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Las monedas desenterradas que podrían desvelar un terrible crimen
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Las monedas desenterradas que podrían desvelar un terrible crimen

Henry Every se ha considerado una figura casi heroica de la Edad de Oro de la Piratería, sin embargo perpetró un terrible delito y desapareció después sin dejar rastro

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Para los arqueólogos, encontrar cualquier rastro de vida pasada siempre es un tesoro. Pero, en este caso, el tesoro ha sido un poco más literal que de costumbre: un puñado de monedas de plata árabes encontradas en Nueva Inglaterra podrían ser las últimas reliquias supervivientes del acto de piratería más notorio de la historia (así como de uno de los piratas más famosos que ha existido) informa 'Live Science'.

La evidencia sugiere que las monedas se gastaron como plata común en las colonias estadounidenses a finales de la década de 1690, por la tripulación pirata del infame Henry Every, conocido también como Avary John (del que se tiene muy poca información), que había huido hasta ahí después de saquear el barco del tesoro mongol Ganj-i-sawai. Los investigadores no estaban al principio seguros de que las monedas perteneciesen al buque Ganj-i-sawai (en persa "tesoro excesivo"), pero su origen, fechas y descubrimiento lo sugieren.

EL Ganj-i-sawai pertenecía al Gran Mughal Aurangzeb, el emperador musulmán de lo que hoy es India y Pakistán. Los piratas torturaron y mataron a su tripulación antes de llevarse el tesoro

Every desapareció unos años después y llegó a ser retratado como una figura casi heroica de lo que algunos han llamado 'La Edad de Oro de la Piratería'. El descubrimiento de las monedas también arrojó luz sobre su paradero poco antes de que desapareciera con el botín, y parece que sin duda estaba en colonias americanas continentales, según Jim Baley, detector de metales de Rhode Island. Fue Baley el que encontró las monedas en 2014, a 30 kilómetros aproximados del sur de Providence (Rhode Island).

Detectores de metales y arqueólogos de otras partes como Massachusetts, Connecticut o Carolina del Norte han descubierto ahora una docena de monedas similares que creen que provienen de la incursión pirata a Ganj-i-sawai, la última evidencia de uno de los mayores crímenes de la historia. En 1695, Every y su despiadada tripulación marchaban a bordo de su barco Fancy cuando se unieron en una incursión pirata en un convoy en el Mar Rojo que regresaba a la India desde la Meca.

Un crimen

EL Ganj-i-sawai pertenecía al Gran Mughal Aurangzeb, el emperador musulmán de lo que hoy es India y Pakistán. Según los escritos al respecto, los piratas torturaron y mataron a su tripulación antes de llevarse el tesoro, incluidas miles de monedas que en la actualidad podrían tener un valor estimado de entre 30 y más de 90 millones de euros. Después de una protesta liderada por la Compañía Británica de las Indias Orientales, el rey Guillermo III ordenó lo que se considera la primera cacería internacional para capturar a Every y los demás piratas.

Parte de la tripulación se fue a vivir a las colonias del continente, donde quizá gracias a algún soborno fueron finalmente juzgados y absueltos, pero no se volvió a saber nada más de Every

Pero para entonces Every y su tripulación habían escapado al Nuevo Mundo. Vivieron durante varios meses en las Bahamas, pero huyeron a finales de 1696. Parte de la tripulación se fue a vivir a las colonias del continente, donde quizá gracias a algún soborno fueron finalmente juzgados y absueltos, pero no se volvió a saber nada más de Every. Informes posteriores sugirieron que había navegado a Irlanda mientras aún huía y que murió allí, empobrecido, unos años después. Dado que no se volvió a saber nada de su botín del Ganj-i-sawai, persistieron durante mucho tiempo los rumores de que el tesoro había sido enterrado en algún lugar secreto.

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Y aquí entra Bailey, que es un arqueólogo aficionado que trabajó en la recuperación de los restos del Whydah, un barco pirata descubierto en 1984. En 2014, gracias a su detector de metales, apareció la primera de las misteriosas monedas en un prado de la isla Aquidneck, que alguna vez se encontró en un municipio colonial. "Tuve que correr al coche y limpiar el barro con agua, la moneda tenía una escritura árabe lo que me sorprendió. Sabía no obstante que las colonias americanas habían sido bases de operaciones de piratería a finales del siglo XVII".

Así se descubrió que la moneda había sido acuñada en Yemen en 1693, solo unos años antes del ataque pirata a Ganj-i-sawai. Se han encontrado otras 13, en su mayoría gracias a los detectores de metales, pero la última en 2018 por arqueólogos en Connecticut; También se han desenterrado en la región dos monedas de plata turcas otomanas que se cree proceden del mismo tesoro. Varias de las monedas muestran el año en que fueron acuñadas, mientras que algunas están marcadas con los nombres de los gobernantes en ese momento, que se pueden usar para fecharlas. "Ninguna de las monedas data de 1695, cuando se capturó el Ganj-i-sawai", explicó Bailey, que ha estudiado cuidadosamente cada uno de los descubrimientos.

La desaparición de un pirata

Pero, ¿qué pasó entonces con Every? Se cree que navegó directamente hacia Irlanda después de su estancia en las Bahamas, aunque la investigación de Bailey sugiere que pasó varias semanas en el continente americano, comerciando con esclavos africanos que podría haber comprado con el botín de Ganj-i-sawai. Los registros históricos relatan que un barco que Every había adquirido en las Bahamas (el Sea Flower) vendió decenas de esclavos en el continente, y según Bailey, el pirata habría estado a bordo del mismo.

Algunos cronistas aseguran que Every murió en Irlanda. Otros creen que llegó a gobernar un utópico reino en Madagascar

Bailey también apunta que murió probablemente en Irlanda, como lo describen algunos cronistas (aunque otros lo retratan como un rey que llegó a gobernar en una utopía ficticia en Madagascar). No hay forma de saber si las monedas encontradas eran suyas, pero está casi seguro que formaban parte del tesoro saqueado en el barco mongol, aunque probablemente buena parte del botín se fundió para ocultar sus orígenes.

"Lo que hemos encontrado son, básicamente, las monedas que usaban los piratas cuando huían: para alojarse, comer, beber, etcétera... ¿con qué frecuencia encuentra alguien un tesoro pirata de tal envergadura? Es simplemente fantástico", concluyó el arqueólogo.

Para los arqueólogos, encontrar cualquier rastro de vida pasada siempre es un tesoro. Pero, en este caso, el tesoro ha sido un poco más literal que de costumbre: un puñado de monedas de plata árabes encontradas en Nueva Inglaterra podrían ser las últimas reliquias supervivientes del acto de piratería más notorio de la historia (así como de uno de los piratas más famosos que ha existido) informa 'Live Science'.

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