Qué debes hacer si quieres pedir una excedencia en el trabajo

Estás aburrido en tu puesto de trabajo, mirando a las musarañas, sufriendo un burnout de caballo, cuando de pronto se te ocurre la idea del siglo. Vas a pedir una excedencia. En tu cabeza suena espectacular, porque quieres irte de voluntariado a una isla cocotera, buscar otro trabajo, recorrer el mundo o dedicarte a una pasión que siempre habías mantenido escondida. La razón es lo de menos, lo importante es que ya sea por una razón de peso o ua casualidad de la vida, tienes que dejar tu trabajo durante un tiempo.

Es, sin duda, tiempo de pedir una excedencia.

Pero, vayamos paso a paso. ¿Cómo se puede pedir una excedencia? ¿Cuánto tiempo se puede disfrutar? Vamos a tratar de resolver esas y otras dudas que puedas tener al respecto.

Cómo pedir una excedencia

Antes de nada, para que un trabajador pueda pedir una excedencia debe cumplir con los siguientes requisitos:

• Debe tener, al menos, un año de antigüedad en la empresa.
• Deben haber transcurrido cuatro desde la finalización de una excedencia anterior, (si la hubiera).

Si cumples con estos requisitos, lo normal es establecerla por escrito. Hay que tener en cuenta por supuesto que el trabajador no puede realizar la excedencia de manera unilateral, sino que es necesaria la contestación de la empresa concediéndola. Ante la negativa empresarial a la concesión de la misma, deberías seguir prestando servicios a la empresa. En caso de no hacerlo, se podría justificar como despido por abandono del puesto de trabajo.

La excedencia no puede durar menos de cuatro meses ni más de cinco años. Una vez concedida, el trabajador puede renunciar a ella si aún no ha empezado a disfrutarla

Además, debes dejar claro por escrito la duración, la fecha concreta de comienzo y la finalización de la misma. Es conveniente solicitarla con suficiente antelación (aunque en el Estatuto de trabajadores no hay realmente un periodo de preaviso concreto).

¿Cuánto dura? ¿Se puede prorrogar?

La excedencia no puede durar menos de cuatro meses ni más de cinco años. Una vez concedida, el trabajador puede renunciar a ella si aún no ha empezado a disfrutarla siempre que eso no implique un perjuicio para terceras personas. En el Estatuto de los Trabajadores no se contempla expresamente la posibilidad de prorrogar la excedencia, por lo que eso está sujeto a cada empresa concreta.

Me quiero reincorporar, y ahora... ¿qué?

Has disfrutado de tu año en la isla cocotera mencionada y quieres volver al mundanal ruido, porque no te queda otro remedio. ¿Cómo puedes hacer para volver a tu puesto de trabajo?

La excedencia voluntaria no está ligada a un derecho del trabajador a la reserva de su puesto de trabajo, sino que otorga un derecho preferente al reingreso en una vacante similar a su grupo profesional

En realidad, la excedencia voluntaria no está ligada a un derecho del trabajador a la reserva de su puesto de trabajo, sino que otorga un derecho preferente al reingreso en vacante de igual o similar a su grupo profesional, que hubiera en la empresa. El momento del reingreso debe solicitarse con un mes de preaviso por el empleado y, en caso de que la empresa no contestase, podría ser interpretado como un despido (y existiría la posibilidad de que fuera improcedente, en caso de ser impugnado).

La situación de excedencia voluntaria no es uno de los casos contemplados por la ley para ser beneficiario de la prestación por desempleo. A no ser que durante la excedencia voluntaria se trabajase en otra empresa diferente y, al finalizar el contrato (por causas ajenas a tu voluntad) la solicitases, entonces sí podrías tener derecho a la misma si el periodo de excedencia no hubiese terminado.