El truco para quitar sin esfuerzo la grasa de tu campana extractora

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Mantener la campana extractora libre de grasa es esencial para su correcto funcionamiento y durabilidad. No obstante, a menudo se ignora su limpieza debido a su difícil accesibilidad y la rápida acumulación de suciedad.

Para limpiar la parte exterior y los filtros, es conveniente utilizar un quitagrasas adecuado para el material de la campana. La zona externa es fácil de limpiar: aplica el producto, déjalo actuar unos minutos y retíralo con un trapo. Si es necesario, repite el proceso, ya que la grasa puede no eliminarse completamente en el primer intento. También puedes utilizar el limón que tienes en casa para darle más brillo y dejarla reluciente.

El método infalible

Su interior requiere más tiempo para eliminar por completo la grasa acumulada del vapor de la comida. Ana Madrid, conocida influencer en redes por sus prácticos consejos de limpieza, decoración y orden, ha compartido un sorprendente truco con el que dejarás la campana extractora como nueva sin darte cuenta. Con la técnica, sencilla y efectiva, la dejarás impecable, sin apenas esfuerzo.

“Vi este truco viral en redes y tenía que probarlo. Alucinante. Es la primera vez que consigo limpiar el motor del extractor, y encima sin dificultad”, comenta Ana en la publicación en la que ha enseñado lo práctico que es limpiar así este aparato complicado de desmontar. Solo se necesita una cacerola con agua, bicarbonato y el jugo de medio limón.

Primero llena una cacerola con agua y añádele un poco de bicarbonato y el jugo de medio limón. Luego, quita las rejillas y filtros de la campana extractora y ponla a máxima potencia. El bicarbonato mezclado con el limón es un buen desengrasante y el vapor hará magia. Los productos harán efecto y la grasa incrustada caerá sola.

“Lo único que te recomiendo es que vayas llenando con agua la cacerola según se evapore el agua. En mi caso puse 2 para que bajase todo bien rápido”, añade. Tras una hora de dejar actuar el vapor, la grasa incrustada empieza a retirarse, facilitando la limpieza posterior. “Transcurrido el tiempo, ahora solo nos queda limpiar bien esta zona con un buen desengrasante, colocar las rejillas y listo”, explica.