Por qué tantos jóvenes chinos están empezando a ir en pijama a la oficina: "Voy como me da la gana"

La juventud china está marcando un hito en la cultura laboral, transformando radicalmente el concepto de vestimenta profesional mediante la adopción de una tendencia que prioriza el confort sobre el protocolo: el uso de pijamas en el espacio de trabajo. Esta moda no solo desafía las normativas convencionales de indumentaria, sino que también refleja una profunda reivindicación de la autenticidad y la búsqueda de una vida laboral menos exigente.

Cindy Luo, una diseñadora de interiores de 30 años, se ha convertido en una de las voces destacadas de este movimiento. Desde Wuhan, provincia de Hubei, Luo defiende en un reciente artículo de The New York Post su elección de vestimenta: "Simplemente quiero vestirme como me dé la gana. No creo que valga la pena gastar dinero para vestirse para el trabajo, ya que solo estoy sentada allí". Este testimonio subraya una inclinación creciente hacia la comodidad personal, relegando a un segundo plano el esmero por mantener una imagen corporativa pulcra.

Las redes sociales se han erigido como el principal escaparate de esta tendencia, con jóvenes compartiendo masivamente sus "atuendos desaliñados" para el trabajo. Plataformas como Xiaohongshu y Douyin rebosan de imágenes que desdibujan las fronteras entre la esfera privada y el ámbito profesional, mostrando a empleados en pijamas, sandalias con calcetines y sudaderas, en una clara oposición a las convenciones establecidas.

Este movimiento no solo aboga por una rutina más relajada, sino también por una menor separación entre la vida privada y laboral

Un caso emblemático lo constituye una publicación de Kendou S en la red social Douyin, donde aparece con un suéter tipo arpillera sobre pantalones de pijama a cuadros, acompañado de zapatillas esponjosas y un pasamontañas. Esta publicación, que alcanzó más de 1.4 millones de compartidos, evidencia no solo una rebelión contra el estereotipo de la vestimenta corporativa, sino también un cuestionamiento de la relación entre la apariencia y la competencia profesional.

"Es el progreso de los tiempos"

Esta revolución en la vestimenta laboral se enmarca dentro del movimiento "tang ping" o "acostarse plano", que promueve una actitud de rechazo hacia el acelerado ritmo de vida impuesto por las generaciones anteriores. Xiao Xueping, psicólogo de Beijing, analiza este fenómeno afirmando: "Es el progreso de los tiempos". Este movimiento no solo aboga por una vida laboral más relajada, sino que también reflexiona sobre los desafíos socioeconómicos actuales, como el decrecimiento y la escasez de oportunidades laborales.

El auge del pijama como atuendo laboral entre la juventud china no solo desafía las normas establecidas, sino que también invita a una reconsideración global de los valores profesionales y personales en el siglo XXI. Este fenómeno, que pone de manifiesto la búsqueda de un equilibrio más humano y auténtico en el trabajo, representa un cambio cultural profundo, cuestionando las premisas tradicionales sobre la profesionalidad y la presentación personal.