Más allá de la deshidratación: por qué se producen los calambres musculares y cómo evitarlos

Pocas sensaciones son tan desagradables para un deportista como los calambres musculares. Estos son espasmos involuntarios en la pierna que pueden arruinar el partido o el día de entrenamiento, y que a veces dejan el músculo resentido durante cierto tiempo.

“Este tipo de espasmo muscular es involuntario, genera un dolor muy intenso y habitualmente suele afectar a músculos de las extremidades inferiores durante el ejercicio, como los gemelos”, explica el doctor Ángel Ruiz Cotorro, especialista en Traumatología de Clínica Tenis Teknon, quien añade que se trata, precisamente, “de la reacción del músculo a la fatiga que responde a una hiperexcitabilidad neuromuscular”.

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En los partidos de tenis, por ejemplo, se trabajan mucho los gemelos y, entre contracción y contracción de la musculatura, se produce una relajación espontánea. Si el músculo se fatiga tras el ejercicio, se incrementa la excitabilidad nerviosa del músculo junto con la pérdida de líquidos y electrolitos del cuerpo. Esto puede hacer que los gemelos no sean capaces de relajarse y, por tanto, continúen con la contracción, dando lugar al calambre.

Al tocar la zona acalambrada, notaremos que está muy dura debido al aumento de tono del músculo. Además, en la mayoría de los casos, este no se puede mover. Por otro lado, al contrario que la contractura, que persiste mucho tiempo, el calambre dura apenas unos segundos o minutos. “Este espasmo doloroso es de origen neuromuscular y se relaciona con la hiperactividad del reflejo del nervio muscular, según estudios clínicos y electromiográficos”.

Factores de riesgo

Erróneamente se piensa que los calambres están provocados por la acumulación de ácido láctico, pero no es así. Tampoco están causados en exclusiva por una mala hidratación, un desequilibrio electrolítico específico, provocados por la falta de magnesio, potasio y sodio, o el calor. En realidad, existen varios factores que contribuyen a su aparición. Además de los ya mencionados, destacan:

• Fatiga muscular localizada
• Humedad
• Falta de una correcta preparación física
• Dieta inadecuada
• Estrés emocional

Consejos para evitar calambres

Es importante actuar sobre los factores de riesgo. Por un lado, subraya el doctor Ruiz Cotorro, “la preparación física debe incluir un plan de ejercicios de flexibilidad, que incluya estiramientos de los grupos musculares más involucrados en el deporte que vayamos a practicar”.

Otra recomendación es mantener una nutrición adaptada a nuestro caso personal. En especial, los deportistas que participan en competiciones deberían incluir el día previo hidratos de carbono y un buen aporte de líquidos y electrolitos. “La hidratación es esencial en este tipo de pruebas, sobre todo bebidas con sales minerales e hidratos de carbono, como glucosa y fructosa, en cantidades adecuadas”, concluye el especialista.

En el caso de que ocurra el calambre, debemos seguir las siguientes recomendaciones:

• Identificar cuál es el músculo acalambrado
• Insistir en su estiramiento de 15 a 30 segundos
• Repetir el estiramiento si el calambre muscular persiste
• Aplicar frío local
• Detener el entrenamiento

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Clínica Tenis Teknon.