Una divulgadora lingüística aclara por qué en España tenemos históricamente dos apellidos

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En España y en varios países de Latinoamérica, es costumbre llevar dos apellidos: el primero del padre y el segundo de la madre. Esta tradición contrasta con la de los países anglosajones, donde generalmente se utiliza solo un apellido, típicamente el paterno.

Este sistema de dos apellidos permite una mejor identificación y trazabilidad genealógica, reflejando tanto la herencia paterna como la materna en el nombre completo de cada individuo. Pero la explicación más detallada de esta costumbre viene de lejos.

La divulgadora lingüística Elena Herraiz, conocida en redes como Linguriosa, explicó en el pódcast Tenía la duda de Judith Tiral el origen de la tradición española de tener dos apellidos. Esta costumbre, que también se extiende en muchos países de América Latina, tiene su raíz en la historia y la necesidad de demostrar la pureza de sangre durante la época de los Reyes Católicos.

Por la pureza de la sangre

Herraiz detalló que, tras la expulsión de los judíos en 1492, la sociedad española buscaba formas de confirmar que no tenía ascendencia judía. “Para demostrar que tanto tu padre como tu madre eran de raza española y no tenías ascendencia judía, se empezó a utilizar los apellidos de ambos progenitores”, afirmó Herraiz. Esta práctica permitía certificar la pureza de sangre en una época en que la ascendencia judía era vista con recelo.

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El sistema de apellidos en España, por tanto, no solo cumple una función identificativa, sino que está profundamente arraigado en la historia sociopolítica del país. A través de esta medida, las autoridades de la época buscaban una forma de control social y de asegurarse de que la población cumplía con las nuevas normas religiosas y raciales impuestas.

La permanencia de los dos apellidos

Esta tradición ha perdurado hasta nuestros días, convirtiéndose en una característica distintiva del sistema de nombres en España y en otros países hispanohablantes. Además de su valor histórico, el uso de dos apellidos facilita la identificación personal y la trazabilidad genealógica, algo que muchas otras culturas no poseen de la misma manera.