¿Pueden las plantas morir de viejas? Una noción fundamental para saber cuidarlas

Hay plantas de todo tipo. Unas requieren más cuidados que otras, aunque como todo ser vivo, siempre necesitan un mínimo de buen trato para que crezcan y prosperen. Por lo general, cuando se trata de una planta estropeada, toca señalar al propietario.

Se ha podido exceder en el riego agua o, por el contrario, quedarse corto. Quizás la ha colocado en un lugar con poca luz y la planta requiera más, o a la inversa. No obstante, a veces tenemos la certeza de estar haciéndolo bien y, sin embargo, notamos un declive repentino en su salud. ¿Estará muriendo de vieja? ¿Es esto posible?

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A lo largo de nuestra vida, como humanos, vamos aprendiendo que los seres vivos tienen fecha de caducidad, y eso quiere decir que, antes o después, morirán. Por supuesto, las plantas no son una excepción, como explica Michele Debczak desde Mental Floss, pero la muerte tarda mucho más en llegar a ellas que a los animales.

De marchitarse a morir

Sí, incluso si se les presta toda la atención y se cultivan en el ambiente perfecto, pueden llegar a marchitarse y morir por causas totalmente naturales, aunque hay que señalar algunos apuntes al respecto: las plantas de interior pasan por un "crecimiento indeterminado", señala, Debczak. Es decir, siguen creciendo y madurando en las condiciones ideales mientras tú envejeces a un ritmo mucho más notable.

En la actualidad, la planta en maceta más antigua de la Tierra es una cícada espinosa plantada en 1775

De hecho, dependiendo de la especie, este proceso de envejecimiento podría durar desde décadas hasta siglos (ahí están los árboles milenarios). En la actualidad, la planta en maceta más antigua de la Tierra es una cícada espinosa plantada en 1775. En la naturaleza, pueden vivir incluso más tiempo, como Matusalén, el famoso pino bristlecone de 4850 años situado en California (Estados Unidos).

Incluso las plantas cuidadas con más cariño comenzarán a deteriorarse con el tiempo. Después de prosperar durante años, sus células no se regenerarán, lo que provocará una mala retención de agua, hojas marchitas y, finalmente, la muerte. Pero pocas plantas viven lo suficiente para llegar a esta etapa. La gran mayoría muere por causas como cuidados inadecuados, plagas y enfermedades.

Con todo esto, si notas que tu planta de interior empieza a encogerse y verse seca y mal y la has tenido menos de una década, es probable que la vejez no sea la culpable. Lo que debes saber cuanto se produce algo así es que, debido a que las plantas nunca dejan de crecer, puede estar pidiéndote ser trasplantada en un recipiente más grande porque se ha quedado sin espacio.