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Las preguntas que debes hacer al jefe y a tus compañeros en tu primer día de trabajo
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Las preguntas que debes hacer al jefe y a tus compañeros en tu primer día de trabajo

Ahora que ya estás dentro de la compañía, llega el verdadero examen: tus primeras jornadas laborales, donde tendrás que demostrar profesional y personalmente lo que vales

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Ya está. Por fin lo has conseguido. Tu vida y tu rutina cambiará, conocerás nuevas personas y te enfrentarás a retos que todavía no sabes muy bien cuáles son. "Bienvenido a la empresa". "Este será tu sitio". "Ahora vamos a comer". Te presentarán a fulano y a mengano. Si existe la cortesía, todos te parecerán majísimos y solo será al cabo de unas semanas cuando empezarás a estrechar alianzas con los más inmediatos o parecidos a ti. ¿Qué puedes esperar ahora que ya tienes el puesto y solo puedes demostrar la razón por la que te han contratado?

Normalmente, el primer día de trabajo suele ser como una entrevista de trabajo mucho más larga, o eso es lo que se piensa. Aunque ya te hayan aceptado, necesitas caer bien y parecer disciplinado, eficaz y resolutivo de cara a tus compañeros. Como mínimo, pillar las cosas que te vayan contando de forma rápida. ¿Cómo jugar bien tus cartas para conseguir la aprobación de los demás y salir de ese examen con buenas expectativas?

Es mejor ser directo que quedarte con las dudas y luego quedar mal

Lo primero, como afirma Meredith Dietz, periodista de Life Hacker, es saber qué es lo que exactamente esperan de ti. Lógicamente, esto no lo descubrirás el primer día, pero ve mentalizándote para conseguir desentrañar cuáles van a ser tus funciones, a nivel laboral y personal. Tan importante es hacerte con una idea de las tareas ejecutivas a desarrollar, como también de las bromas, el humor y el ambiente de trabajo. Para ello, tendrás que ser buen observador y estar al tanto de cómo se comportan entre ellos, a nivel organizativo e informal. No te preocupes si al principio resultas torpe o no sabes desentrañar todavía cuál es tu función; poco a poco te irás soltando y familiarizándote con el ritmo de trabajo y las conductas informales.

Las horas extra o los ritmos de trabajo

En caso contrario, lo mejor es preguntar. "¿Cada cuánto tiempo son estas reuniones?" "¿Cuándo soléis hacer los descansos?" "¿Y los plazos de entrega de los proyectos?". Es mejor ser directo que quedarte con las dudas y luego quedar mal. También en lo relativo a los ratos libres, como por ejemplo los horarios de las comidas o cómo os soléis agrupar de cara al final de la jornada laboral, si algún día hay que hacer horas extra o si normalmente todo suele ir rodado. Todo esto que a simple vista parece obvio es importante verbalizarlo y tenerlo en cuenta.

No seas pesado; es mejor actuar con discreción que atosigar a tus compañeros o superiores con preguntas y sugerencias

Lo siguiente que has de demostrar es que estás henchido de motivación y de ganas de cumplir tu rol en la empresa. Pero no seas pesado; es mejor actuar con discreción que atosigar a tus compañeros o superiores con preguntas y sugerencias. Todo tiene sus tiempos y lugares. Lo importante es estar seguro de que recibes el feedback apropiado. "Es importante conocer el proceso de feedback desde el principio para que no te encuentren con la guardia baja en el futuro", asegura Dietz. En este sentido, se refiere a las revisiones y períodos de control "informales", es decir, cada cuánto tiempo tus superiores van a medir tus resultados sin comunicártelo previamente.

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En último término, también cabría preguntar por la cultura de la empresa, es decir, lo que se puede y lo que no se puede o no se debe hacer. Y no solo eso, sino cómo se hacen las cosas. Esta es la más difícil de pillar, ya que requiere tiempo al aludir a los principios deontológicos que rigen la profesión en general y la compañía en concreto para la que estás empleado. Y, del mismo modo, las conductas éticas que se dan en las relaciones personales con tus compañeros. En ello se circunscribe el comportamiento y los aspectos relativos al compañerismo, o su contrario, el acoso laboral o mobbing. Algo que solo sacarás en claro cuando ya pasen unos días o unas cuantas semanas y que, efectivamente, pueden echar por tierra tus ganas de seguir en el puesto más que cualquier otra cosa.

Ya está. Por fin lo has conseguido. Tu vida y tu rutina cambiará, conocerás nuevas personas y te enfrentarás a retos que todavía no sabes muy bien cuáles son. "Bienvenido a la empresa". "Este será tu sitio". "Ahora vamos a comer". Te presentarán a fulano y a mengano. Si existe la cortesía, todos te parecerán majísimos y solo será al cabo de unas semanas cuando empezarás a estrechar alianzas con los más inmediatos o parecidos a ti. ¿Qué puedes esperar ahora que ya tienes el puesto y solo puedes demostrar la razón por la que te han contratado?

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