Cómo limpiar las sillas de tela y eliminar la suciedad con este barato y sencillo truco

Mantener el hogar limpio es una práctica que todo el mundo debería llevar a rajatabla, a pesar de lo aburridas que son las tareas domésticas. Además, de dar una buena imagen y decir mucho de una persona, una casa limpia reduce el estrés, mejora el descanso e influye en el estado de ánimo de las personas.

Pero no solo se limpia para eso. También es imprescindible para sanear y prevenir mohos y plagas de peligrosos microorganismos, que pueden provocar alergias o problemas respiratorios, entre otras enfermedades. Por ello, es fundamental ser organizado y planificar este tipo de tareas para, así, ahorrar el máximo tiempo posible.

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El Confidencial

Barrer, fregar, quitar el polvo, hacer la colada y tender, organizar los armarios, limpiar la cocina y el baño en profundidad… Son muchas las tareas que un hogar demanda realizar con cierta frecuencia. A estas se unen otras que hay que realizar solo de vez en cuando y que añaden más trabajo, si cabe.

Vinagre blanco, bicarbonato y jabón líquido

Es el caso de las sillas o butacas forradas de tela y que se usan en muchas casas, ya sea en el comedor o en el salón. Las manchas, por la caída de comida o el derrame de líquidos, suele ser habitual, dejando ronchas y olores en la tela que la afean con el paso del tiempo y el uso. Y aunque existen productos químicos de limpieza específicos, lo cierto es que su precio suele ser muy elevado. Por eso, hoy traemos un truco casero, barato y sencillo para eliminar las manchas.

Basta con realizar una simple mezcla. En un recipiente hondo se agrega una taza de vinagre blanco y después se agregan dos cucharadas de bicarbonato de sodio y una de jabón líquido. Una vez que se remueve y la mezcla coge una consistencia homogénea, se coge un trapo semihúmedo con el que se aplicará el producto a las manchas de la tela de las sillas.

Realizada la mezcla, se distribuye sobre las manchas y se deja actuar durante 10 minutos antes de retirar y dejar secar al sol

Después, con un cepillo de dientes viejo o un cepillo grande de cerdas flexibles, se frotan las manchas suavemente con movimientos circulares y después se amplía a toda la superficie de la silla, para no dejar rodales y se deja reposar al menos 10 minutos. Después, con un trapo limpio y un poco húmedo, se retira el exceso de la mezcla y se deja secar en un lugar con buena ventilación y luz del sol. Así, el tapizado de las sillas quedarán limpias y desinfectadas.