José Ignacio García: “Los estudiantes deben salir de la universidad aún mejor preparados de lo que lo hacen ahora”

Para cubrir las necesidades específicas de empleabilidad en el complejo contexto actual, no basta con estudiar un grado y después llamar a la puerta de las empresas. José Ignacio García Pérez, rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), concreta cuáles son las claves para que la especialización se convierta en un acelerador de la carrera profesional (o investigadora) de cualquier estudiante y analiza cuál es la situación de la educación española

PREGUNTA. En mayo, Joan Subirats, ministro de Universidades, presentó el nuevo proyecto de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). ¿Ha tenido oportunidad de conocerlo?

RESPUESTA. La LOSU me parece que tiene algunos aspectos positivos, pero echo en falta una definición más clara de cómo queremos que sea la universidad española en las próximas décadas. Por ejemplo, está muy bien intentar atajar la excesiva temporalidad del profesorado, pero este problema no se corrige haciendo indefinidos a todos los docentes, sino aportándoles incentivos para que investiguen. Echo de menos una apuesta más clara por la excelencia universitaria.

P. El hecho de no haber definido un futuro claro, ¿es el principal problema de la universidad española?

R. La cuestión más importante que debemos solucionar de forma prioritaria es el relevo generacional. En la próxima década se van a jubilar la mitad de los docentes de educación superior y necesitamos que se incorporen profesionales jóvenes con ganas de investigar. Para lograr esto, necesitamos fondos y eliminar papeleo. Dedicamos demasiado tiempo a tareas burocráticas para justificar proyectos, por ejemplo, y todo esto limita la labor fundamental que debe desempeñar un profesor: enseñar.

P. ¿Está alejada la universidad de la realidad laboral?

R. La demanda profesional va cambiando y lo que hoy está en auge quizá no lo esté dentro de algunos años. Por esta razón, las asignaturas básicas de los grados no necesitan actualizarse porque sus contenidos son elementales. Sin embargo, existen otros instrumentos para que cada estudiante se pueda especializar mediante formación posterior o a través de clases prácticas en empresas.

P. ¿Qué tipo de instrumentos?

R. La institución de la que soy rector, la Universidad Internacional de Andalucía, tiene como objetivo la impartición de posgrados y es, precisamente, en esta etapa en la que se materializa la especialización. Tras la consecución del grado cobra importancia la conexión entre el mundo empresarial y el entorno investigador. Es decir, el estudiante debe elegir un itinerario cuando realiza su posgrado. Eso le servirá para ser experto en una materia y acceder al mercado laboral o continuar investigando y hacer un doctorado.

P. En las etapas preuniversitarias, España ha pasado por ocho leyes educativas en lo que llevamos de democracia. ¿Es necesario un pacto de estado en esta materia?

R. Totalmente. Creo que la formación básica del alumnado y el fomento de su talento no son cuestiones ni de izquierdas, ni de derechas. Es un sinsentido que hayamos pasado por ocho leyes orgánicas. Quizá sean los técnicos, de un partido u otro, los que deban actuar y fomentar un acuerdo de estas características.

P. ¿En qué situación se encuentra la educación andaluza?

R. Aunque hemos mejorado notablemente en indicadores como el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), todavía hay que llevar a cabo un pequeño impulso porque el alumnado andaluz está ligeramente por detrás en educación obligatoria.

P. ¿Y en la universitaria?

R. Debemos mejorar el nivel de competencias. Los estudiantes deben salir de la universidad todavía mejor preparados de lo que lo hacen ahora.

P. ¿Cómo?

R. Con la especialización que comentaba antes. Por ejemplo, nosotros en la UNIA ofrecemos dos másteres que son únicos en España porque tienen carácter dual. Se trata del Máster en Transformación Digital de Empresas, que comenzamos a impartir el año pasado; y el Máster Universitario en Logística y Gestión de Operaciones, que comenzará el curso que viene. En ambos casos, el estudiante pasa unos meses en el aula aprendiendo los conceptos teóricos y las técnicas básicas que aplicará posteriormente en su estancia de cuatro meses en una empresa real. No se trata de unas prácticas al estilo tradicional, sino que son personalizadas, ya que cada alumno o alumna tiene un proyecto individualizado con un tutor de empresa con el que trabajará a diario.

P. El curso que viene también impartirán el MAES.

R. Así es. Nuestro MAES, acrónimo del Máster Universitario en Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas, estará orientado a especialidades del entorno de la Formación Profesional: Hostelería y Turismo, Procesos Sanitarios, Formación y Orientación Laboral, Tecnología y Procesos Industriales, Informática y Administración de Empresas. Es dónde hemos detectado una demanda no satisfecha en Andalucía. Hemos elaborado un estudio que nos indica que, actualmente, nueve de cada diez estudiantes interesados en formarse como docentes en estas materias se quedan sin plaza.

P. La FP… ¿La eterna promesa?

R. Es cierto que se ha hablado mucho del papel de la FP. Lo cierto es que no podemos consentir esa creencia de que es una formación de segundo nivel cuando, realmente, es tan necesaria e importante como cualquier otra. Para lograrlo, hay que mejorar las competencias del profesorado que forma a estos jóvenes. Necesitamos docentes que sepan enseñar específicamente al tipo de jóvenes que se decantan por la FP. Es decir, no es lo mismo enseñar Matemáticas en un bachillerato que en un ciclo formativo de Tecnología Industrial, por ejemplo. En FP los contenidos deben ser más prácticos y orientados al mundo profesional.

P. ¿Tiene la UNIA más oferta orientada a docentes no universitarios?

R. Sí, el Máster Universitario en Enseñanza Bilingüe. En la UNIA tenemos vocación de convertirnos en una auténtica escuela de formadores y este posgrado es relevante porque cada vez más centros educativos imparten su enseñanza en dos o más lenguas.

P. ¿Cómo localizan las áreas en las que se necesitan profesionales especializados?

R. Mediante nuestros observatorios. Se trata de estudios que sirven como puente entre la universidad y la empresa, ya que localizan las competencias que se están demandando en el mercado de trabajo y cuáles son las necesidades no cubiertas.

"Necesitamos docentes que sepan enseñar específicamente al tipo de jóvenes que se decantan por la FP"

P. Y, en base a estos datos, ¿qué otros títulos ofrece la UNIA?

R. Tenemos títulos exclusivos en varias disciplinas. Por ejemplo, tenemos un máster enfocado al ‘big data’ y sus aplicaciones en salud. Y otro de relaciones internacionales con los países del Magreb, ya que es un área especialmente interesante para nuestra región. También tenemos otros orientados al ámbito del cambio climático o la biotecnología.

P. Una de las grandes apuestas anuales de su universidad son los cursos de verano.

R. Así es. De hecho, tienen medio siglo más de historia que la propia universidad. Se trata de cursos donde se difunde el conocimiento más tradicional como ciencia, literatura o historia, pero también otros disruptivos como ‘blockchain’ o ciberseguridad. Este año ofrecemos 64 cursos, algunos de ellos en colaboración con universidades extranjeras.