De los fármacos al bótox: así están avanzando los tratamientos para la migraña

La migraña es mucho más que un dolor de cabeza. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), esta cefalea afecta en España a más de cinco millones de personas, de los cuales más de un 70% presenta una discapacidad grave y un 14% una discapacidad moderada. Además, 1,5 millones de españoles padecen migraña crónica, llamada así cuando los pacientes experimentan dolor de cabeza 15 o más días al mes.

La migraña crónica condiciona una disminución de la productividad, alteración de la calidad de vida y una discapacidad cuatro a seis veces mayor que la migraña episódica. Pero ni siquiera todos los enfermos se la toman suficientemente en serio: una cuarta parte de las personas que la sufren nunca lo ha consultado con el médico y la mitad abandona el seguimiento tras las primeras consultas.

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“La migraña afecta a entre dos y tres mujeres por cada hombre. La mayor prevalencia en mujeres probablemente se deba a que las hormonas femeninas las hacen más vulnerables. De hecho, los cambios hormonales de la mujer modifican el curso de la migraña: la menstruación facilita la extinción del proceso”, explica el doctor Juan Pareja Grande, neurólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

Los factores desencadenantes son variados. Existen aspectos psicológicos que pueden favorecer un ataque de migraña, como son el estrés, la ansiedad o la depresión; en los periodos postestrés también es frecuente que se den estos procesos. Entre los factores hormonales encontramos los periodos premenstruales, la ovulación o los tratamientos anovulatorios.

Asimismo, “existen estímulos ambientales que pueden influir en la génesis de un ataque de migrañas, como son los estímulos visuales, olores, cambios atmosféricos o encontrarse a una altitud elevada”, explica el especialista, que añade que “el déficit de sueño también incrementa la posibilidad de padecer un ataque de migraña, lo mismo que el consumo de ciertos fármacos para la hipertensión arterial, la angina de pecho o las hormonas femeninas. No hay que olvidar otros factores que pueden ser desencadenantes, como haber padecido un traumatismo craneal, realizar ejercicio físico, estar fatigado o el dolor de cervicales”.

Entre los alimentos que pueden estar involucrados en ataques de migraña se encuentran el alcohol, el chocolate o los quesos

Todos habremos oído que hay ciertos alimentos que a algunas personas con migraña les influyen negativamente en sus dolores de cabeza, pero… ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Qué nos dice la ciencia sobre los alimentos en la migraña?

“La restricción de algunos alimentos sólo se debe realizar en aquellos migrañosos que han comprobado que el consumo de determinados alimentos precipita sus ataques”, subraya el doctor Pareja. “Entre los alimentos que pueden estar involucrados en ataques de migraña se encuentran el alcohol, el chocolate, los quesos, las comidas ricas en nitritos y las que contienen glutamato monosódico o aspartamo. También el exceso o la abstinencia de cafeína pueden provocar migrañas. Asimismo, el ayuno también puede desencadenar un ataque”.

¿Cómo se trata la migraña?

En cuanto al tratamiento, “los triptanos son la elección. No son analgésicos, sino fármacos que bloquean el proceso de desarrollo del ataque migrañoso. Los antiinflamatorios son la segunda opción”.

También existen tratamientos que implican una mínima cirugía invasiva: “Los pacientes migrañosos pueden acumular puntos dolorosos denominados sensibles (dolor a la palpación del punto sensible) y miofasciales (dolor a la palpación del punto miofascial que se extiende a otro territorio cercano de la cabeza), en el cráneo, el cuello y los hombros. El tratamiento con fisioterapia de los puntos sensibles y la punción seca (con aguja de acupuntura) de los puntos miofasciales puede ser un tratamiento adyuvante”.

Si bien es cierto que no existen métodos quirúrgicos eficaces, en ocasiones, la anestesia local de los nervios occipitales mayores (que inervan la nuca) puede ayudar para yugular episodios de migraña prolongada.

“Sí podemos decir”, concluye el doctor Pareja, “que en estos tratamientos se han conseguido avances, tanto quirúrgicos como farmacológicos, que han demostrado unos buenos resultados para el abordaje de esta patología. Así, en el caso de la migraña crónica, las inyecciones pericraneales con toxina botulínica (bótox) constituyen una terapia potencialmente eficaz. La terapia biológica con anticuerpos dirigidos a bloquear las moléculas clave para el inicio o cronificación del proceso migrañoso están actualmente en fase de ensayo clínico y constituyen una fundada esperanza de remedio definitivo”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid​.