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Cómo establecer límites y decir que "no" a propuestas que no te convencen
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Cómo establecer límites y decir que "no" a propuestas que no te convencen

Antes que no ser sincero y decir "sí" para luego inventarte una excusa barata, aquí van una serie de beneficios de apostar por la honestidad aunque duela en tus relaciones personales

Foto: Mejor que no. (iStock)
Mejor que no. (iStock)

Más veces de las que nos gustaría acabamos aceptando planes o propuestas que no nos convencen simplemente por no desagradar a la otra persona. Cierto es que en las relaciones afectivas siempre hay que saber ceder cuando es necesario; un buen amigo es aquel que está dispuesto a ayudar incluso cuando no se lo pedimos. Sin embargo, si pecamos de ingenuos y nos vemos abocados a hacer en todo momento lo que otras personas quieren o esperan de nosotros, es posible que sintamos que se están aprovechando de nuestra solidaridad y confianza.

Lo peor, en este caso, es sentir que nos vemos impelidos a satisfacer los sentimientos de otros por encima de los nuestros, lo cual inevitablemente llevará a rencillas en el futuro. Por ello, hay que procurar ser honestos con nosotros mismos y los demás para no dañar estas relaciones. Normalmente, tendemos a rebuscar cuál es la excusa más apropiada para algo que no queremos hacer cuando sería más fácil decir clara y firmemente que no. Hay un alto temor a que esto acabe pasando factura a la relación, pero al final la base de todo vínculo positivo siempre está en ser abierto y sincero para no dar lugar a equívocos.

Un amigo no es aquel que se ofrece para todo lo que le pidamos, sino aquel que comprende que sus sentimientos son tan importantes como los tuyos

"Una invitación a un evento que no te agrada, una reunión, una cita o cualquier otra cosa en la que no estés del todo seguro de querer gastar tu tiempo precioso e infinito", asegura Chelsey K. Burden, escritora y socióloga, quien ha publicado un interesante artículo en Medium donde propone fórmulas alternativas de decir que "no" sin perjuicio para los implicados. Y, sobre todo, para ayudarnos a comprender por qué establecer ciertos límites en las relaciones es algo muy adecuado y positivo para que los vínculos perduren a largo plazo.

Sinceridad ante todo

Por ejemplo, cuando dices que sí a un plan que realmente no te apetece, acabas esperando la llegada del compromiso con nerviosismo e impaciencia. Y eso mismo te lleva a poner una mala excusa poco tiempo antes de que el evento tenga lugar. "Solía pensar que era mucho mejor decir que 'sí' a todo, pero luego cuando se acercaba el día, buscaba cualquier excusa para escabullirme con la esperanza de seguir pareciendo dispuesto a hacerlo", comenta la socióloga. "Por ello, es más solidario esperar que aquel que te lo propuso acabe entendiendo tu respuesta, ya que esperas que se ponga en tu lugar o que quiera lo mejor para ti. Entonces, puedes decir que sí o que no".

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Un amigo no es aquel que se ofrece para todo lo que le pidamos, sino aquel que comprende que sus sentimientos son tan importantes como los tuyos. Esta debería ser la base de confianza sobre la que se construye la amistad. "La forma en la que honras las emociones de otra persona no es negando los tuyos propios, sino confiando en que ellos esperan y sepan gestionar la honestidad que les ofreces", prosigue Burden. En este sentido, no tienes que satisfacer siempre sus demandas, sino hacerles entender lo que necesitas y tus límites para que ellos, en caso de que te niegues, puedan hacer otros planes. Lo peor, en caso de no ser sincero y decir que "no" a un plan en el último momento o bajo cualquier excusa barata es que esa persona finalmente se quede colgada. Si le llegas a decir antes la verdad, podría haber buscado a otro.

"No está de más expresar tu rechazo en forma de agradecimiento por haberte invitado o incluido dentro del plan"

Lo mejor, como venimos demostrando, es ser honesto desde el principio. Imagínate que te proponen cierto plan que te desagrada y al que no paras de decir que sí por compromiso. Al final, estarás engañando sin querer a la otra persona sobre quién eres, qué te gusta hacer y qué es lo que te motiva. Como decíamos antes, no estás siendo honesto contigo ni con el otro. "No está de más expresar tu rechazo en forma de agradecimiento por haberte invitado o incluido dentro del plan", señala Burden. Es mucho más cortes que te niegues a hacer algo, pero des las gracias por el hecho de que hayan pensando en ti, que al final acabes aceptando a disgusto.

Otra de las posibles salidas más recurrentes es abstenerse de dar una respuesta fija. Esto genera inseguridad, ya que al final tienes que decidir de manera firme si finalmente dirás que sí o que no. Dejarlo en suspense denota más un "no" que un "sí", lo que resta confianza. Ante todo, lo mejor es esforzarse por lograr una conversación sincera y fluida, <a data-cke-saved-href="No está de más expresar tu rechazo en forma de agradecimiento por haberte invitado o incluido dentro del plan" href="No está de más expresar tu rechazo en forma de agradecimiento por haberte invitado o incluido dentro del plan" ,"="" target="_blank">como en todo tipo de relaciones, para construir un espacio y un tiempo común en el que ambas partes se sientan seguras y disfruten de la compañía sin tener que usar chantajes o excusas baratas.

Más veces de las que nos gustaría acabamos aceptando planes o propuestas que no nos convencen simplemente por no desagradar a la otra persona. Cierto es que en las relaciones afectivas siempre hay que saber ceder cuando es necesario; un buen amigo es aquel que está dispuesto a ayudar incluso cuando no se lo pedimos. Sin embargo, si pecamos de ingenuos y nos vemos abocados a hacer en todo momento lo que otras personas quieren o esperan de nosotros, es posible que sintamos que se están aprovechando de nuestra solidaridad y confianza.

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