen toda la vida por delante para disfrutarla sin ataduras: solo tienen que elegir el modelo de coche que quieren y gastarse el millón y medio de dólares largo que les ha quedado después de pagar todos los impuestos. La lotería les ha cambiado la vida.