Ni empañado ni con gotas: esta es la forma correcta de limpiar un espejo para que quede reluciente

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La limpieza es uno de los factores imprescindibles a la hora de mantener nuestros hogares en buen estado. Aunque pueda parecer tedioso en algunas ocasiones, es un proceso que ayuda a otorgarle a la vivienda que habitemos un aire constante de renovación. Y es que la suciedad puede acumularse hasta en los rincones más recónditos de cualquier casa, los cuales se nos pueden pasar por alto en una limpieza general.

Uno de los elementos que más secuelas por el uso pueden contener son, sin duda, los espejos. Desde las huellas de dedos sobre su superficie, hasta el polvo que se adhiere al material de manera progresiva con el paso del tiempo. Para solventar este tipo de inconvenientes, existen multitud de productos y compuestos que pueden no convencer a todo tipo de usuarios.

En estos casos, se puede acudir a soluciones caseras que pueden resultar más efectivas de lo que pueda parecer en un primer momento. Podemos encontrar una de ellas en el canal de YouTube @Como hacer en casa, que posee un procedimiento muy sencillo. Para realizarlo, podremos utilizar ingredientes que se pueden encontrar en cualquier casa convencional, por lo que no supondrá un gasto económico notable.

Ingredientes y elaboración

Lo primero que debemos hacer es llenar un recipiente de agua. Es recomendable que posea un pulverizador, puesto que, de esa forma, será mucho más sencillo rociar la mezcla sobre la superficie deseada. Tras ello, añadiremos una cucharada de vinagre blanco, ingrediente común de cualquier cocina. Finalmente, cortaremos un tercio de un limón y lo exprimiremos sobre el recipiente para que, de esta forma, el compuesto obtenga unas cualidades desinfectantes efectivas.

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P. M.

Una vez todos los elementos mezclados, debemos cerrar el recipiente de manera segura y agitar contundentemente durante varios segundos para que la solución se complete. Mientras lo dejamos reposar, aplicaremos un poco de jabón friegaplatos sobre una esponja común. Tras ello, frotaremos la superficie del cristal o el vidrio para eliminar la suciedad más visible. Tras extender todo el jabón, este se retirará con un trapo preferiblemente suave.

Posteriormente, será el momento de rociar el mejunje sobre el cristal. Se debe tener cuenta que debemos aplicar la mezcla por toda ella para que pueda efectuar una limpieza plena. Una vez realizado este paso, repetiremos el proceso de retirar el líquido sobrante del cristal mediante un trapo, impidiendo que deje huellas o manchas tras la fase de secado. Tras finalizar esta última, comprobaremos que el resultado es un cristal limpio y reluciente mediante un método casero sencillo y sin gastar un euro.