¿Los pulgares de los que juegan mucho a videojuegos pueden lesionarse realmente?

El auge de los videojuegos y los e-sports a nivel mundial ha generado una creciente preocupación por los problemas de salud asociados a estas actividades. A pesar de que los videojuegos no son tan físicamente exigentes como los deportes tradicionales, pueden provocar lesiones derivadas del uso repetitivo. Un ejemplo común es el conocido "pulgar de gamer".

Este término, aunque parece exclusivo del mundo de los videojuegos, no se limita a los jugadores. Cualquier persona que realice movimientos repetitivos con los pulgares, como enviar mensajes de texto, escribir en un teclado o levantar objetos pesados, puede desarrollar esta condición. La denominación técnica de este problema es "tenosinovitis de De Quervain", una lesión por sobreúso similar al síndrome del túnel carpiano y al dedo en gatillo, que causa inflamación de los tendones del pulgar y de la vaina que los rodea.

El doctor John Doe, experto en medicina deportiva, explica en IFL Science que "los movimientos repetitivos de agarre, torsión y pellizco hacen que el tendón se engrose y tenga dificultades para moverse suavemente a través de su vaina". Este movimiento recurrente puede llevar a dolor y sensibilidad en la base del pulgar, acompañado de dolor adicional a lo largo del lado radial de la muñeca, el lado donde se encuentra el pulgar. Algunos pacientes pueden experimentar dificultad para mover el pulgar, especialmente al intentar agarrar o pellizcar algo.

"La mejor manera de evitar el 'pulgar de gamer' es limitar los periodos prolongados de juego y tomar descansos regulares entre las sesiones"

Una vez que aparece el dolor, puede interferir significativamente con las actividades cotidianas, haciendo doloroso llevar objetos o realizar tareas simples como abrir frascos. Si no se trata a tiempo, el dolor puede extenderse más allá del pulgar y bajar por el antebrazo, dificultando aún más el movimiento. El tratamiento temprano es crucial para evitar la progresión del problema. La doctora Jane Smith, especialista en ortopedia, sugiere que "durante la consulta, el médico examinará el pulgar y la muñeca y puede solicitar una radiografía de la mano y la muñeca". Si el diagnóstico es positivo, el tratamiento se centrará en aliviar el dolor y restaurar la función de la mano y la muñeca. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Los tratamientos no quirúrgicos incluyen el uso de medicamentos antiinflamatorios para reducir la hinchazón y el malestar. Las inyecciones de corticosteroides también son una opción para algunos pacientes, ayudando a disminuir el dolor y la inflamación. El uso de una férula o un aparato ortopédico para inmovilizar el pulgar y la muñeca puede prevenir la agravación de la zona afectada. El doctor Richard Roe, fisioterapeuta, añade por su parte que "la mejor manera de evitar el 'pulgar de gamer' es limitar los periodos prolongados de juego y tomar descansos regulares entre las sesiones". Estas pausas ayudan a prevenir lesiones y permiten disfrutar de los videojuegos sin problemas de salud.