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El arquitecto de las historias improbables te explica dónde puedes encontrar más
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Entrevista

El arquitecto de las historias improbables te explica dónde puedes encontrar más

Pedro Torrijos publica nuevo libro. Sí, te has leído algún hilo suyo en Twitter. Hablamos con él de rincones que debes visitar en España, de programas de televisión desconocidos sobre diseño y del futuro incierto de las ciudades

Foto: Pedro Torrijos. Foto Lupe de la Vallina
Pedro Torrijos. Foto Lupe de la Vallina

La estafa del rascacielos más pequeño del mundo, la cisterna del rey Agrasen, un hospital giratorio en Francia, la rocambolesca historia de la última foto que se hizo dentro de las Torres Gemelas... Pedro Torrijos (Madrid, 1975) es la persona que se sabe todas las historias que tú le contarías seguro a otra persona si alguien te las contase a ti primero. Conocido por muchos como el autor de #LaBrasaTorrijos en la red social anteriormente conocida como Twitter, publica ahora 'La pirámide del fin del mundo y otros territorios improbables' (Kailas), un libro que es todo un favor a la curiosidad del lector. Un recorrido por nuestro mundo y nuestra historia a través los escasos caminos transitables que se han salido de lo común, de la rutina.

placeholder Portada del libro 'La pirámide del fin del mundo y otros territorios improbables'
Portada del libro 'La pirámide del fin del mundo y otros territorios improbables'

PREGUNTA: Tienes ahora 170.000 seguidores más en X que en tu primer libro de Territorios Improbables. ¿Los nuevos son más majos que los primeros o se nos ha ido agriando el carácter por Twitter?

RESPUESTA: En mi caso son muy parecidos. Al final a mi me siguen porque les gusta lo que hago. Siempre digo lo mismo, que yo tengo un porcentaje totalmente despreciable de haters. Conmigo la gente es muy amable y yo trato de ser amable con todo el mundo. Esto que voy a decir suena horroroso, pero digamos que, de alguna manera, intento contribuir a que el mundo sea un poco más agradable.

P: Tengo la sensación de que en tus hilos hay una evolución desde la arquitectura a encontrar territorios improbables en otro tipo de objetos. ¿Es así? ¿Cómo ha sido ese camino?​

R: Es un camino buscado. Yo empiezo escribiendo sobre algo de lo cual no escribe nadie, y cuando hay más gente que empieza a escribir un poco de eso, empiezo a buscar otros caminos que se ramifican desde ese. A veces sigo escribiendo de algún edificio en concreto, pero en general es un camino buscado hacia terminar hablando de la condición humana.

P: Y en la búsqueda de lo improbable, tanto en tus hilos, como en este último libro, ¿recuerdas encontrarte con algo de lo que tú no tuvieses ni idea y que te haya fascinado en particular?​

R: Sobre la que más me has fascinado, una historia que digas "esto es alucinante", decidí escribir una novela, 'La tormenta de cristal', basada en la historia del rascacielos de Citicorp. En mi último libro también un capítulo que se llama 'Los mató el edificio', que es una historia sobre un bloque de viviendas totalmente anodino en los años 80 en Kramatorsk, que es una ciudad de Ucrania, y de lo que había dentro de ese edificio, cómo se pudo escapar... es algo que me está fascinando hasta el punto de que estoy empezando a elaborar una narración más larga. No sobre esa historia, pero sí tomándola como referencia.

Foto: Vista nocturna del rascacielos Citicorp, en Nueva York. (Getty/Cindy Ord)

De este libro la verdad es que me han fascinado la mayoría. De algunas sí conocía el lugar, conocía la historia y lo que he querido es contarla de otra manera y buscar otras ramificaciones. Pero la mayoría no las conocía, y me ha ocurrido que, en plena investigación, he dicho "pero bueno, ¿esto qué es? ¿Pero cómo es posible que esto haya ocurrido? ¿de dónde ha salido?". E incluso en algúnas historias he sido yo el que he encontrado ramificaciones que no estaban, y pienso "¿pero cómo es posible que nadie haya relacionado esto con esto otro?". Por ejemplo, hay otro capítulo que se llama 'Restos de amor de la catástrofe', que cuenta la historia de la presa de Malpasset, que colapsó en los años 50 en Francia y que permitió que la República Francesa promulgase una ley que permitía bodas en las cuales uno de los novios estuviese muerto, que es algo bastante improbable. El caso es que yo lo relacioné con otra historia de la tragedia de un policía en el atentado de Bataclán, y pensé "¿cómo es posible que esto nunca se haya relacionado?".

P: Anda la gente pensando qué lugar de España puede visitar este verano, algo que se salga un poco fuera de lo común, que los lugares típicos ya los sabemos todos. ¿Te viene a la mente algún edificio, ciudad, monumento improbable con historia interesante que merezca una visita? ​

R: Hay cuatro en este libro, aunque dos de ellas están en el mismo capítulo: La Estación Internacional de Cancfranc y la ermita de San Adrián de Sásabe, que están muy cerca la una de la otra, a apenas a 7 kilómetros en línea recta. Tienen una historia que yo también he relacionado, que no había visto nunca a antes nadie relacionarla, y que tiene que ver con la búsqueda del Santo Grial en la Segunda Guerra Mundial, con los nazis... No es que sea un sitio desconocido, pero es verdad que ha estado abandonado durante bastante tiempo, y ahora ya no y permite visitas. La ermita de san Adrián de Sásabe, pues una ermita románica muy pequeñita y muy desconocida.

placeholder Palacio del Deán Ortega en Úbeda (Fuente: iStock)
Palacio del Deán Ortega en Úbeda (Fuente: iStock)

De los otros dos, una es la Estación de Autobuses de Casar, que es un pueblo de 5.000 habitantes muy cerca de Cáceres. El capítulo en el que hablo de ella se llama 'Este edificio lo dibujó un niño volando una cometa', porque cuando vas allí dices "¿pero cómo puede ser que esto esté aquí, en este pueblecito?". El último de los cuatro que también incluyo en el libro (y que tampoco es que sea precisamente desconocido, aunque tampoco es un terrirorio probable), es el Palacio del Deán Ortega en Úbeda. En realidad toda Úbeda tiene joyas del Renacimiento. Ya no del Renacimiento español, sino del Renacimiento mundial. A la altura del mejor Renacimiento italiano, o por encima incluso. Y sobre ese palacio cuento la historia de una ventana muy especial que está en ese edificio, que es el actual Parador de Úbeda, y que de nuevo no me puedo creer que nadie haya encontrado las cosas que me encontré yo en esa ventana. En este caso es bastante autoría propia, más allá de que la autoría propia tiene que ver siempre con la manera de contar historias. La famosa frase apócrifa que se atribuye a Walt Disney, que no sabemos si es suya o de quién, que dice que 'Todas las historias ya están contadas. Lo importante no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta'.

P: La arquitectura, el urbanismo, el hogar, la vivienda, el diseño, ha generado mucho entretenimiento audiovisual en los últimos años. Desde programas más solemnes y reposados como The World's Most Extraordinary Homes en Neflix o Grand Desings de Kevin McCloud hasta cosas más ligeras como Love It or List It. ¿Eres seguidor de alguno en especial o te gusta más contarlo que te lo cuenten?​

R: Me gusta muchísimo que me cuenten historias. Lo que pasa es que la mayoría de las cosas que me cuentan me interesan menos. No por las historias sino por cómo me las cuentan. Soy muy fan del que yo creo que es el mejor programa audiovisual sobre territorio y diseño que existe, y que a todo el mundo le está pasando por delante y ni se está dando cuenta, que es 'How To' with John Wilson. Es un tipo que va con su cámara por Nueva York y va contando historias y es absolutamente monumental. Tiene un episodio, por ejemplo, de la cultura de envolver los sofás en plástico, que es una cosa cultural en ciertas zonas de Nueva York, especialmente en Brooklyn, y hay negocios para gente que se compra un sofá y lo envuelve inmediatamente en plástico para que no se manche, lo cual es espectacularmente absurdo, porque para qué te compras un sofá precioso de cuero o de tela si luego lo envuelves en plástico transparente, y además lo hacen a medida.

Es el mejor programa de diseño y territorios, pero como no lo anuncian como tal, aunque claramente va de eso, pues nadie se está dando cuenta. Pero bueno, esta también es un poco la filosofía de 'si tú eres un martillo, todo lo ves clavos'. Si tu trabajo consiste en buscar historias de este tipo pues todo es relacionable hacia eso. Siempre digo lo mismo: los dos mejores libros de de arquitectura, de territorio, de urbanismo que hay no son libros de arquitectura. Uno es 'Las ciudades invisibles' de Italo Calvino, y el otro es 'El elogio de la sombra' de Junichiro Tanizaki. ¡Y luego los míos!

P: Descubrir historias raras, que están contadas de forma concisa, bonita, con el objetivo principal de explicar al otro algo curioso que desconocía, alejado de la bronca, de la crispación, del enfado... ¿Crees o notas que hay un tipo de lector en particular que busca esto?​

R: Yo creo que todos, lo que pasa es que no todos lo saben. A todo el mundo le gusta pasar un rato agradable sea como fuere. En este caso, leyendo. Otra cosa es que también haya gente a la que le interese leer cosas más ásperas o, utilizando esta palabra (que es una palabra muy tonta), polarizante. Pero en general, a todo el mundo le gusta pasar un rato agradable, y si en ese rato además se explica un poco cómo somos, qué hacemos aquí en la tierra, cómo somos en el mundo, cómo es nuestra especie. Pues mira, mejor. Pero con que se entretengan a mí ya me vale. Al final este libro está más relacionado con 'El inifinito en un junco' de Irene Vallejo o con 'Un verdor terrible' de Benjamín Labatut. Es un libro para que la gente lo abra y pase un buen rato leyéndolo.

P: Agrupas las historias breves de tu nuevo libro en guerra, calma, luz, tiniebla y civilización. Haces un prólogo de cada una de ellas, pero ¿Tienen algún significado ese conjunto de palabras en especial o simplemente eran las que te cuadraban con las historias escritas? ​

R: No, no. Tanto los prólogos, como los nombres, como la agrupación es muy importante. El caso de 'guerra', por ejemplo, el hablar de lo mejor de lo peor, es decir, de cómo incluso en el peor invento de la civilización, que es la guerra, aparecen a veces cosas divertidas, a veces cosas buenas y a veces cosas bellas. Y entonces elijo historias y cuento historias que tengan que ver con eso. Y un poco lo mismo con el resto de palabras. 'Tiniebla', por ejemplo, no es tanto una cuestión de oscuridad, es una cuestión de puntos que se unen en medio de esas nubes, de esa niebla y que hay que encontrar.

P: Hablemos de lo contrario, de los territorios más probables, de lo que se repite constantemente. Hace unas semanas publicábamos un tema sobre por qué todas viviendas de obra nueva en España parecen la misma, todas blancas y negras. ¿Qué opinas de este cambio? ¿Cada cuando cambia el estilo de los edificios residenciales de un país? ​

R: Cada 30 años, así a ojo. No es un proceso que empiece con que alguien se levanta y dice "a tomar por... el ladrillo. Vamos a poner SATE blanco y negro". Es un proceso relativamente paulatino, pero más o menos cada 30 años: en los años 60 se enfoscaba de blanco, porque el ladrillo caravista era muy caro. Luego se abarató y se empezó a poner y ahora, cuando es necesario aislar mejor los edificios, porque de eso se trata, no te creas que es otra cosa, pues se ponen acabados que tienen dentro el asilante térmico. Puede ser SATE, que es un acrónimo de Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior, pueden ser placas cerámicas... Y al final, como los promotores son gente que lo que mira es por el dinero, pues si alguien lo hace... vamos a copiarlo.

P: Crees que a futuro el coche privado dentro de las ciudades va a morir y hablas de ciudades de futuro como Pontevedra. Pero las grandes ciudades no paran de crecer, las nuevas promociones de pisos en las afueras necesitan el coche para todo, los pisos a la venta en zonas tensionadas se reservan sin mirar, la gente se desespera por encontrar un alquiler el las grandes ciudades y los atascos no van a menos. ¿Es el trabajo presencial el mayor freno a un nuevo urbanismo, o hay otras razones para no terminar de llegar a la ciudad del futuro?

R: Hay un momento en Dune, en la película y en el libro, en el que una de las madres superioras dice "nuestras estrategias no se miden en décadas, se miden en siglos". Esto es así. Es decir: no es que queramos sacar al coche privado del centro de las ciudades, es que el coche privado se va a ir del centro de las ciudades, queramos o no, es que eso da igual. No es algo contra lo que se pueda luchar. Lo que ocurre es que esto no pasa de un día para otro y ni siquiera pasa de una década para otra. Es que el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid ya tiene 30 años casi. Esto es una cosa que va muy despacio. No sé si llegaré a verlo yo. Ciudades más pequeñas, pueblos... Y esto es una opinión: no sé si los métodos coercitivos son los mejores. Yo creo más en cuestiones que tienen que ver con la estrategia y la táctica, con enseñar a la gente que es mejor una ciudad con menos coches que prohibirles el acceso en coche. Operaciones de peatonalización, enterrado... el famoso urbanismo táctico que hace que las calles sean menos agradables para conducir. Y hablo de las calles porque la circulación entre ciudades y entre pueblos va a seguir existiendo para siempre, pero en el centro de las ciudades es un cambio que va a terminar ocurriendo. Igual que hace 40 años se construían scalextric y autopistas dentro de las ciudades, cosa que ahora sería algo absolutamente impensable. Si alguien lo plantea lo tiran por la ventana. Todo esto es lento, pero va a pasar.

"Sí, tú si quieres que te hagan el barrio bonito, lo que no quieres es que te suban el alquiler"

P: ¿Y qué hacemos con las turistas de esas ciudades? ¿En qué consiste el modelo 'ciudad parque temático' y cómo lo ves a futuro?

R: El modelo 'ciudad parque temático' ya existe. Ya en 1996 Sharon Zukin empezó a hablar de Disneyficación de las ciudades. Tiene que ver con la trasformación de las ciudades más en puradas fachadas para verse desde le exterior que para vivir dentro de ellas, lo cual al final tiene más que ver con el turismo que con otra cosa. Yo no estoy en contra del turismo en absoluto y, de hecho, realmente no creo que mucha gente esté en contra del turismo como tal. Todos somos turistas. "Es que estaba la calle llena de gente". Bueno y tú, no, ¿no? ¿Tú qué?. Pero sí que el modelo de turismo y fijación masiva, seguramente va a cambiar. No sé si eso contribuirá a la desdisneyficación de las ciudades, que sean más pensadas hacia dentro y menos hacia la fachada, pero sí creo que llegaremos a un entente cordial. Es un tema muy complicado. Es como el asunto de la gentrificación de las ciudades. "Es que me han hecho el barrio bonito y me suben el alquiler. Yo no quiero que me hagan el barrio bonito". Sí, tú si quieres que te hagan el barrio bonito, lo que no quieres es que te suban el alquiler, y es normal que quieras que no te lo suban. No se trata de que tengas el barrio bonito y te suban el alquiler, se trata de que tengas el barrio bonito sin que te lo suban. Es una cuestión más política que urbanista o territorial.

P: Entonces, ¿qué le contamos a un señor o señora que está en un Relay de estos del aeropuerto decidiendo qué libro o revista se compra para un vuelo largo, con tu libro entre los candidatos?

"Señor, señora. Se lo va a pasar usted estupendamente con este libro. Se lo va a empezar a leer y, cuando llegue al hotel, ya lo tiene terminado. De hecho, debería llevarse dos, este y el anterior, el de 'La tórmenta de cristal'. En un vuelo de 7 horas se los lee los dos".

La estafa del rascacielos más pequeño del mundo, la cisterna del rey Agrasen, un hospital giratorio en Francia, la rocambolesca historia de la última foto que se hizo dentro de las Torres Gemelas... Pedro Torrijos (Madrid, 1975) es la persona que se sabe todas las historias que tú le contarías seguro a otra persona si alguien te las contase a ti primero. Conocido por muchos como el autor de #LaBrasaTorrijos en la red social anteriormente conocida como Twitter, publica ahora 'La pirámide del fin del mundo y otros territorios improbables' (Kailas), un libro que es todo un favor a la curiosidad del lector. Un recorrido por nuestro mundo y nuestra historia a través los escasos caminos transitables que se han salido de lo común, de la rutina.

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