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Por qué los seres humanos empezamos a cantar y cuál es su función evolutiva
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Por qué los seres humanos empezamos a cantar y cuál es su función evolutiva

Un gran estudio realizado por 75 investigadores de más de cuarenta países ha intentado desentrañar estas preguntas

Foto: Foto: iStock.
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Todos podemos hacerlo, pero desgraciadamente no todos podemos hacerlo bien. Cantar, aunque sea bajo la ducha o de forma profesional, es una de las actividades musicales más valoradas por el gran público. Si eres mínimamente empático o sensible, notarás un chorro de placer, melancolía o euforia con las primeras sílabas de un verso. Pero... ¿Más allá de esta función artística tan clara, encaminada a proyectar una emoción en el oyente, tiene alguna función evolutiva o biológica el mero acto de cantar?

Podríamos pensar que, al igual que la escritura, cumple una mera función de facilitar la comunicación entre los seres humanos. En realidad, se nos queda más clavado un mensaje en la memoria si viene entonado, por eso de que las melodías son contagiosas. Cuando no la gente no tenía acceso a los libros, bien por desconocimiento o por estatus social, había personas, los juglares, que narraban los hechos más notorios acaecidos cantando. No en vano, nuestra gran obra medieval, el Mío Cid, lleva en su propio título la palabra "cantar".

La función comunicativa del cante es evidente cuando la mayor parte de la población no tenía otro modo de acceder a la información. Pero... ¿Y si nos remontamos mucho más atrás, a nuestros primeros años como especie? ¿Acaso sirvió el hecho de cantar a nuestros antepasados para protegerse de las fieras o atraer a sus potenciales parejas? ¿Qué diferencia social y evolutiva entraña con el habla?

"Las melodías más lentas, más regulares y más predecibles permiten que nos unamos mejor que si usamos el lenguaje hablado"

Un estudio publicado en la revista Science Advances realizada por 75 investigadores de más de cuarenta países ha intentado desentrañar estas preguntas y, para hacerlo, decidieron apostar por una metodología sencilla, pero efectiva: grabarse cantando melodías ellos mismos en distintas lenguas que ellos conocían y practicaban. Así, tomaron 300 piezas auditivas de ellos mismos interpretando canciones tradicionales y otras 418 grabaciones de discursos y cantos de otras 209 personas que hablaban 16 idiomas. Después, los investigadores recitaron la letra de las canciones tradicionales, sin su melodía, para luego interpretarlas en otra grabación con múltiples instrumentos y sin letra.

Las conclusiones

Así, el grupo de investigación concluyó que, al cantar, la voz se proyecta de forma más lenta que al hablar (lo que redunda en una mejor interpretación del mensaje); otra conclusión fue que las personas producen tonos de voz más estables cuando cantan que cuando hablan; y, por último, que cuando cantamos tendemos a emplear la voz a un volumen o tono más alto que si simplemente recitamos un conjunto de frases.

"Este estudio demuestra que hay algo universal a todos los seres humanos que no puede explicarse simplemente mediante la transmisión cultural"

En cuanto a la pregunta general de por qué los humanos cantamos, los científicos no dieron una respuesta sólida, pero la mayoría de ellos se decantan por la hipótesis de que el canto promueve los vínculos sociales de una manera muy peculiar. "Las melodías más lentas, más regulares y más predecibles permiten que nos sincronicemos mejor, y gracias a eso, unirnos de una manera muy especial que el lenguaje hablado no puede conseguir", asegura Patrick Savage, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Auckland, en declaraciones recogidas por la revista Scientific American.

"Hay algo universal a todos los seres humanos que no puede explicarse simplemente mediante la transmisión cultural"

En este mismo sentido se expresó Yuto Ozaki, musicólogo de la Universidad de Keio en Japón y uno de los principales autores del estudio, quien subrayó para el rotativo The New York Times la gran utilidad que entraña el hecho de cantar para fomentar y fortalecer la cohesión social entre los individuos. Sin ir más lejos, esto es algo que podemos ver en la creación de cánticos en espectáculos y deportes como el fútbol. El hecho de cantar todos a coro hace que todos los aficionados se sientan parte de algo, en este caso de un equipo.

"Este estudio demuestra que hay algo universal a todos los seres humanos que no puede explicarse simplemente mediante la transmisión cultural", señaló por su parte Daniela Sammler, neurocientífica del Instituto Max Planck de Estética Empírica en declaraciones recogidas por Smithsonian Mag. Al final, parece que cantar no tiene una función por sí misma más que la de fortalecer los vínculos sociales, lo cual no deja de ser un requisito esencial en una comunidad de organismos enmarcados en un entorno complejo. Entonces, ¿por qué a veces nos da por canturrear cuando estamos solos o en silencio y no hay nadie a nuestro alrededor? Seguramente esto sea por intentar mantener una conversación con nosotros mismos, y eso ya es más que suficiente.

Todos podemos hacerlo, pero desgraciadamente no todos podemos hacerlo bien. Cantar, aunque sea bajo la ducha o de forma profesional, es una de las actividades musicales más valoradas por el gran público. Si eres mínimamente empático o sensible, notarás un chorro de placer, melancolía o euforia con las primeras sílabas de un verso. Pero... ¿Más allá de esta función artística tan clara, encaminada a proyectar una emoción en el oyente, tiene alguna función evolutiva o biológica el mero acto de cantar?

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