Estos son los ejercicios que debes hacer antes de acostarte si quieres dormir más y mejor

Un nuevo estudio de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda han revelado que realizar ejercicios ligeros antes de dormir puede incrementar la duración del sueño en aproximadamente 30 minutos. Esta conclusión desafía la creencia popular de que el ejercicio vigoroso previo al descanso nocturno eleva el ritmo cardíaco y la temperatura corporal, dificultando así el sueño.

La investigación, publicada en la revista BMJ Open Sport & Exercise Medicine, se centró en breves ráfagas de actividad ligera. Los autores, entre ellos Meredith Peddie, profesora del departamento de nutrición humana, descubrieron que estas interrupciones en la actividad física, cuando se realizan cada media hora durante cuatro horas en la tarde, no afectan negativamente la calidad del sueño.

El estudio contó con la participación de 28 adultos no fumadores, todos menores de 40 años, que pasaban más de cinco horas al día en actividades sedentarias. Los voluntarios utilizaron rastreadores de actividad física durante siete días consecutivos, registrando sus horarios de sueño y otros ejercicios que el dispositivo pudiera no detectar, como el uso de bicicletas estáticas o la práctica de yoga.

Incorporar breves pausas de actividad ligera por la noche podría ser una estrategia efectiva para mejorar el sueño

En una sesión de prueba, los participantes permanecieron sentados desde las cinco de la tarde a las nueve de la noche. En otra sesión, se les pidió realizar sesiones de ejercicios ligeros de tres minutos cada media hora, incluyendo sentadillas con apoyo de una silla, elevaciones de pantorrillas y levantamientos de rodillas con extensiones de cadera. Estos ejercicios fueron seleccionados por su simplicidad y porque no requieren equipo ni mucho espacio, permitiendo realizarlos sin interrumpir actividades como ver televisión, explicó Peddie, en declaraciones recogidas por The New York Post.

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Los resultados mostraron que los participantes que realizaron los ejercicios ligeros durmieron, en promedio, 27 minutos más que aquellos que permanecieron sentados. La duración media del sueño fue de 7 horas y 12 minutos, comparada con las 6 horas y 45 minutos de los que no hicieron ejercicio. En cuanto a la calidad del sueño, no se observaron diferencias significativas entre los sujetos de ambos grupos.

Conclusiones del estudio

Los investigadores destacan que moverse regularmente reduce los niveles de azúcar y grasa en la sangre después de las comidas, lo que podría ser un factor que contribuye a la mejora en la duración del sueño. Aunque el estudio se realizó en un entorno controlado y con un número limitado de participantes, los hallazgos sugieren que incorporar breves pausas de actividad ligera por la noche podría ser una estrategia efectiva para mejorar el sueño.