Un profesor español que actualmente ejerce su profesión en Noruega ha compartido sus críticas al sistema educativo español en un vídeo del pódcast de Salmón y Punto, que se puede seguir en TikTok, calificándolo de “arcaico” y “desfasado”. Este docente, llamado Guillermo, afirma que el sistema educativo en España se basa en la memorización, lo cual limita el desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de investigación de los estudiantes.
En este pódcast se reúnen las opiniones de diversos españoles que viven y trabajan en Noruega, y que comparan nuestro país con el nórdico. Guillermo subraya que, desde la educación primaria hasta el bachillerato, los estudiantes españoles están sometidos a un proceso que prioriza la memorización sobre otras habilidades esenciales en la actualidad. “El hecho de que para acceder a ser profesor tengas que pasar por una oposición que es puramente memorística, refleja claramente esta tendencia”, declara Guillermo.
Este enfoque memorístico, según el profesor, no solo perjudica a los estudiantes, sino que también limita la capacidad de los docentes para innovar y adaptar sus métodos de enseñanza. Guillermo destaca que este sistema puede deteriorar significativamente el desarrollo del espíritu crítico e indagador, y la capacidad de los alumnos para encontrar su propio camino dentro del sistema educativo español.
Comparación con el sistema noruego
En comparación, Guillermo destaca la libertad existente en las escuelas noruegas, donde ha encontrado un ambiente educativo mucho más flexible y adaptable a las necesidades individuales de los estudiantes. Aunque reconoce que el sistema noruego también tiene sus desafíos, enfatiza que la libertad pedagógica permite una educación más personalizada y menos centrada en la memorización.
Estas declaraciones han abierto un debate sobre la necesidad de reformar el sistema educativo en España, buscando un equilibrio que fomente tanto la adquisición de conocimientos como el desarrollo de habilidades críticas y creativas en los estudiantes. La experiencia de Guillermo en Noruega ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo otros sistemas educativos abordan estos desafíos y podría servir de inspiración para posibles cambios en el futuro.