El truco con el que desatacarás tu ducha y tu fregadero con tan solo dos ingredientes

• Algunos trucos buenos para transformar tu dulce hogar en un rincón aún más acogedor
• El sencillo truco para usar zapatillas deportivas sin necesidad de usar calcetines (y no, no es usar calcetines bajos)​

Los trucos caseros se presentan como soluciones muy efectivas a problemas que nos surgen frecuentemente en la vida cotidiana. Uno de los ámbitos hogareños en los que más trucos de este estilo se pueden encontrar es en el de la limpieza. Y es que con cualquier elemento que podamos encontrar en casa nos ofrecen unas salidas que ni los productos químicos más especializados pueden conseguir.

Uno de los rincones más difíciles de limpiar de toda la casa es, sin duda, la ducha. El desagüe de las misma absorbe tanta cantidad de residuos que no es de extrañar que en numeras ocasiones se genere un atasco. El mismo inconveniente puede surgirnos en el sumidero del fregadero de la cocina al lavar los platos y los cubiertos.

TE PUEDE INTERESAR

Soy experta en limpieza y esta es la forma correcta de limpiar las mosquiteras para que queden perfectas

Manuel López

No obstante, la resolución a este problema es muy sencilla. Tan solo necesitaremos un trozo de alambre. Este lo podremos introducir a través de los agujeros del desagüe y eliminar los restos que obstruyen el conducto para que el agua corra con normalidad. No obstante, existen soluciones que resultan ser mucho más efectivas y que nos llevarán mucho menos tiempo y trabajo.

Un método sencillo y barato

Una de las propuestas más interesantes para desatacar nuestras tuberías pasa por realizar una mezcla con tan solo dos ingredientes. Estos serán un poco de sal y bicarbonato de sodio. Juntar media taza de cada uno de ellos en el mismo recipiente será más que suficiente para que la composición haga efecto. Tan solo deberemos añadirle un poco de agua caliente a la mezcla y dejarla reposar durante unos cinco minutos.

TE PUEDE INTERESAR

Tres sencillos trucos de limpieza y orden para hacer tu vida más fácil

Carlota Acuña

Tras el tiempo de espera, volcaremos la taza con el mejunje a través del desagüe del fregadero o de la ducha. A continuación, esperaremos a que la mezcla haga efecto, comprobable con la velocidad a la que fluirá el agua y el consecuente arrastre de todos los residuos acumulados. Viendo el resultado, se postula como un desatascador casero que ofrece resultados muy satisfactorios a un precio muy económico.

No obstante, si este remedio no acaba de convencernos del todo, existen multitud de ellos con el que podemos obtener lavados similares. Algunos de los más frecuentes son el agua hirviendo con sal, bicarbonato con vinagre o la sosa cáustica que, combinado con el alambre, se nos presenta un abanico de posibilidades ciertamente amplio.