El covid les dejó un mes encerrados en un crucero en 2020: ahora han repetido con muchas diferencias

El 28 de febrero de 2020, Jay y Carmen Martinez se embarcaron en un crucero de la compañía Norwegian para disfrutar de su luna de miel. Tenían miedo, porque el covid 19 ya estaba haciendo de las suyas por el mundo y, de hecho, los 2.666 pasajeros de otro crucero, el Diamond Princess, tuvieron que quedarse en su barco en cuarentena durante semanas, después de que las autoridades de Japón no les dejaran desembarcar por los múltiples positivos que se habían producido a bordo.

Pero los Martinez no tuvieron otra opción: la compañía les había dicho que no podían renunciar al crucero, ya que perderían su dinero, así que se fueron de viaje. Desafortunadamente, pocos días después de su partida, se confirmaban los peores presagios y un país tras otro comenzó a cerrar sus fronteras. Así, el Norwegian Jewel en el que viajaban fue vetado en Fiji, la Polinesia Francesa y, finalmente, en Nueva Zelanda. Se pasaron un mes a bordo en un limbo jurídico ya que, aunque no había ningún caso de coronavirus a bordo, no podían atracar en ningún puerto.

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Jay explica a la CNN lo que sucedió aquellas semanas: "El mundo se detuvo y, nosotros, simplemente, continuamos flotando en el mar". Jay y Carmen tenían cerca de 25 años y, junto a otros pasajeros más jóvenes, ayudaron a las personas más mayores a conectar con sus familiares gracias a las nuevas tecnologías. Recuerdan que el giro inesperado que dio su viaje forjó nuevas amistades que no se detuvieron cuando, por fin, pudieron desembarcar en Hawái. Hoy en día siguen teniendo contacto con muchos de sus compañeros de aventura e, incluso, con miembros de la tripulación.

Cómo ha cambiado la vida

La compañía dio a cada pasajero un 110% del dinero que les había costado su viaje para que, en un plazo de tres años, pudieran volver a realizar su crucero. Y Jay y Carmen pensaron que este era el momento: ese dinero caducaría en apenas tres meses y las vacunas habían conseguido que viajar por el mundo fuera mucho más seguro. Así que en noviembre de 2022 se embarcaron en el Norwegian Spirit para conocer aquellos destinos del Pacífico Sur que no habían podido ver durante su luna de miel original.

Lo primero que los Martinez notaron en esta nueva aventura era una sensación de incertidumbre en ellos mismos, pero también en sus compañeros de viaje: "Siempre teníamos las dudas persistentes de 'está bien, realmente espero que algo imprevisto no pase esta vez, porque yo me estoy divirtiendo'". Pero también se dieron cuenta de que las relaciones con otros pasajeros no tenían nada que ver con lo que había sucedido en su primer crucero casi tres años antes.

Carmen reconoce que, en el segundo viaje, su contacto con el resto de viajeros se redujo a pequeñas charlas educadas: "Realmente no nos conectamos con la gente como lo hicimos durante nuestra experiencia de 2020". Así que decidieron que lo importante eran disfrutar el uno del otro, hacer un paréntesis en sus apretadas vidas y en sus trabajos para disfrutar de su luna de miel como no habían podido hacerlo durante su primer crucero.

Su experiencia en 2022 poco ha tenido que ver con la odisea de comienzos de 2020

La buena noticia es que Jay y Carmen pudieron seguir casi al completo el itinerario del crucero, ya que la erupción del volcán Mauna Loa en Hawaii les obligó a saltarse la parada prevista en Maui. Casi tres años después de su boda, los Martinez han disfrutado de esa luna de miel que el coronavirus les arrebató. Y aunque las diferencias con el crucero que hicieron en 2020 han sido muchas, la sonrisa en la cara que se les dibuja al hablar de este viaje confirma que ha merecido la pena.