Con este sencillo truco de limpieza, tu sartén quedará como nueva (con tan solo cuatro ingredientes)

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La sartén es indudablemente uno de los utensilios de cocina más utilizados en el proceso de elaboración de diversos platos. Es por ello que también es uno de los que más suciedad acumula con el paso del tiempo y la sucesión de comidas cocinadas en ella. Estos restos provocan su progresivo deterioro, lo que puede conllevar a que sufra daños irreversibles hasta el punto de quedar inservible.

Sin embargo, existen algunos trucos caseros que nos ayudarán a mantener nuestras sartenes lo más limpias posibles. Para llevar a cabo uno de los más destacados, tan solo será necesario cuatro ingredientes que podemos encontrar en cualquier hogar. Estos son bicarbonato, detergente, sal y vinagre. Empleando este método conseguiremos que nuestras sartenes queden como nuevas.

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Y es que es habitual que este utensilio de cocina albergue numerosos restos de grasa, aceite y comida que hemos cocinado en ella en el pasado. Sin embargo, antes de emplear cualquier método, es recomendable realizar una limpieza a fondo de la sartén con cierta frecuencia, con la que evitaremos posibles daños permanentes en ella en el futuro.

Limpieza sencilla y efectiva

Este truco de limpieza de sartenes casero requiere de un sencillo procedimiento. Primero debemos girar nuestra sartén dejando expuesta la parte inferior de la misma. Sobre ella se debe verter un poco de sal, bicarbonato y detergente, especialmente en las partes que dispongan de más suciedad. La mezcla debe quedar extendida por todo la base y, tras ello, la cubriremos con papel de cocina.

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Posteriormente, rociaremos con vinagre tanto el papel como la mezcla anterior. Tras esto, debemos dejar que la solución actúe durante unos minutos. Su buena aplicación será comprobable si la mezcla comienza a eliminar las manchas de la sartén más visibles en ese periodo de tiempo.

Según la solución vaya realizando su efecto limpiador, iremos retirando poco a poco el papel de la superficie de la sartén. El resultado será evidente a simple vista, convirtiéndose en un truco fácil y sencillo para dejar nuestras sartenes con un nivel de limpieza óptimo sin recurrir a ningún tipo de compuesto químico dedicado especialmente a esta función.