El efecto de TikTok en los jóvenes: así cambiará el porno tradicional en el futuro

En las últimas semanas, la ‘app’ de origen chino TikTok saltaba a la actualidad tras las acusaciones de Donald Trump y su gobierno de poner en peligro la seguridad nacional. El presidente de Estados Unidos ya ha avisado de su intención de construir un mundo tecnológico partido en dos, moldeado entre la potencia que él mismo preside y China. Esta ‘app’, relativamente nueva (fue creada en 2016 pero en España no empezó a crecer hasta 2018), ha tenido un auge entre la población española a raíz, sobre todo, del confinamiento. Según datos de la página de análisis de aplicaciones Priori Data, ya cuenta con 5,7 millones de usuarios en nuestro país, desbancando a Facebook y a otras redes sociales.

Opinión

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El secreto de su éxito no deja de ser la aparente naturalidad que muestran los protagonistas de sus vídeos. En una época en la que quedó prohibido salir a la calle y tener vida social, el contenido de esta ‘app’ llenó los móviles con vídeos de apenas unos segundos en los que perfectamente podía aparecer tu vecino o vecina de enfrente haciendo algo gracioso o cotidiano bajo múltiples efectos visuales, filtros y sintonías. Y, como sucede con toda corriente sociológica o moda, esto también tiene un reflejo en las tendencias sexuales de la población, que alcanza su máxima expresión en los ‘tags’ más buscados del mundo pornografíco.

Ya lo avisaban los expertos con la llegada del confinamiento: el consumo de pornografía se dispararía brutalmente al estar encerrados en casa. De ahí que las altas esferas de la industria se hayan apresurado a aventurar que la nueva generación que viene, la conocida como ‘Gen Z’, esté muchísimo más predispuesta a pagar por contenido para adultos que las anteriores. Sobre todo, si la estrella de estas escenas eróticas es también la productora. Es decir, si el vídeo es casero, está exento de profesionalidad o, en otras palabras, es cien por cien amateur.

Es probable que los consumidores paguen por contenido de artistas virales que por el porno tradicional. Se siente mucho más íntimo

“Estamos asistiendo a un cambio brutal en la industria”, asegura Alex Hawkins, vicepresidente del sitio xHamster, a la revista ‘Mel Magazine’. “En la estética, esto se traduce en un aumento de situaciones realistas y cuerpos más naturales. Es lo mismo que encontrarías en TikTok pero con menos ropa. Creemos que es más probable que los consumidores paguen por contenido creado por artistas que por el porno tradicional. Se siente mucho más íntimo”.

Un informe de tendencias realizado por la compañía de Hawkins este mismo año reflejaba el tremendo auge que han experimentado algunos términos de búsqueda como “real tits” (“tetas naturales”) o “homemade real” (“vídeo real y casero”) en los últimos meses: un 200% y un 112% respectivamente. En este sentido, la popular categoría “amateur” no ha dejado de crecer a la par: ahora mismo es la más popular en todo Estados Unidos y la tercera más buscada en el mundo. Del mismo modo, también han crecido enormemente otras categorías relacionadas, como “cuerpos naturales” o “situaciones auténticas” (la cual reúne vídeos de sexo en lugares públicos y de voyeurs).

Las producciones pornográficas del futuro se moverán del estudio al hogar, a la residencia universitaria, a la ruta de senderismo

“Sospechamos que parte de este auge se debe al aumento de producciones ‘reales’, de amateurs independientes que transmiten sus contenidos en redes sociales de pago, con clips personalizados y sitios de suscripción dirigidos a fans, donde sus consumidores pueden pagar por ver lo que supuestamente verían en una producción profesional pornográfica”, asegura el informe.

Esto también lo podemos comprobar en el tremendo auge que ha tenido en los últimos tiempos plataformas como OnlyFans o el Snapchat. “A menudo se filma con teléfonos de alta gama, de ahí que las producciones pornográficas del futuro se muevan del estudio al hogar, la residencia universitaria o la ruta de senderismo”, concluye el estudio. “Espera a que esta tendencia aumente en los próximos años, a medida que los teléfonos ganen en definición y en facilidades de edición y se popularicen”.

¿Un porno no tan explícito?

Todo esto hace pensar en la pornografía del futuro como una industria ubicua y autónoma, cuyos creadores pueden emitir su contenido a gusto del consumidor, cuándo y cómo quieran, en las situaciones que sean y sin que tampoco tenga que ser de tipo explícito, ya que lo que más cautiva a este nuevo público de cine para adultos no es lo que ven en el porno tradicional, cargado de posturas imposibles y primeros planos, sino la naturalidad de sus protagonistas.

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"Después de años en los que había un énfasis por imágenes pulidas a través de Instagram y otras plataformas, la Generación Z exige una autenticidad sin filtros ni luces de escenario, sin cámaras caras", observa Magdalene Taylor, periodista de 'Mel Magazine'. "Quieren contenido que refleje sus propias vidas, producido en sus habitaciones con el iPhone". Al igual que en Estados Unidos, aquí en España muchos jóvenes ya usan de escaparate sus redes sociales para ofrecer contenidos pornográficos privados en plataformas como Onlyfans o Patreon.

La pregunta que hay que hacerse es si las suposiciones de Hawkins son ciertas y avanzamos hacia una nueva estética pornográfica alejada de los cánones tradicionales que siempre han triunfado. En todo caso, el porno seguirá siendo un gran negocio por el que la gente está dispuesta a pagar mucho dinero, tanto las generaciones pasadas como las venideras. Y en épocas de crisis económica como la que está al caer después de la pandemia, es indudable que muchos jóvenes (uno de los sectores de la población más golpeados) verán en él una posible salida o ayuda para hacerla frente.