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Los perros y gatos también inspiran las ferias de arte de Madrid
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'DEJANDO HUELLA'

Los perros y gatos también inspiran las ferias de arte de Madrid

Aprovechando la semana artística madrileña, hemos recorrido la feria ARCO, JustMad, y otros espacios para buscar entre el acrílico y las acuarelas a nuestras queridas mascotas

Foto: Canet de Mar II, de Alexander Grahovsky.
Canet de Mar II, de Alexander Grahovsky.

Gatos de fiesta en una bañera, o que marcan los tiempos de una obra, perros que enseñan su alma, o protestan contra los muros y los alambrados que se levantan en los pasos fronterizos, así cobran vida las mascotas dentro de las obras de arte moderno. Las mascotas siempre han sido protagonistas en el arte, desde las pinturas rupestres hasta nuestros días.

Aprovechando la semana de arte de Madrid, El Confidencial ha recorrido la feria ARCO, JustMad, y otros espacios para buscar entre el acrílico y las acuarelas a nuestros queridos compañeros peludos. Hemos encontrado perros y gatos de todo tipo, vividores, reivindicativos, estilizados, coloridos y escondidos entre figuras. No son actores figurantes, tienen un papel protagonista: ladran, marcan caminos, evocan emociones profundas, nos enseñan su alma. Arco siempre sorprende y enseña de todo tipo de propuestas, en nuestro recorrido nos hemos topado con Blaky, un perro de Pere Llobera expuesto en el espacio de F2 Galería.

“De tiempo en tiempo me doy libertades extrañas como pintar un perro sin preguntarme demasiado por qué. La sorpresa, sin embargo, salta cuando descubro que ya soy
prácticamente incapaz de pintar inocentemente", sostiene Llobera. "El protagonista de esta obra es Blaky, el perro de nuestra vecina Luis, en la casa de verano de Mallorca. Se basa en una última fotografía que le hicimos en 2015, por pedido de mi hija, que intuía que se trataba de una despedida definitiva. Nueve años más tarde encuentro la foto del perro (que en el original se hallaba en el umbral del apartamento) y le hago un homenaje".

placeholder 'Blaky', de Pere Llobera, 2014.
'Blaky', de Pere Llobera, 2014.

"Quizá tan solo estaba esperando a que alguien me preguntara por qué había pintado un perro, para, a traición, volverlo todo grave y comprobar de paso que mi aparato creativo sigue igual de enfermo que cuando toco eso que llamamos los grandes temas”, reflexiona Llobera. Y es que nuestros compañeros peludos tocan el alma humana y así encuentran lugar en las obras de arte. No son meros objetos decorativos dentro de un lienzo.

Paseando por la feria JustMad, un espacio acogedor y bien distribuido emplazado en el Palacio de Neptuno. Justo al entrar, en la galería Gerhardt Braun, nos encontramos con un jaguar muy chulo disfrutando de un baño en una gran bañera y acompañado por su amigo el gato, de la artista Vera Midoes.

El gato y el jaguar

“Mi pintura refleja un universo lleno de narrativas alegóricas que contienen personajes antropomórficos, donde tiene lugar y se despliega una crítica surrealista del mundo contemporáneo. Invito al observador a sumergirse en un reino donde la realidad se entrelaza con la fantasía, revelando una reflexión profunda de la condición humana.

placeholder 'Am a Belly Scratcher', de Vera Midoes.
'Am a Belly Scratcher', de Vera Midoes.

La obra Am a Belly Scratcher ("Me gusta rascarme el ombligo"), va más allá de ser un autorretrato, es una inmersión a un mundo de sueños y fantasías, donde un jaguar y un gato disfrutan de un buen baño. De esta forma las preocupaciones cotidianas se desvanecen, y se reemplazan por la alegría de celebrar el momento presente”, dice la artista Vera Midoes.

Canets y Gatos

En el tercer piso de JustMad, salta a la vista la obra del artista plástico Alexander Grahovsky, en el espacio creativo Navel Art, con una impactante obra, que nos recuerda a un Bosco actual, y cuyas piezas esconden tres gatos negros que dirigen el recorrido de la obra que propone el artista, quien los utiliza como medida de tiempo. “El gato aparece en tres sitios distintos y en tres posiciones diferentes, para plasmar el paso del tiempo dentro del cuadro.

placeholder 'Canet de Mar II', de Alexander Grahovsky.
'Canet de Mar II', de Alexander Grahovsky.

"El gato te propone un recorrido por la obra. En las composiciones grandes uso un gato negro, que aparece tres veces, me gustan los números impares y el tres es un número mágico”, señala el artista. También hay perros que protagonizan las obras de Grahovsky, como los titulados Canet de Mar I y II. “En un viaje con mi mujer fuimos a Canet de Mar (Cataluña), y desde entonces ella empezó a llamar a los perros canets, que es una invención suya, porque perro en catalán se dice gos. Y como me gustan mucho esos épicos cuadros de anticuarios de Londres, donde se muestran perros de perfil, majestuosos, sobre un paisaje clásico, decidí hacer dos obras tituladas Canet de Mar, donde intento congelar el espíritu, el alma de este compañero vital y llevarlo a mi terreno".

placeholder 'Tres gatos midiendo el tiempo', de Alexander Grahovsky.
'Tres gatos midiendo el tiempo', de Alexander Grahovsky.

"En estas obras los perros parecen seccionados, dejando ver y haciendo visible lo que no se puede ver sencillamente mirando: el alma del animal, aquí representada en colores brillantes”, afirma Alexander.

Caniche gigante y perros fronterizos

Para testear otros espacios de arte y la presencia artística de mascotas, nos desplazamos al Centro de Arte Complutense donde nos encontramos con una retrospectiva de Jorge Pineda, uno de los más destacados exponentes de la historia contemporánea dominicana. La muestra HAPPY: ensayos sobre la obra de Jorge Pineda, es muy perruna. Es muy llamativa una obra de gran formato donde nos observa un caniche gigante rojo, recién salido de la peluquería, donde además del color y la maestría del artista, sobresalen tres aplicaciones plateadas con forma de grifo, unas llaves que controlan el fluido vital del perro.

placeholder 'Happy', de Jorge Pineda (2012). Bolígrafo de tinta roja sobre papel
'Happy', de Jorge Pineda (2012). Bolígrafo de tinta roja sobre papel

También impacta el políptico de 12 piezas, Bozales para cruzar la frontera, donde se representan diversos perros y alambrados, una crítica social, que reflexiona sobre la construcción humana de límites espaciales.

placeholder 'Bozales para cruzar una frontera', de Jorge Pineda. (2002). Lápiz sobre papel
'Bozales para cruzar una frontera', de Jorge Pineda. (2002). Lápiz sobre papel

El arte tiene vida propia y su función es tocar al espectador. Las mascotas, tan naturales y espontáneas, tienen voz en el arte y mucho que decir. El retrato de un perro, no es solamente un retrato, aunque el autor en un comienzo crea haberlo concebido como tal.

Gatos de fiesta en una bañera, o que marcan los tiempos de una obra, perros que enseñan su alma, o protestan contra los muros y los alambrados que se levantan en los pasos fronterizos, así cobran vida las mascotas dentro de las obras de arte moderno. Las mascotas siempre han sido protagonistas en el arte, desde las pinturas rupestres hasta nuestros días.

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