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¿Has dejado de hablarte con tu hermano? Consejos para afrontar un reencuentro complicado en Navidad
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"El perdón tiene grandes beneficios"

¿Has dejado de hablarte con tu hermano? Consejos para afrontar un reencuentro complicado en Navidad

Gestionar los reencuentros navideños, si no te hablas con algún familiar, puede ser muy complicado, así que aquí van los consejos y recomendaciones de una psicóloga para las próximas fiestas

Foto: Un hombre triste en Navidad (iStock)
Un hombre triste en Navidad (iStock)

Anuncios de lotería, turrón y mazapán ponen el foco en la Navidad como un momento de reencuentros y estar en familia: "Vuelves a casa por Navidad como el turrón". Son muchas las personas que adoran estas fechas precisamente por eso, porque saben que van a volver a casa a reencontrarse con sus seres queridos, pero no todo el mundo espera ansioso esas reuniones.

En esta época del año, también se echa más de menos a las personas que ya no están para celebrarla con nosotros, sus huecos alrededor de la mesa están muy presentes en la cena de Nochebuena o en la comida de Navidad. Es más, que en esta ocasión no estén sentados con nosotros, puede deberse a varios motivos. El más evidente es que la persona haya fallecido; pero también que haya decidido celebrarlo con otra gente, que viva demasiado lejos para volver o que haya discutido con alguno de los presentes.

Las discusiones en el seno familiar son una realidad. Son muchos los hermanos, por ejemplo, que no se hablan entre sí y que en estas fechas se preguntan qué es lo que deben hacer. Para encontrar una respuesta a esta complicada pregunta, María de Andrés, psicóloga de 'Buencoco', experta en reducción de estrés, trastornos de ansiedad, depresión, desarrollo personal, mediación y gestión de conflictos familiares; ha compartido algunas claves y consejos con El Confidencial.

"Para muchas personas la Navidad es una época del año en la que están especialmente sensibles"

"Para muchas personas la Navidad es una época del año en la que están especialmente sensibles. Durante este tiempo, pueden surgir emociones intensas como la alegría, la melancolía, la nostalgia o la tristeza. También es común experimentar un mayor sentido de empatía y generosidad hacia los demás", asegura María de Andrés, que habla de la Navidad como una época del año en la que es normal que se nos despierten recuerdos "y sentimientos asociados a la infancia, a la familia, la tradición y la espiritualidad, lo que hace que estemos más susceptibles emocionalmente".

Sin embargo, para aquellas personas que tengan que reencontrarse en una cena o comida familiar con un hermano con el que no se llevan bien, la Navidad puede convertirse en un auténtico infierno: "El hecho de tener que exponerse a una situación conflictiva hace que nos mantengamos en posición de alerta o defensa, aumentará la adrenalina y el cortisol en sangre y esto puede contribuir a interpretar situaciones neutras como negativas o amenazadoras", explica de Andrés.

¿Por qué no nos hablamos?

Las relaciones, de todo tipo, son complicadas y hay que cuidarlas para que perduren; también entre hermanos. Aun así, María de Andrés asegura que lo más común es que entre hermanos exista, al menos, una relación de cordialidad: "No es lo normal que no se hablen, pero claro que sí que hay hermanos que no se llevan bien o no tienen un trato muy cercano, sobre todo personas que tienen en la actualidad edades comprendidas entre los 40 y los 60 años de edad. Hijos y nietos de la posguerra".

Es más, según la psicóloga especializada en conflictos familiares, son varios los motivos que pueden llevar a este desentendimiento: "Conflictos de personalidad, diferencias de opinión, celos, desacuerdos familiares, traumas del pasado...". El problema, cuando se dan estas situaciones, es que "no todas las personas han desarrollado una inteligencia emocional suficiente para gestionar las diferencias y solucionar sus conflictos, sobre todo dentro de la familia", explica.

Cómo afrontar el reencuentro

Si a pesar de los problemas que puedan existir entre tu hermano y tú, has decidido que esta Navidad es el momento de que se produzca un acercamiento entre vosotros, María de Andrés revela algunos consejos para que afrontar ese reencuentro no sea tan complicado ni doloroso emocionalmente hablando: "Mi consejo es que 'miren adentro'. Tendemos a atribuir el 'fracaso' a causas externas para mantener nuestra autoestima en su sitio. Pero esto hace que nos enroquemos y no veamos una manera de tender un puente a la reconciliación. Reconocer que uno ha tenido responsabilidad en una situación que como resultado ha generado una ruptura de un vínculo importante no es agradable. Mirar hacia adentro significa reconocer".

"Cuando reconocemos nuestra responsabilidad, nos empoderamos para solucionar las cosas. Responsabilidad, que no culpa"

Para esta experta, es imprescindible reconocer los errores para poder cambiar las cosas: "Cuando reconocemos nuestra responsabilidad, nos empoderamos para solucionar las cosas. Responsabilidad, que no culpa. La culpa no es muy funcional, por supuesto que tiene una función primitiva y esta es reparar el daño, pero a lo largo del tiempo ha adquirido una connotación negativa, por la asociación a la religión, y se ha desvirtuado su significado original".

Es el momento del reencuentro, no es lo que más te apetece, pero ha llegado la hora de afrontarlo. Para María de Andrés, la clave es enfrentarse a él con "positividad y apertura mental. Un conflicto no es más que un desequilibrio entre las necesidades de una parte y la otra. Si es tu caso, puedes pensar en qué momento se produjeron las desavenencias y darte cuenta de qué necesidad no estaba siendo satisfecha en ti en ese momento".

Para limar asperezas y que este reencuentro culmine con una reconciliación, es muy importante ser capaz de detectar cuáles eran tus necesidades entonces y por qué no quedaron satisfechas; también saber cuáles eran las de tu hermano. Pero eso no es todo, "también es interesante ser consciente de las carencias en comunicación que tenemos, las cuales que explicarían por qué no hemos sido capaces de hacernos entender mediante el diálogo amable".

placeholder Reunión familiar en Navidad (iStock)
Reunión familiar en Navidad (iStock)

"Muchas veces mantenernos en la postura de 'cierre o bloqueo' nos beneficia de algún modo. Evitar enfrentarnos al conflicto nos protege emocionalmente, nos resulta más ventajoso a corto plazo, ya que evitamos una situación desagradable, pero a largo plazo nos pasa una gran factura emocional. Mantener una disposición mental de apertura nos hace más vulnerables al rechazo. Pero, al final, las personas solo queremos que nos quieran, nos reconozcan y nos acepten", asegura de Andrés, que cree que la Navidad es un buen momento para que tengan lugar estas reconciliaciones.

Época de reconciliaciones

El perdón es, al igual que el turrón, otro de los protagonistas de las fechas navideñas. Y, según la psicóloga de 'Buencoco', el "perdón tiene grandes beneficios a nivel psicológico. Reduce el estrés, mejora la salud emocional, ya que dejamos de cargar con el peso del resentimiento, la ira y la venganza...". Los beneficios son muchos, pero antes de enfrentarse a ese momento, tienes que tener claro que dispones de "las habilidades adecuadas; de lo contrario podemos no encajar bien una negativa de la otra parte, y tenderemos a volver a repetir el patrón de autoprotección habitual, no hablar".

"Uno puede estar abierto a comprender, empatizar, perdonar y liberarse del malestar, pero decidir que mantener relación con su hermano no es la mejor opción"

A pesar de que la Navidad es un buen momento para una reconciliación, María de Andrés ha querido dejar muy claro que "tener apertura mental no siempre significa querer volver a tener relación con tu hermano. Uno puede estar abierto a comprender, empatizar, perdonar y liberarse del malestar, pero decidir que mantener relación con su hermano o hermana no es la mejor opción. Esta es una manera sana de poner límites en tu vida a personas que te hacen daño de forma recurrente o con cuya relación no te sientes cómodo o respetado".

Anuncios de lotería, turrón y mazapán ponen el foco en la Navidad como un momento de reencuentros y estar en familia: "Vuelves a casa por Navidad como el turrón". Son muchas las personas que adoran estas fechas precisamente por eso, porque saben que van a volver a casa a reencontrarse con sus seres queridos, pero no todo el mundo espera ansioso esas reuniones.

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