Las 3 razones por la que los niños finlandeses leen mejor que los del resto de Europa: "Te debería interesar"

La lectura es una habilidad crucial en el desarrollo académico de los niños, y los pequeños finlandeses se destacan como los mejores lectores de Europa. No solo leen más rápido, sino que también comprenden mejor lo que leen, lo que impacta positivamente en su rendimiento académico.

Este fenómeno no es casualidad y se debe a una combinación de prácticas culturales y educativas específicas que han sido destacadas por el neuropsicólogo Álvaro Bilbao.

¿Por qué ocurre esto? Bilbao nos lo explica con tres claves esenciales que deberían interesar a todos los padres y educadores, ya que pueden ser implementadas en otros contextos para mejorar las habilidades lectoras de los niños.

1. Cuentos y más cuentos

En Finlandia, los cuentos son una parte fundamental de la infancia. Según Bilbao, "les leen muchos cuentos y eso les permite familiarizarse con el vocabulario". Sin embargo, hay algo interesante: no se les enseña a leer hasta los seis años. Esta espera no es casualidad, ya que es la edad en la que "las regiones cerebrales asociadas con la lectura maduran" y permite prevenir trastornos de lectoescritura.

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2. Padres como modelos

Los adultos finlandeses no solo son grandes lectores, sino que también sirven de ejemplo para sus hijos. Los niños suelen ver a sus padres leyendo con frecuencia, y una actividad común es acudir juntos a la biblioteca. Esta práctica fomenta el amor por la lectura desde temprana edad, ya que los pequeños "aprenden de los padres el amor por la lectura".

3. Subtítulos que impulsan la lectura

Otra peculiaridad de la educación finlandesa es que los niños ven la mayoría de los dibujos animados en inglés con subtítulos en finlandés. Este simple hecho despierta su deseo de entender lo que dicen sus personajes favoritos y, como consecuencia, "les ayuda a desarrollar una gran velocidad de lectura".

Estas tres razones demuestran que no solo se trata de cuándo y cómo se enseña a leer, sino también de crear un entorno que fomente el amor por la lectura y la práctica constante. La experiencia finlandesa es un ejemplo a seguir para mejorar las habilidades lectoras de los niños en cualquier parte del mundo. ¡A leer se ha dicho!