Gana un millón a la lotería porque a su hijo se le olvidó un refresco en casa

La lotería está llena de situaciones increíbles en las que la suerte juega un papel fundamental. Nunca el dicho de "estar en el momento justo y en el lugar adecuado" fue tan decisivo para ganar un premio millonario, aunque aquí hace falta un factor añadido más: el impulso que lleva a una persona a gastarse un dinero en un determinado boleto.

Ese fue el caso de Sharon Hall, una mujer que hoy tiene 53 años y a la que le cambió la vida hace 16. Aquel día, Sharon iba a llevar a su hijo Christopher al entrenamiento con su equipo de fútbol. Sin embargo, cuando iban en el coche, se dio cuenta de que no había metido una bebida en su mochila, así que paró en una tienda a comprarla.

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Además de hacerse con el refresco, un impulso llevó a esta madre a comprar uno de los billetes de lotería que se vendían en la tienda, así que se hizo con uno. Después, siguió viaje y mientras su hijo jugaba al fútbol, ella aprovechó para relajarse sentada en la grada. Ahí se acordó de su billete de lotería, uno del tipo rasca y gana, y lo sacó para ver si estaba premiado.

Ganó un millón de libras

Lo que Sharon no se esperaba era que, al rascar el boleto, estuviera premiado con un millón de libras, 1,15 millones de euros al cambio aproximadamente. Estaba viendo a su hijo jugar apenas a unos metros, pero ella comenzó a temblar de la emoción. No sabía a quién decirle lo que le acababa de pasar, así que terminó telefoneando a su marido.

Tenía a su hijo enfrente entrenando al fútbol, pero ella estaba temblando: acababa de ganar 1 millón de libras a la lotería

El se llama John y trabajaba como cuidador en una residencia. Recuerda que cuando recibió la llamada de Sharon, ella estaba muy nerviosa. Le contó atropelladamente lo que le había pasado y John le dio el mejor consejo de ese momento: "Cálmate, da la vuelta al boleto y llama al número de teléfono que aparece en ahí, ellos sabrán que hacer".

Dicho y hecho: llamó a ese número y el personal de Camelot, la empresa responsable de los juegos de azar en el Reino Unido, le confirmó que acababa de ganar un millón de libras. En aquel tiempo, Sharon llevaba 22 años trabajando en el ejército británico, pero dejó su trabajo al igual que su marido para, durante dos años, dedicarse a criar a sus hijos.

Años más tarde, Sharon volvió a trabajar, aunque esta vez como investigadora de la Fuerza Fronteriza: "Tanto John como yo tuvimos un par de años en los que solo cuidamos de nuestros hijos, Charlotte y Christopher, que ahora tienen 21 y 23 años. Hemos podido pasar un tiempo de calidad juntos como familia durante los años de formación de nuestros hijos".

Dinero gracias a la lotería

Sharon, John y sus hijos pudieron pasar unos años felices, centrados solo en el bienestar de los pequeños, gracias a la lotería. Incluso pudieron hacer algunos planes que, sin el dinero del premio no podrían haber llevado a cabo: "Los llevamos a Londres para ver espectáculos y museos. También fuimos a Laponia, que fue, simplemente, algo mágico".

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Pero el millón de libras del rasca y gana sirvió para mucho más que para cuidar de sus hijos, tal y como han explicado a The News: "Nos mudamos a una casa con piscina y me compré un Jaguar. También pudimos ir a Nueva York para celebrar nuestro décimo aniversario de bodas. Estos años han sido absolutamente maravillosos".

Los Hall están de acuerdo en que ganar un millón de libras ha cambiado sus vidas "completamente". Pero, también, en que lo más importante es que les ha permitido ver crecer a sus hijos: "No cambiaría el tiempo familiar que hemos podido pasar juntos por el mundo. No se puede ganar tiempo"… aunque se trabaje muchas horas.

Sharon y John pudieron permitirse el lujo de dejar sus trabajos y dedicarse a cuidar de sus hijos durante dos años completos

Hoy, Sharon tiene 53 años y John, 57. Ambos llevan una vida muy tranquila en Portsmouth, en el sur de Inglaterra, y siguen jugando de vez en cuando a la lotería. Aquel boleto les cambió la vida y les ha permitido disfrutar de lujos con los que ni siquiera habían soñado y sus hijos han podido pasar algunos de los mejores años de su vida con sus padres gracias a aquel premio.