Una española que vive en China cuenta cómo ha cambiado su vida desde que se mudó: "Siesta en el trabajo"

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María Isabel, una española que decidió mudarse a China, ha experimentado una serie de cambios en su vida que ha compartido a través de un vídeo en TikTok con humor y asombro. Desde su llegada, muchas de sus costumbres han dado un giro inesperado, adaptándose a una cultura tan rica como diferente.

Una de las primeras adaptaciones que menciona es el descanso en el trabajo: "Ahora duermo la siesta en el trabajo". Sin embargo, hay hábitos que aún no ha adoptado completamente: "Aún no he conseguido que me guste el té". Las costumbres hogareñas también han cambiado drásticamente. En China, María Isabel ha aprendido a dejar los zapatos fuera de casa y ha llegado a preferir los baños tradicionales chinos: "Hacer pis y defecar en un agujero ya me resulta hasta más cómodo que en el váter normal".

El horario de las comidas es otro aspecto que ha cambiado: ahora cena a las siete de la tarde. Y, para su sorpresa, en China, el tiempo parece pasar mucho más rápido. Entre las curiosidades culturales, menciona que ahora bebe agua caliente en lugar de fría y que también ha descubierto los "árboles de los deseos". Vivir en una mega ciudad china le ha permitido encontrar contrastes fascinantes entre la modernidad y la tradición: "De repente te encuentras estas cosas tan antiguas y tan bonitas". Los domingos, ha optado por evitar los centros comerciales debido a la multitud, comparando el ambiente con la Navidad cada fin de semana.

María Isabel también ha adoptado expresiones locales y costumbres festivas: "Nos ponemos ropa interior roja en el fin de año". La diferencia en los precios de las frutas ha sido notable, encontrando que frutas como la naranja y la pera son más caras que en España, mientras que las frutas tropicales son más asequibles, permitiéndole disfrutar de mangos y otras delicias exóticas. Curiosamente, María Isabel se ha enamorado tanto de la cultura china que la aprecia incluso más que algunos de sus amigos locales: "Me gusta más a mí la cultura china y todos los eventos, lo que es la ropa, la decoración más que a los propios chinos". Después de cinco años en China, María Isabel ya considera este país como su hogar: "Yo ando por la calle y me siento como una china más". Su experiencia es un testimonio de la capacidad de adaptación y la riqueza de vivir inmerso en una cultura diferente.