¿Te imaginas teletrabajar en el paraíso? En Maldivas es posible (pero no barato)

La pandemia de covid-19 que afecta a todo el mundo ha cambiado nuestra vida tal y como la conocíamos. Millones de personas ya no acuden cada día a trabajar a su oficina, sino que se quedan en su casa con su ordenador y su conexión a internet. Ya no hay cafetitos con los compañeros de trabajo, sino minutos de descanso para poder cuidar de tus hijos o de las personas que tienes a tu cargo.

El teletrabajo ha llegado para quedarse e incluso el Gobierno y la patronal negocian la manera de regular esta nueva situación. Son muchas las personas que han tenido que cambiar su forma de vivir para adaptarse a esta nueva circunstancia y no siempre se tiene una habitación que se pueda utilizar como despacho, por lo que hay que usar otras estancias de la casa y adaptarlas a ese fin.

Muchas personas tomaron la decisión de trasladarse a su segunda residencia y poder trabajar desde un lugar más agradable, incluso viendo el mar y la playa en algunos casos. Ese sería el sueño de la inmensa mayoría de quienes tienen que teletrabajar desde su casa en los próximos meses y, ahora, una empresa ha ofrecido el paraíso soñado para todos ellos: teletrabajar en Maldivas.

Idílico, sí; barato, no

Tal y como publica Harpers Bazaar, un lujoso complejo de las islas Maldivas ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para atraer a personas de todo el mundo que quieran teletrabajar desde algunas de sus preciosas cabañas. Tendrán a su disposición la tecnología WiFi de última generación, impresora, fax, proyector, un escritorio y todo aquello necesario para trabajar en el día a día.

Una semana en este paraíso cuesta 20.000 euros; si pensamos quedarnos dos o tres semanas el precio se dispara hasta los 33.000 y 44.000 euros

Pero la oferta va más allá. El 'paquete de teletrabajo' se completa con impresionantes vistas al mar desde el escritorio, clases de yoga y meditación para desestresarse, un ayudante personal las 24 horas y servicios de aperitivos y lavandería sin cargo. También hay clases de fitness en el gimnasio, un crucero privado en un yate de lujo al atardecer para ver delfines y cualquier cosa que el cliente pueda desear.

Lo único "malo" de la oferta es el precio, ya que no está al alcance de todos los bolsillos: una semana en este paraíso cuesta 20.000 euros, mientras que si pensamos quedarnos dos o tres semanas el precio se dispara hasta los 33.000 y 44.000 euros respectivamente. Eso sí, el cliente solo se tendrá que preocupar de trabajar y, cuando se quiera relajar, tendrá a su disposición las cristalinas aguas del océano Índico.