Cómo llevar un estilo de vida saludable y activo cuando pasas los 60 años

Si ya has sobrepasado la temida barrera temporal de los 60 años, posiblemente pienses que ya se te pasó la oportunidad de realizar deporte. Al final, tus músculos y huesos no están tan en forma como antes, lo que se traduce en unos mayores dolores físicos a la hora de moverte o desplazarte, así como un mayor riesgo de sufrir osteoporosis o artritis reumatoide, dos de las enfermedades más propias del envejecimiento entre otras.

Obviamente, si quieres recuperar el ejercicio físico en tu rutina, has de tener en cuenta en primer lugar el estado de tu sistema locomotor y tu capacidad de resistencia física. Para ello, no hay mejor forma que probar. Si te ves con fuerzas para salir a correr, adelante; si prefieres hacer el recorrido andando, tampoco está mal. Al final, cada cuerpo y cada circunstancia es un mundo, por lo que deberás investigar cuál es la modalidad de ejercicio que se ajusta mejor a tus condiciones físicas antes que imponerte una meta nada realista a la primera de cambio.

Una vez tengas claro qué tipo de ejercicio quieres desarrollar, la clave para mantenerlo en el tiempo será la motivación. En este sentido, es imprescindible que tiendas a verlo como una actividad divertida que te saque de la rutina, en vez de una exigencia autoasumida. La revista Best Life ha enumerado una serie de consejos con los que salir cada día a caminar, nadar o correr no solo te será pan comido, sino también se convertirá en un momento para el disfrute.

Busca algo que disfrutes

"Lo primero y más importante es satisfacer tu propia necesidad y hacer que tus objetivos se ajusten a tu situación actual", asegura Tequisha McLaughlin, 'coach' de salud deportiva. "Busca una actividad que disfrutaste en el pasado o algo nuevo que te gustaría hacer". Básicamente, se trata de dar con un tipo de ejercicio físico que te resulte motivante, en lugar de apostar por lo que crees que deberías hacer, pero estás menos acostumbrado o te gusta menos.

Comienza de manera progresiva

Roma no se conquistó en un día. Escoge una meta más o menos que puedas alcanzar y avanza progresivamente en los niveles de exigencia o dificultad. "Los ejercicios de equilibrio, aeróbicos o de fuerza son claves para las personas de 50 años o más", asegura McLaughlin. "Elige el momento en el que quieras realizarlas, creando una rutina".

Incorpora el ejercicio a tu vida diaria

Hay acciones concretas del día a día que, si las interiorizas, te servirán para no faltar a tu cita diaria con el deporte. Por ejemplo, escogiendo las escaleras en vez del ascensor es un ejercicio aeróbico perfecto. También puedes decantarte por aprender de jardinería o salir a caminar antes de cenar para abrir el apetito. Lo que sea con tal de moverte y no imponerte una rutina de ejercicio clásica o demasiado exigente.

Haz ejercicios de fuerza y equilibrio

Ambos tipos de ejercicio son esenciales para mantenerte en forma y llevar un estilo de vida saludable. Por ejemplo, unas cuantas flexiones por la mañana o levantar pesas antes de comer, unas sentadillas antes de acostarte o alguna postura de yoga a media tarde... la clave está en hacer series pequeñas de los ejercicios que más disfrutes. Y, del mismo modo, enfócate en el equilibrio caminando de vez en cuando a la pata coja o caminando hacia atrás.