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El árbol de Navidad podría estar afectando la calidad del aire en interior de tu casa
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El árbol de Navidad podría estar afectando la calidad del aire en interior de tu casa

Cuando un árbol de navidad desprende olores que nos resultan agradables, de manera natural o imitando al de un abeto o pino, este aroma proviene de la liberación de una mezcla de compuestos orgánicos volátiles que resultan ser contaminantes

Foto: Fuente: iStock.
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Es una de esas costumbres que nunca parecen perder su gracia: cuando se acercan estas fechas, el árbol de Navidad no puede faltar en una casa, incluso aunque no haya niños en ella, incluso aunque tampoco haya personas creyentes del cristianismo. La comercialización de esta fiesta religiosa se ha impuesto a su significado mismo, y la estética de un objeto como el que protagoniza nuestro artículo resalta como símbolo de buen gusto (sea lo sea eso).

Nos encanta desenvolverlo año tras año y abrir una a una sus ramas, acudir tal vez a un invernadero a por uno natural (porque será por árboles, pensarán algunos). Nos encanta adornarlo con todos los colores posibles, o con los menos posibles, iluminarlo, darle forma, que el árbol le dé forma a nuestro salón.

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Sin embargo, su imagen no es lo único importante de ellos, también, a veces, el olor, especialmente si son nuevos o recién talados. Es un olor que casi podemos atribuir, como algunos otros, a la Navidad: el olor a madera. Pero, ¿sabías que este perfume puede ser perjudicial para tu salud?

Una mezcla de compuestos peligrosos

Cuando un árbol de navidad desprende olores que nos resultan agradables, de manera natural o imitando al de un abeto o pino, este aroma proviene de la liberación de una mezcla de compuestos orgánicos volátiles (COV) que resultan ser contaminantes.

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Son los mismos aromas que están presentes en los limpiadores de suelos con aroma a pino, por ejemplo, y que potencialmente pueden causar una leve irritación respiratoria al inhalarlos. Además, algunas personas pueden llegar incluso a tener dolores de cabeza o experimentar picazón en los ojos, la nariz o la garganta cuando están cerca de ellos.

Según explica el ingeniero ambiental Dustin Poppendieck en una entrevista para la edición estadounidense del Huffington Post, los abetos (auténticos o artificiales) emiten estos químicos durante varias semanas, o incluso más.

Cuidado si tienes alergias o asma

No obstante, y aunque sea recomendable tener precaución por ello, no tienen un impacto significativo en la salud de todas las personas, solo de aquellas que padecen alergias o asma. En el caso de estas últimas, cabe tener en cuenta que pueden experimentar irritación si comparten espacio cerrado con un árbol de navidad.

El PVC también libera compuestos orgánicos volátiles que pueden irritar los ojos, la nariz y los pulmones

Incluso si se trata de árboles de plástico, esta costumbre puede tornarse delicada. En este caso, gran parte de ellos están fabricados con PVC, un compuesto resistente al fuego que puede contener metales como el plomo, estaño o bario. El PVC también libera compuestos orgánicos volátiles, gases que pueden irritar los ojos, la nariz y los pulmones. Junto al mismo, contienen plásticos y ftalatos, un cóctel de componentes que puede afectar la calidad del aire de tu casa, así como otras sustancias neurotóxicas y cancerígenas como los retardantes de llama.

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El asunto no acaba ahí, pues los árboles de cualquier tipo, sobre todo los naturales, pueden albergar moho, polvo y polen, que también incrementan los síntomas de alergia en las personas sensibles a ellas. De hecho, un estudio publicado en la revista Annals of Allergy, Asthma and Immunology, descubrió que una pequeña muestra de estos árboles comercializados para Navidad contenía alrededor de 50 tipos de moho, dos tercios de los cuales podían causar síntomas parecidos a los de la fiebre del heno.

Además, si tienes mascotas recuerda que varias las especies de plantas típicas en estas fechas son altamente peligrosas para nuestros amigos de cuatro patas. Sin ir más lejos, si un perro se traga las hojas puntiagudas y rígidas del abeto, podrían perforar su intestino. Por si fuera poco, la savia del árbol e incluso el agua que se puede acumular en su tiesto también es peligrosa para su salud. Ocurre algo similar con la flor de pascua, ya que todo lo que tiene de atractiva por sus colores lo tiene también de venenosa para gatos y perros.

Es una de esas costumbres que nunca parecen perder su gracia: cuando se acercan estas fechas, el árbol de Navidad no puede faltar en una casa, incluso aunque no haya niños en ella, incluso aunque tampoco haya personas creyentes del cristianismo. La comercialización de esta fiesta religiosa se ha impuesto a su significado mismo, y la estética de un objeto como el que protagoniza nuestro artículo resalta como símbolo de buen gusto (sea lo sea eso).

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