Se salta el confinamiento para ver a su novia porque el sexo es "una necesidad básica"

Los agentes de las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad del estado que, cada día, vigilan que se cumplan las restricciones de movilidad decretadas para luchar contra la propagación del coronavirus están acostumbrados a recibir las excusas más peregrinas para poder circular por las calles. Sin embargo, pocas han sido tan elocuentes como las de un murciano.

Este hombre, de 40 años, quiso abandonar su localidad de residencia en Murcia para trasladarse a Alicante, donde vive su novia. Aunque la movilidad está restringida en la Comunidad Valenciana los fines de semana, el hombre no dudó en subirse a un autobús para ir a visitar a su amada. Sin embargo, las cosas no salieron tal y como pensaba.

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EFE

Tal y como publica El día, había un control policial a la entrada de Alicante y un agente procedió a inspeccionar a los pasajeros y a verificar que tenían una razón de peso para viajar entre ambas ciudades. Cuando le llegó el turno a este hombre, explicó que llevaba un mes sin ver a su pareja y que su intención era mantener relaciones sexuales con ella.

No es una necesidad básica

El policía no salía de su asombro ante las explicaciones del pasajero y le informó de que esa excusa no era una de las que están contempladas en la ley para permitir el desplazamiento entre localidades confinadas. Pero el hombre no se quedó ahí y jugó su última baza. Sacó un recorte de periódico donde se señalaba que el sexo era "una necesidad básica", por lo que el pensaba que sí se trataba de una excepción.

Recurrirá la multa porque "el sexo es tan necesario para el ser humano como el comer"

Sin embargo, el agente no pensaba lo mismo que el pasajero y le obligó a bajarse del autobús para que el resto de viajeros pudiera seguir camino. Al hombre se le impuso una multa por saltarse el confinamiento de su ciudad y se le pidió que llamara a alguien para que fuera a recogerle hasta Alicante, donde se había quedado varado.

El pasajero ha anunciado su voluntad de recurrir la multa por considerarla injusta ya que, a su juicio, "el sexo es tan necesario para el ser humano como el comer". Tendrá que ser un juez quien determine si ese viaje interprovincial estaba amparado en algunas de las excepciones que recoge la ley o, de lo contrario, la multa seguirá vigente y el hombre, sin sexo.