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Así es la técnica que permite combatir con alta precisión el cáncer de piel más frecuente
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Así es la técnica que permite combatir con alta precisión el cáncer de piel más frecuente

La cirugía de Mohs o micrográfica tiene como objetivo extirpar el tumor cutáneo en un solo acto quirúrgico, con la certeza de que no quedan residuos en los márgenes

Foto:  Foto: iStock.
Foto: iStock.

El carcinoma basocelular -el tipo de cáncer de piel más común- se desarrolla en las células basales de la epidermis, la capa más externa de la piel.Suele presentarse en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y las manos. Su tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del tumor, aunque también pueden emplearse otros métodos como la crioterapia (congelación con nitrógeno líquido), cirugía convencional, terapia fotodinámica, quimioterapia en crema o radioterapia.

Se trata de un tumor que suele tener un crecimiento lento. Aun así, explica el doctor Josep González Castro, dermatólogo especialista en Oncología y Cirugía dermatológica del Hospital Universitari Dexeus, es importante entender que, si no se trata, el carcinoma basocelular puede infiltrar en las capas más profundas de la piel y perjudicar a estructuras importantes como los nervios, los músculos e incluso los huesos. "En áreas sensibles de la piel, como la cara, esta infiltración puede tener complicaciones graves que afectan tanto a la estética como la función facial, y que además pueden llegar a comprometer la salud general".

Foto: Foto: Freepik.

La elección del tratamiento para el carcinoma basocelular depende en gran medida del tamaño y la ubicación del tumor. Hay que tener en cuenta que su localización en la cara tiene importantes implicaciones físicas y emocionales para el paciente, debido al posible impacto estético de la extirpación quirúrgica del tumor y a cualquier procedimiento reconstructivo posterior.

Una sola cirugía para extirpar el tumor

En la mayoría de las ocasiones estas lesiones se curan mediante cirugía a través de la extirpación total de la lesión. En este procedimiento quirúrgico es muy importante que los márgenes de resección no estén afectados por la lesión. Es decir, explica el especialista, “que no quede en la piel ningún nido tumoral por minúsculo que sea y que pueda hacer que el tumor recidive. En la mayoría de las partes del cuerpo esto puede llevarse a cabo sin mayor dificultad. No obstante, en áreas donde la piel muestra mayor tensión o por ser zonas en contacto con otros órganos muy comprometidos, como pueden ser la nariz, los párpados, las orejas… La escisión con márgenes puede ser más compleja y, en función del tamaño del tumor, necesitar de un injerto”.

En estas zonas, al tratarse de cirugías complejas es necesario conocer de forma minuciosa el estado del margen de resección. “Además, es importante para el paciente que el estado de este margen pueda determinarse en la misma cirugía, sin necesidad de esperar a que se analice tras la operación y se decida a partir de este análisis si hace falta una segunda intervención”.

Con este propósito se creó la llamada cirugía de Mohs, en la que durante el acto quirúrgico se llevan a cabo unos análisis del tejido extirpado para determinar si queda algún resto de tumor en el margen de resección tanto lateral como profundo de la pieza extirpada. En caso de que quede tumor residual en uno de los márgenes, se amplía y se vuelve a analizar, y así sucesivamente hasta que esté libre y se dé por concluida la intervención.

placeholder Dr. Josep González Castro, dermatólogo especialista en Oncología y Cirugía dermatológica del Hospital Universitari Dexeus. (Foto: cortesía).
Dr. Josep González Castro, dermatólogo especialista en Oncología y Cirugía dermatológica del Hospital Universitari Dexeus. (Foto: cortesía).

Para llevar a cabo este análisis, el dermatólogo extirpa la lesión orientando la pieza de forma que cada uno de los márgenes esté convenientemente identificado. “En el Servicio de Anatomía Patológica”, explica el Dr. Tresserra, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del mismo centro, “se dispone de un equipo, llamado criostato, que congela el tejido a -30 grados y permite hacer unas secciones muy finas de los márgenes, que se teñirán de forma casi inmediata con hematoxilina-eosina y podrán verse en el microscopio. Es precisamente mediante la observación microscópica de la piel extirpada cómo podrá verse si queda o no tumor en el margen, conociendo exactamente de cuál se trata gracias a la orientación que nos ha proporcionado el dermatólogo”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitari Dexeus.

El carcinoma basocelular -el tipo de cáncer de piel más común- se desarrolla en las células basales de la epidermis, la capa más externa de la piel.Suele presentarse en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y las manos. Su tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del tumor, aunque también pueden emplearse otros métodos como la crioterapia (congelación con nitrógeno líquido), cirugía convencional, terapia fotodinámica, quimioterapia en crema o radioterapia.

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