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Cómo evitar discusiones innecesarias con tus amigos cuando te vas de vacaciones con ellos
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Cómo evitar discusiones innecesarias con tus amigos cuando te vas de vacaciones con ellos

Detrás de todos esos 'planazos' sobresalen también las diferencias que dan pie a discusiones o descontentos. ¿Cómo sobrellevar mejor el conflicto cuando te embarcas en una aventura?

Foto: Foto: iStock.
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Los amigos, y no las bicicletas, son para el verano, contradiciendo a un gran dramaturgo. Si hacemos un scroll rápido por cualquier red social, veremos una larga lista de fotos y contenidos en el que nuestros contactos se lo pasan en grande en playas, montañas, chiringuitos y parajes naturales inolvidables en compañía de sus seres queridos. Entre ellos, figuran amistades de toda la vida o de nueva fundación, meros compañeros de trabajo que se convirtieron en inseparables o amigos de amigos que ni siquiera el tipo de la foto conoce, pero no por ello hará de menos.

Ahora bien, detrás de todo ese buen rollo manifiesto, esa complicidad que salta a la vista y esas muecas de diversión, se escurren los detalles propios de la vida cotidiana, la cual también contiene momentos de aburrimiento, de silencio, incomodidad o tiranteces. No hay que caer en el pensamiento inseguro de ver las relaciones de las demás como cualitativamente superiores a las nuestras, por muchas sonrisas que luzcan en ese gran desfile que son las redes sociales. Ello contribuye a una sensación de FOMO estival, basada en la impresión de que ahí afuera todo el mundo se lo está pasando en grande o mejor que nosotros.

¿Realmente estás seguro de que quieres ir de viaje con esa persona de la que no te has separado en todo el año, pero con la que mantenías cierta distancia?

Llegados a este punto, hay que tener en cuenta que una amistad no solo la sostienen los buenos momentos. Sí, es un completo cliché aquello de que los amigos de verdad solo se muestran en los momentos difíciles, pero el tema no va por ahí. Más bien, si quieres mantener una amistad hecha y derecha, bien avenida, prepárate para el conflicto, porque tarde o temprano acabará saltando. Y precisamente las razones por las que se sostiene ese vínculo no son tanto las cosas que tenemos en común con la otra persona, que damos por hecho que son muchas, sino la forma en la que gestionamos las diferencias de pareceres entre nosotros y el otro.

Lo primero: ¿seguro que quieres?

La amistad tiende a engrandecerse frente a otro tipo de relaciones. "Quien tiene un amigo, tiene un tesoro" y cosas por el estilo. Pero, en ocasiones, ese amigo puede ser un auténtico estorbo. Y, en este sentido, si de verdad le quieres, no puedes lavarte las manos y hacer como que no pasa nada, obviando su desinterés, pereza o tozudez, porque en ese caso las cosas solo irían a peor; tienes que armarte de valor y encarar la situación. ¿Realmente estás seguro de que quieres ir de viaje con esa persona de la que no te has separado en todo el año, pero con la cual mantenías una distancia relativa? ¿Estás plenamente seguro de que va a salir bien?

Lo ideal sería que cada uno de vosotros tuviera un poco de tiempo y espacio para sí mismo y, a su vez, un poco de responsabilidad con las preferencias del resto

Spoiler: no. Las vacaciones no son solo un período de relajación, diversión y asueto, también contienen momentos de indecisión (¿a qué lugar prefiere ir uno y el otro?; ¿cogemos este bus o mejor este otro?; ¿comemos en este sitio un poco más caro, pero más rico, o en este otro más barato que solo sirven fritanga?), intereses opuestos ("creía que venía a descansar y ya llevamos veinte kilómetros andados hoy") o directamente conflictos ("si no hubieras estado tres horas preparándote no nos habrían cancelado la reserva").

Poderoso caballero es Don Dinero

Vayamos por partes. El tema del dinero es, sin duda, la causa más común de cualquier discusión estival. Normalmente, no hay un consenso claro en torno al presupuesto que os vais a gastar, aunque sí que viene marcado y por el propio plan. ¿Cuánto os vais a gastar en los desplazamientos? ¿Vais a tener un techo asegurado por el que no tenéis que pagar, vais a alquilar un apartamento o pagar una habitación de hotel? Según sea el plan, podrás hacerte una idea sobre a cuánto os va a salir el viaje más o menos, aunque obviamente esto en último término venga determinado por las decisiones que se toman en el momento. Para asegurar que todos pagaréis lo mismo ("ir a pachas", como se dice coloquialmente), podéis usar alguna de las muchas apps que existen para dividir los gastos entre todos o entre los implicados.

Foto: Foto: Reuters/Jon Nazca.
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El otro motivo más común de discusión viene a ser la forma en la que rellenáis el tiempo y las actividades que queréis hacer cada uno. Es posible que uno sea más fiestero que los demás, por lo que tenderá a acostarse más tarde y desdeñar los planes tranquilos que implican madrugar. Ante esta tesitura, lo mejor es garantizar que cada uno de vosotros pueda tener un poco de tiempo y espacio para sí mismo y, a su vez, un poco de responsabilidad con las preferencias del resto. Por otro lado, si uno de tus amigos es de esa clase de persona que llega tarde a todos los sitios, tan solo aprémiale para que esté listo una hora antes de lo necesario.

El feo, el bueno, el malo y el que siempre hace todo

Hay que reparar en el tipo de convivencia que vais a generar una vez estéis de vacaciones. Esto implica ciertos sacrificios, ya que para que todos estéis bien se necesita un mínimo de organización, limpieza y dedicación. Si siempre eres el que prepara la cena a los demás y estos raras veces recogen o friegan los platos, probablemente te pilles un buen cabreo. Ante todo, comunicación. Si sois buenos amigos, tendréis la suficiente confianza como para decir las cosas que no os parecen bien de los demás. Y esto no tiene que venir siempre de la mano de la discusión, basta con pequeños piques para que se den cuenta sus errores. Esto es muy positivo para uno mismo, ya que convivir con gente diversa cuando estás de vacaciones y con la que tienes seguridad y confianza te brinda una gran oportunidad para saber cómo te comportas o te ven desde fuera los demás. Más autocrítica y menos criticar.

Aprovecha la fuerza y el entusiasmo que te dan tus amigos para descubrir cosas nuevas de ti mismo y de los demás durante las vacaciones

En cuanto a las actividades que preferís realizar (o no) en vuestro viaje, lo mejor es que establezcáis dos grupos según la marcha. Seguramente no a todos os apetezca el mismo plan de relax o de aventura. Entonces, si existen tantas discrepancias sobre qué hacer, podéis dividiros según vuestros intereses, y si no podéis hacer eso, lo mejor será que alguno ceda por el otro. Esto también puede servir para que luego, al día siguiente, el que ha sido agraciado respete la decisión de los demás.

Pero, en cualquier caso, si para algo están las vacaciones es para salir de uno mismo y dejar atrás a la persona que eres el resto del año. Experimenta y atrévete con nuevas actividades. Aprovecha la fuerza y el entusiasmo que te dan tus amigos para descubrir cosas nuevas. Y, sobre todo, conócete mejor a ti mismo, no por lo que tú piensas e interiorizas en tu fuero interno, sino por tu forma de comportarte cuando estás con los demás, sea en una situación placentera o en mitad de un conflicto, pues de todo se aprende, incluso de lo malo.

Los amigos, y no las bicicletas, son para el verano, contradiciendo a un gran dramaturgo. Si hacemos un scroll rápido por cualquier red social, veremos una larga lista de fotos y contenidos en el que nuestros contactos se lo pasan en grande en playas, montañas, chiringuitos y parajes naturales inolvidables en compañía de sus seres queridos. Entre ellos, figuran amistades de toda la vida o de nueva fundación, meros compañeros de trabajo que se convirtieron en inseparables o amigos de amigos que ni siquiera el tipo de la foto conoce, pero no por ello hará de menos.

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